El Gipuzkoa Basket, con puesto en la final para subir a la ACB pero sin su MVP, un novio a la fuga

Sobre la arena blanca de la playa de Ventnor, en New Jersey, Justin Jaworski (23 años), al que apodan El Tiburón, descalzo, con una impecable camisa blanca, le pidió matrimonio a su novia, Kelly Paige. Se arrodilló ante ella y le entregó el anillo de compromiso. Recibió el sí. Fue hace 22 meses. Empezaron entonces a planificar la boda, que será cerca de Schwekensville, en el estado de Pensilvania, su lugar de nacimiento. Hace unos días, Jaworski viajó a casa desde San Sebastián, donde ha pasado el año, porque la ceremonia es el día 17. Una historia preciosa, como tantas otras parecidas.

La cuestión es que Justin es el jugador más valorado de la temporada en la Liga LEB Oro, el MVP, máximo anotador del campeonato y del play off de ascenso. Juega en el Guuk Gipuzkoa, que el mismo día de la boda, se juega en Burgos el ascenso a la ACB en el segundo enfrentamiento de la final a cuatro frente al cuadro local. En Donostia echan chispas. El jugador que les ha impulsado a la fase final no estará con ellos para el fin de semana más importante de la temporada. “De haberlo sabido antes, no hubiera firmado de ninguna manera”, reconocía el jugador en una entrevista con El Diario Vasco horas antes de viajar a Estados Unidos. En su primera experiencia en Europa, el escolta formado en la Universidad de Lafayette, y que jugó la temporada anterior en Oklahoma City Blues, el equipo donde se foguean las promesas de los Thunders, promedió 19,4 puntos por partido, 2,7 rebotes y 1,9 asistencias. Actuó más de 30 minutos de media en los 38 partidos de la Liga regular.

“Hemos jugado bien cuando Justin no ha tenido sus mejores días y creo que todos debemos dar un paso adelante en todo”, asegura Aitor Zubizarreta, uno de sus compañeros. “Nos alegramos por él, es una buena noticia que se case, le apoyamos como equipo, pero al mismo tiempo ya hemos pasado página”, dice Adam Sollazzo, otro de los componentes de la plantilla del Guuk Gipuzkoa.

Pero en San Sebastián se sienten engañados. “Justin Jaworski no estará presente en la fase final de ascenso exclusivamente por una decisión unilateral suya, avalada por su agente, y en ningún caso admitida ni tolerada por el club”, afirma Ignacio Núñez, el presidente de la entidad. “Gipuzkoa Basket enjuicia esta actitud como un claro incumplimiento de contrato y lejos de sentirse responsable de lo ocurrido, considera que, en todo caso, es la víctima de un comportamiento inaceptable”. En el club están molestos por la decisión del jugador y sus posteriores explicaciones en una entrevista, en la que señalaba que, “antes de firmar, cuando recibí el contrato, lo primero que pregunté a mi agente fue: ‘17 de junio es mi boda, ¿va a ser eso un problema?’. Me confirmó que de ninguna manera sería un problema porque la temporada ya estaría terminada para el 2 de junio”. Pero no terminaba ese día. Jaworski cambió de agente. “Me dijo que no se lo contara al equipo y que si llegábamos a la Final Four ya nos las íbamos a arreglar. Yo estaba realmente incómodo con esa situación, y es por lo que le despedí”.

Pero con su nuevo representante, las cosas no cambiaron. El jugador afirma que intentó modificar la fecha de la boda, pero que fue imposible, y asegura que el club le dijo que no habría problemas, pero “lo que el jugador oculta en su versión interesada es que la conversación del lunes 22 de mayo”, en la que Jaworski dice que el presidente le prometió que cobraría por el tiempo que estuviera en el club, “se produjo como consecuencia de que su agente amenazara por escrito con que el jugador dejaría de entrenarse si el club no accedía a anticipar a antes de su boda la fecha de su vuelo de regreso a Estados Unidos, que estaba fijada para un día posterior a la finalización de la temporada”.

En el Guuk Gipuzkoa prefieren centrarse en la final a cuatro del fin de semana, en la que no podrán contar con su estrella, la que les ha dado el empujón camino del ascenso, pero no olvidan lo que ha sucedido, y han emprendido acciones legales contra Justin Jaworski y su agente. “Para defender sus derechos con una petición de daños y perjuicios en el ámbito laboral, junto a la interposición de una reclamación oficial ante la FIBA por incumplimiento contractual”. Tal como indica Ignacio Núñez, “el club y el jugador firmaron un contrato aún en vigor, garantizado por la FIBA, que finaliza con el último partido de la temporada y en su articulado se incluyen y mencionan específicamente los play off de ascenso y la fase final de ascenso”. Mientras, Justin y Kelly cortan la tarta nupcial.

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