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De nuevo, Alcaraz frente a los fantasmas del trono

El número uno, sin tregua, pondrá a prueba en Miami el reinado recuperado en Indian Wells con la obligación de ganar y tras la complicada experiencia previa

Alcaraz posa para los fotógrafos con el trofeo de campeón de Indian Wells.Foto: JULIAN FINNEY (GETTY)
Alejandro Ciriza

La historia ilumina de nuevo a Carlos Alcaraz, que después de barrer a Daniil Medvedev (6-3 y 6-2, en 1h 51m) y conquistar por primera vez Indian Wells –su tercer Masters 1000, el octavo título de su carrera y el segundo de este curso–, se dirigió a la balconada en la que tradicionalmente se retratan a los campeones del torneo californiano. Allí, el nuevo número uno del tenis lució trofeo, dentadura y pulgares hacia arriba, posando con las montañas peladas de fondo y feliz por este último éxito que saborea, sí, pero lo justo. Aquí no hay tregua ni descanso. Sin dilación, el murciano cumplió con el protocolo de rigor y sin tiempo para demasiadas fiestas empezó a concentrarse en Miami, destino y examen inmediatos. De costa a costa, Alcaraz no puede despistarse lo más mínimo durante el trayecto: todo lo que no sea ganar en Florida significará la pérdida del trono en favor del desbancado Djokovic, a solo 260 puntos en la lista.

“Novak es uno de los mejores del mundo, así que si quieres ser el mejor, debes vencer al mejor”, apuntaba tras convertirse el domingo en el tenista más joven de la historia –19 años y 10 meses, por los 21 del ruso Marat Safin– en recuperar el liderato del circuito. “Tengo muchas ganas de jugar contra él otra vez; le echamos de menos en esta gira [el serbio no ha podido acceder a Estados Unidos por la normativa sanitaria contra el COVID-19] y esperamos tenerlo de vuelta pronto. Estoy deseando jugar de nuevo contra él”, incidía el de El Palmar, que redondeó una “semana perfecta” y ha abandonado definitivamente ese rincón penumbroso en el que se introdujo contra su voluntad en los últimos cinco meses, salpicados por las dudas, el vértigo lógico de haber roto todos los pronósticos –es también el rey de la ATP más precoz de la historia–, la exigencia de tener que marcar el ritmo y también por las lesiones.

Cuando conquistó su primer grande y ascendió a lo más alto, en septiembre, el chico descubrió un nuevo universo tan atractivo como inestable. El pelotazo del US Open vino acompañado de más y más flashes y le rodeó de expectativas, que hasta entonces había conseguido gestionar de forma inusual. Sin obligación alguna y con todo un mundo por descubrir, el trazado hacia la cima transcurrió por la arista estrictamente positiva. Todo era un plus, nada restaba. Sin embargo, los títulos y su extraordinario potencial le condujeron hacia la esfera de la máxima exigencia. Examinado a cada paso, llegaron los fantasmas. En concreto, cedió su primer partido como referente –contra Auger-Aliassime, en la Copa Davis– y luego tropezó en el estreno de Astaná –frente a David Goffin–, antes de caer otra vez ante el canadiense y retirarse en los cuartos de París-Bercy, lesionado.

“Tiene una diana en la espalda. Con el año que ha hecho, debe darse cuenta de que va a ser el objetivo de todos”, le advertía en octubre Jimmy Connors, uno de esos fenómenos que supo devolverse como pocos en las alturas. El estadounidense permaneció 268 semanas al frente y Alcaraz contabiliza 21, pero se intuye que la cifra puede dispararse de manera considerable.

14 victorias en un mes

“He tenido que luchar contra las lesiones; tuve dos en las piernas en cuatro meses [más otra en el abdominal] y eso es duro. Fue complicado ser fuerte mentalmente porque me perdí varios torneos que quería jugar [Copa de Maestros, Davis, Open de Australia y Acapulco], pero he trabajado muy duro. Lo más importante es creer en ti mismo y en tu equipo”, comenta ahora, sabiendo que tiene por delante un gran reto y que un ejército de rivales le esperan con más ganas, si cabe. A la retención del trono le añade el deseo de unirse a los ocho jugadores masculinos que consiguieron hacer el doblete Indian Wells-Miami (Sunshine Double) en una misma temporada; nombres tan ilustres como los de Jim Courier (1991), Michael Chang (1992), Pete Sampras(1994), Marcelo Ríos (1998), Andre Agassi (2001), Roger Federer (2005, 2006 y 2017) y Djokovic (2011, 2014,2015 y 2016).

Alcaraz celebra su triunfo contra Medvedev en la final del domingo.
Alcaraz celebra su triunfo contra Medvedev en la final del domingo.Matthew Stockman (Getty Images)

Desprende confianza Alcaraz –”aprendo rápido”, “me siento cómodo” y “no dudo de mis tiros”, dice–, sigue agrandándose pese a su corta edad y estas dos semanas volverán a calibrar su consistencia en un terreno que le gusta –marco de la eclosión definitiva, hace un año– y con el 1 en la camiseta.

“Significa mucho para mí recuperarlo. Era un objetivo”, admite y valora, teniendo en cuenta que nueve de los 28 tenistas que llegaron a la cima no pudieron regresar después, entre ellos Nastase, Wilander, Moyà, Kafelnikov, Murray o su propio técnico, Ferrero. “Pero ha sido más fácil porque no está jugando Djokovic”, matiza. “Ir a Miami en esta posición me ayudará para rendir a mi mejor nivel allá”, cierra el murciano, que sonríe a lomos de una racha de 14 triunfos en los 15 partidos que ha jugado en el último mes, y que afronta con seguridad los retos venideros, imponiéndose el disfrutar: “Siento que ya no tengo presión, juego relajado”.

NADAL SALE DEL ‘TOP-10’ TRAS 18 AÑOS

A. C. | Madrid

Mientras incrementa de manera progresiva el ritmo y la intensidad de los entrenamientos, Rafael Nadal quiso enviar un mensaje de felicitación a Carlos Alcaraz. “Enhorabuena por volver al número uno y por el título”, le dedicó a través de las redes sociales precisamente el día que él, de 36 años, salía del ‘top-10’ por primera vez tras 912 semanas instalado entre los más fuertes.

Son casi 18 años (17, 10 meses y 24 días) que ahora se cierran, toda vez que el mallorquín ha caído con la última actualización del listado al decimotercer puesto del listado. Nadal ascendió el número siete de la ATP el 25 de abril de 2005, pero la lesión que sufrió en el el psoas ilíaco en enero le ha impedido defender los puntos obtenidos el curso pasado en esta franja. 

El de Manacor se dañó la musculatura en la segunda ronda del Open de Australia y después no pudo competir en Acapulco, donde también acabó campeón en 2022; la baja le apartó de Indian Wells, torneo en el que alcanzó la final, y tampoco desfilará estos días por Miami. En principio, y siempre y cuando mantenga la evolución, Nadal reaparecerá en la arena de Montecarlo a partir del 9 de abril.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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