Jordi Alba: “Me ha sorprendido volver a una convocatoria de España”
El lateral vuelve a una concentración de la selección después de que De la Fuente no contara con él en su primera lista y tras decir adiós al Barcelona, “un club que desgasta muchísimo”
Jordi Alba (L’Hospitalet de Llobregat; 34 años) regresa a una convocatoria de la selección española después de que en el estreno de Luis De la Fuente, el técnico riojano no contara con él para los dos primeros partidos clasificatorios para la Euro 2024. Afronta ahora, como capitán, el reto de ayudar a España a alzarse con la Liga de Naciones, la competición creada por la UEFA en 2018. Alba, que se despidió del Barça ante la afición en el último partido en el Camp Nou y del club en su acto de despedida tras más de once años siendo el líder de la banda izquierda y alzar todos los títulos posibles como azulgrana, atendió a EL PAÍS en la Ciudad Deportiva Joan Gamper la semana pasada.
Pregunta. ¿Le sorprendió estar en la convocatoria de la Nations League?
Respuesta. Siempre que vas a una convocatoria, y sigues yendo, no te sorprende, pero cuando dejas de ir y vuelves te sorprende. Me siento muy capacitado y voy con muchas ganas de hacerlo bien.
P. ¿Había hablado con Luis de la Fuente?
R. Hablé con él cuando me comunicó que entraba en la convocatoria. Me sorprendió porque lo vi en la despedida de Busi y me saludó, pero no me dijo nada de que iba a ir con la selección.
P. ¿Tiene intención de llegar a la Eurocopa de 2024 y al Mundial de 2026?
R. Al Mundial es más difícil porque son muchos años ya, pero ahora me quiero centrar en la Nations League. Y después valoraré, pero me veo con fuerzas de jugar otra Eurocopa.
P. ¿La selección le condiciona su futuro a nivel de club?
R. Tomaré la decisión más oportuna para mí, independientemente de la selección. El club es donde más convives, donde más tiempo estás. He tenido la suerte de jugar tres Mundiales y tres Eurocopas y estoy saciado de eso. No me queda nada por jugar. Si voy a la selección es porque tengo la motivación y porque creo que puedo rendir a un gran nivel. Veré las ofertas que tenga y hablaré con mi familia para ver qué es lo mejor y después, dependiendo de dónde esté, será el seleccionador quien decidirá si me trae o no.
P. ¿Se siente ya ex jugador del Barça?
R. No soy consciente aún, pero me voy haciendo la idea. Fue una decisión que tomé en su día y que fue difícil, pero creo que he hecho lo oportuno, lo adecuado y lo correcto para mí y para el club. Aunque todavía no te lo terminas de creer después de estar tantos años en la casa, poco a poco lo iré asimilando más.
P. Durante gran parte de la temporada decía que quería cumplir su año restante de contrato. ¿En qué momento se dio cuenta de que tenía que irse?
R. Cuando decía que me quería quedar era porque lo pensaba y porque tenía contrato. Me quedaba un año más y también tenía otro opcional; al final podía haber estado dos años más aquí. Dos semanas antes de comunicarlo me senté con mi mujer y mi familia, vi los pros y los contras. Creímos que era lo mejor para el bienestar mío y pienso que tomé una buena decisión.
P. ¿Bienestar futbolístico, psicológico?
R. De todo un poco, al final son muchos años aquí y el Barça es un club que desgasta muchísimo. Llevó once años en el primer equipo y parece que llevo 25. No es solo por mi bienestar, también pienso que lo más honesto era dar un paso al lado, sabiendo que no tenía los minutos que quería.
P. ¿De los once años en Can Barça este fue el de mayor desgaste?
R. Pues, mire, este último ha sido el más tranquilo; me lo he tomado de diferente manera. He tenido la suerte de jugar durante diez años todos los minutos y este año ha sido más tranquilo porque sabía que no iba a jugar todo lo que yo estaba acostumbrado.
P. ¿Le costó aceptar este rol secundario a principios de temporada?
R. Me costó, pero me adapté rápido. Empecé jugando el primer partido y luego estuve varios sin hacerlo. Ahí fue cuando más me costó, porque de estar jugando tanto tiempo de titular en el primer equipo y de la noche a la mañana dejar de jugar no es fácil. Pero inmediatamente maduré muchísimo, me mentalicé de hacer otras cosas, de ayudar a Balde y Marcos Alonso, o de entrenar más fuerte para estar al máximo nivel en los partidos que me tocaran.
P. ¿Qué le ha intentado transmitir a los más jóvenes de la plantilla?
R. Que aprovechen la oportunidad. A mí los veteranos me han ayudado mucho, no solo en Barcelona, también en el Valencia cuando era más joven. Siempre intentaba empaparme de todo lo que me decían y he intentado hacer lo mismo; crear un buen ambiente, que se sientan bien y que si tienen algún problema que puedan contar conmigo. Cuando eres un chaval solo piensas en querer jugarlo todo y ser importante. Pero yo este año sin jugar tanto me he sentido importante y eso de joven no lo ves.
P. ¿Cómo se gestiona la derrota en un club donde tienes la obligación de ganar, y además jugando bien?
R. Es complicado porque no se puede ganar siempre y jugar bien siempre. Sabemos que cuando no se gana la afición y el club son exigentes, pero creo que eso nos hace tener más éxito porque no te da tiempo a relajarte. Estás 24 horas pensando en el fútbol y eso es importante para, una vez pasado los años, ver todo lo que has conseguido y en parte es gracias a esa exigencia de saber que no está permitido perder en el Barcelona.
P. ¿Y esto los jóvenes ya lo tienen asumido?
R. Sí, pero esto lo consiguen entender con los partidos, con las derrotas y con las victorias. Cuando ganen se darán cuenta de lo que cuesta ganar un título y esto te lo hace la edad. Madurarán, sobre todo con las derrotas importantes, pero esto ocurre en todos los clubes, lo que pasa es que la grandeza que tiene este club, para mí, no la tiene ninguno.
P. ¿Le queda la espinita de haber ganado otra Champions en el Barça?
R. Me hubiese gustado ganar una, dos o tres más, pero es muy complicado. Aunque la que ganamos en 2015 fuimos muy superiores al resto. Esa temporada tenía la sensación de que no nos podía ganar nadie. Nunca antes la tuve y no la he vuelto a vivir.
P. ¿Cómo se lleva pasar de ser tan superiores a ser tan vulnerables en Europa?
R. Es que lo de aquel equipo no era lo normal, lo habitual es lo de ahora: que ganes, que pierdas y que te cueste contra cualquier equipo. Eso es lo normal y lo viven todos los clubes. Cuando te acostumbras a lo bueno, luego tienes que acomodarte a las situaciones que se presenten.
P. Cuando se habla de usted nunca se habla del Jordi Alba defensor y eso que es lateral. ¿Le molesta que solo se hable de su faceta ofensiva?
R. No, porque yo empecé a jugar de lateral con 22 años, toda mi vida había sido media punta o extremo y no había defendido nunca. Defensivamente he mejorado muchísimo, pero nunca ha sido mi fuerte, nunca he sido defensivo, siempre he sido atacante. No escondo que no soy el mejor del mundo defendiendo. Pero a la hora de atacar creo que he tenido un nivel muy bueno y solo hay que ver las estadísticas. Siempre soy el primero que sabe mis limitaciones y he intentado hacerlo todo lo mejor posible. Y de haber estado 22 años sin defender a pasar diez años al lateral, creo que no me ha ido mal.
P. Dentro del campo no tiene amigos. ¿Le molesta que digan que es un jugador polémico?
R. No me molesta porque entiendo perfectamente que la gente que no me conoce pueda tener esa imagen de mí. Estoy seguro de que muchas veces me habré equivocado.
P. ¿Cuál ha sido la vez que más la ha liado?
R. Con compañeros de profesión nunca he tenido ninguna discusión fuerte, he sido más de árbitros, de algún gesto, pero tampoco mucho más. A veces sí que me veía y decía: “Jordi, esto te lo podías haber ahorrado”. Pero la gente que me conoce sabe cómo soy, que me gusta vacilar. Yo también he sido vacilado, pero siempre me han pillado a mí.
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