El Bernabéu respalda sin fisuras a Fede Valverde: “Fue el mejor del campo”
La grada aclama al uruguayo tras ser denunciado por agredir a Álex Baena y Ancelotti ensalza su partido ante el Chelsea en su semana más convulsa
Antes de acometer al Chelsea, el anfiteatro celebró un acto de apoyo sin fisuras a Fede Valverde, protagonista, de repente, de su semana más convulsa. Cuatro días después de ser denunciado en la comisaría por propinarle un puñetazo en la cara a Álex Baena, el Bernabéu le dedicó la ovación más grande (goles al margen), comprendiendo más los motivos que expuso el uruguayo para justificar su ataque de ira (el jugador del Villarreal se mofó presuntamente de su hijo) que torciendo el gesto por una reacción tan destemplada. Tampoco se esperaba otra cosa. Ya cuando se retiró del calentamiento, tuvo que levantar el brazo como agradecimiento al personal. Pero justo en los segundos previos al silbatazo inicial, la grada rompió en masa a aplaudir gritando su nombre a coro. La escena no fue breve ni protocolaria, sino todo un gesto de respaldo, al que el centrocampista respondió con aplausos, la mano al pecho y la señal de perdón.
Fue el preludio de un convincente despliegue del Madrid y también del charrúa, que dejó un par de tiros lejanos sin tino (uno se marchó arriba y el otro le salió centrado) y, sobre todo, una ración de fútbol enérgico y punzante. Su contador de goles hace tiempo que se frenó respecto al inicio de curso; este miércoles su huella estuvo en su catálogo clásico, con su juego dinámico para robar, subir líneas y amenazar arriba, aunque fuera sin mucho foco ante la portería rival.
“Fue el mejor del campo”, sentenció Carlo Ancelotti. “Puso mucha energía y estuvo muy atento en la presión. El aspecto defensivo lo manejó bien con Kroos y fue espectacular en la recuperación”, añadió el italiano sobre Valverde, que terminó la velada como el madridista con más intervenciones (93). Una de ellas, a la hora de juego, supuso el inicio del final del Chelsea, la acción que terminó de segar a la cuadrilla de Lampard. Filtró un pase en profundidad para Rodrygo que, cuando ya enfilaba a Kepa, fue derribado por Chilwell, expulsado de forma directa.
Hace un año, el cruce contra el Chelsea supuso su estreno en una posición muy específica y muy suya, acostado en la derecha para hacer de todo: ayudar atrás, cementar el medio y pinchar arriba. Se transformó en una especie de factor equilibrador y corrector del resto. El ensayo obtuvo resultados tan buenos que ahí echó raíces. En realidad, hasta hace una semana, desde que Ancelotti ha insistido de arranque con Rodrygo arriba y él ha vuelto a su posición de origen en el centro del campo.
Séptimo gol de Benzema en 10 días
Desde el incidente del pasado sábado, Valverde se ha mantenido en riguroso silencio público sobre lo ocurrido en el aparcamiento del Bernabéu con Baena. Se ha pronunciado por él su entorno y su pareja, Mina Bonino. Este miércoles, él se limitó a hablar sobre el césped. El uruguayo se reivindicó con fútbol en medio de uno de sus momentos más turbios en lo personal.
Mientras, Karim Benzema continuó con su florecimiento primaveral. Anticipó Ancelotti que el último parón de selecciones le había venido de maravilla, exiliado definitivamente de la Francia de Deschamps, y la realidad ha hablado desde entonces de un repunte claro: por goles y también por juego. En su largo invierno, del galo no solo se echó de menos más puntería. Tal vez, lo que menos le faltaba al peso eran dianas. La ausencia en muchos tramos de su fútbol asociativo resultó el principal chivato del tramo gris que estaba sufriendo. Su despliegue contra el Chelsea, especialmente hasta el descanso, mostró de nuevo a un buen Benzema.
Sumó su séptimo tanto en 10 días de abril. Calentó piernas con un triplete al Valladolid, se sació en el Camp Nou con otro hat trick (por primera vez enlazó dos consecutivos) y abrió mecha ante el conjunto blue. Carvajal metió el balón a la olla, Vinicius prolongó en el aire y él remachó. Su gol número 90 en la Liga de Campeones en 149 partidos y, sobre todo, su 21º tanto en los últimos 21 encuentros de eliminatoria europea. Por primera vez, la fase de grupos la había cerrado a cero, pero llegados al punto del torneo en que el camino seguro se convierte en un pedregoso desfiladero, Karim se ha afilado. Sin ser el más brillante contra el Liverpool, ya se apuntó tres de los seis emboques blancos. Con el Chelsea, él encendió el marcador.
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