El padre de Messi abre la puerta al regreso del jugador al Barça

La posibilidad de que Leo Messi regrese al Barcelona ha dejado de ser una quimera azulgrana para convertirse en una opción después de que Jorge Messi, padre y agente del jugador, se reuniera durante más de media hora con el presidente barcelonista Joan Laporta. Aunque sus respuestas a preguntas concretas fueran prácticamente monosilábicas, Jorge Messi abrió la puerta a la vuelta del 10 al Barça. Afirmaciones condicionadas como “sí” —sobre si la del Barcelona era la alternativa preferida de Leo— o “me encantaría”, fueron más subrayadas que las dudas: “No hay nada concreto” o “tenemos que hablar de un montón de cosas”, palabras también del propio padre de Messi.

La decisión se espera para los próximos días, más pronto que tarde —incluso se podría tratar de horas— y el desenlace es imprevisible, por más que no conviene descartar que sea el mismo que se dio en el verano de 2021, cuando el Barça renunció a la continuidad de Leo por su crítica situación económica después de los efectos de la pandemia y la mala gestión de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu. La reunión celebrada este lunes en el domicilio de Laporta favorece en cualquier caso a las distintas partes interesadas en el retorno del capitán de la Albiceleste. Todos salen bien parados independientemente del club al que vaya a parar Messi.

El Barcelona se ha desvivido por hacer saber que está muy interesado en recuperar al 10. Las palabras del entrenador Xavi Hernández han sido inequívocas después de hablar repetidamente con el jugador e instarle a que se pronunciara —así lo repitió el domingo pasado en Vigo—. El futbolista recogió el guante del técnico y expresó a través de las palabras de su padre que estaría encantado de volver a vestir la zamarra azulgrana cuando está a punto de cumplir 36 años. Y la Liga no pone obstáculos a la operación ni la avala, ni siquiera después de que apruebe próximamente el plan de viabilidad presentado por el Barcelona. El plácet no supone, sin embargo, la autorización para poder fichar sin condicionantes y negociar el regreso de Messi.

Inscribir a Araujo y Gavi

El club azulgrana no solo se tiene que comprometer a cumplir una propuesta que será revisada por la Liga sino que también necesita rebajar la masa salarial entre 200 y 250 millones después de que se haya vuelto a disparar por encima de los 600 millones, como ya ocurría en la etapa de Bartomeu. La prioridad es inscribir a Araujo y Gabi, actualizar los contratos de Balde, Sergi Roberto y Marcos Alonso, y fichar a un mediocentro defensivo que sustituya a Busquets. La guinda sería reincorporar a Messi. Un plan global que exigirá de inmediato y como contrapartida traspasos de calado como podrían ser los de Kessié, Ferran Torres o Ansu Fati, que ha acabado la temporada con 10 goles después del último marcado en Balaídos.

El Barcelona necesita tiempo y en cambio Messi aspira a una decisión rápida después de quedar desvinculado del Paris Saint-Germain. El Al-Hilal de Arabia Saudí está convencido de que el futbolista aceptará una oferta que supera los 400 millones. También dispone de la posibilidad de firmar por una cantidad menor por el Inter de Miami que compite en la MSL. El deseo del argentino y de su familia, sin embargo, es el de regresar a Barcelona después de que hace dos años tuviera que abandonar por fuerza el Camp Nou. Incluso se ha especulado en algunos medios que Messi aceptaría firmar por dos años con la condición de cobrar un euro más que Lewandowski. Tampoco parece estar al alcance del Barça.

El propio Laporta admitió el domingo, durante la celebración de la Champions que el equipo femenino alcanzó en Eindhoven, que “traer a Messi está difícil; ya veremos”, un anuncio que tuvo una continuidad con un poso negativo. “Quien hace lo que puede no está obligado a hacer más”, según recogió Culemanía. La reunión del presidente azulgrana con Jorge Messi se inscribe precisamente en el marco de escenificar que las dos partes han hecho lo imposible para un acuerdo muy difícil de cerrar por las penurias económicas del Barcelona. “Estoy expectante e ilusionado”, cerro también Xavi en Vigo cuando se le preguntó por Messi.

El entrenador y el equipo azulgrana viajaron después a Japón, tras el último partido de la Liga, para disputar este martes un amistoso en Tokio contra el Vissel Kobe de Andrés Iniesta. El manchego, al igual que Sergio Busquets, Jordi Alba y el propio Messi, también está a la espera de resolver su futuro después de anunciar que a sus 39 años continuará su carrera lejos de Japón. Messi, mientras, quiere volver a competir para preparar la Copa América 2024 después de ganar el Mundial.

El destino del argentino difícilmente será el Barcelona si el club no consigue corregir un margen salarial que le impedirá acogerse al 1/1 y obligará a cumplir la norma del 40% —por cada 100 millones que se ingresa en traspasos y ahorro de salarios solo se puede invertir 40 en nuevos salarios y en adquirir nuevos futbolistas—, un contexto que invita a pensar que la escena vivida en el reencuentro Jorge Messi-Laporta puede ser la primera y, de paso, también la última del nuevo capítulo del 10.

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