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Efectivamente, España añora a Nadal

El equipo de Bruguera se despide en los cuartos ante Croacia tras las ajustadas derrotas de Bautista y Carreño ante Coric (6-4 y 7-6(4) y Cilic (5-7, 6-3 y 7-6(5)

Bruguera consuela a Carreño tras la derrota contra Cilic en el Martín Carpena.
Bruguera consuela a Carreño tras la derrota contra Cilic en el Martín Carpena.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)
Alejandro Ciriza

En el instante en el que cedió el primer punto de la serie, a España le cayó encima una tonelada de hormigón. Si el cruce de cuartos contra Croacia nacía de por sí complicado, dadas las ausencias (Rafael Nadal y Carlos Alcaraz) y el pedigrí de la rival, la caída inicial de Roberto Bautista contra Borna Coric (6-4 y 7-6(4), en 1h 58m) inclinó todavía más el repecho. Cedió el castellonense de entrada y el equipo de Sergi Bruguera quedó expuesto a la más adversa de las situaciones, exigido Pablo Carreño a ganar sí o sí a Marin Cilic y, en el caso de sortear esa primera situación terminal, la indeseable suerte ante el temible dúo Pavic-Mektic. No hizo falta, no se llegó ahí. El asturiano tampoco pudo resolver su turno, extendido a tres sets y 3h 17m (5-7, 6-3 y 7-6(5), y los balcánicos abrazaron las semifinales del viernes frente a Australia.

Se cerró el dilema en forma de thriller, con un desconcertante desenlace en el Martín Carpena. Cuando se había hecho con el primer parcial y parecía tener de cara el duelo, Carreño se enredó, y cuando Cilic le abrió la puerta en el desempate, 4-1 favorable al asturiano, el adversario se levantó y destapó sus mejore golpes. En consecuencia, España se despidió en los cuartos, el mismo puerto en el que atracó contra su voluntad el curso pasado. Se antojaba difícil y se confirmó. La envergadura actual de Croacia –primera selección en el ranking de la Federación Internacional (ITF)– admitió discusión, pero a la hora de la verdad, Coric y Cilic se impusieron en un juego de finísimos equilibrios; más parejo el primero, más radical el segundo. Con 20 aces y 15 dobles faltas, el gigantón sentenció.

Carreño neutralizó un doble break en la segunda manga y la renta que obtuvo en el desempate invitaba a pensar en un cara o cruz final, al menos una intentona en el dobles, pero emergió el mejor Cilic y la esperanza se esfumó. A sus 34 años e instalado en el 17º peldaño de la lista mundial, el veterano croata aún guarda alguna que otra bala en la recámara y esta vez se alió con las líneas. Tuvo fortuna, porque la buscó. Aunque no ofrece la fiabilidad de antaño y quede ya lejos aquel triunfo en el US Open, 2014, sabe navegar en aguas revueltas. Le salió bien su propuesta de extremos y decidió. Ahora, como ya sucediera este curso, España tendrá que jugar una eliminatoria en febrero para desembarcar en la fase final de 2023, salvo que reciba una de las dos invitaciones que concede la organización.

Antes de que él pusiera la rúbrica, Coric y Bautista debatieron prácticamente en todos los puntos, pero el primero terminó imponiendo su mayor determinación. Siempre dispuesto, el castellonense rindió bien, pero su rival lo hizo un dedo por encima. En un pulso muy pulcro desde lo técnico y lo táctico, estratégico por los cuatro costados, el balcánico gestionó estupendamente el acelerón que le permitió arañar el break (4-3) y selló el primer parcial con un ace (12 en total). Antes había anulado con temple la opción de rotura que se procuró el español, al que le faltó filo.

El capitán: “Por un pelo...”

Vencedor en sus seis últimas apariciones en la competición y clave para esta presencia de España en la fase final, Bautista cayó en un ejercicio de desgaste puro y duro. Prometedor en su despegue profesional, pero frenado luego por una grave lesión en el hombro derecho, Coric engarzó este verano el premio más importante de su carrera en el Masters 1000 de Cincinnati y progresa (26 años y 26º del mundo) con la mira puesta en la zona noble del circuito. No tembló, redondeó el tie-break con un saque directo y encarriló para los suyos ante los 9.800 espectadores (pabellón lleno) que torcieron el gesto: a remolque desde el principio. Sin Nadal –actualmente en Latinoamérica para una sucesión de seis exhibiciones en diez días– ni Alcaraz –lesionado desde hace tres semanas–, a la anfitriona de estas Finales no le alcanzó con los secundarios.

“Con Nadal y Alcaraz seguramente hubiera sido muy diferente”, admitió Cilic en la sala de conferencias. “Rafa siempre ha sido un líder y ha disfrutado mucho de este ambiente. Jugando individuales y dobles es uno de los mejores, si no el mejor, de todos los tiempos en la Davis. Y respecto a Alcaraz, creo que ha hecho una temporada fantástica y es una pena que se lesionara en París-Bercy, que no pudiera jugar también el Masters de Turín ni ahora en casa”, añadió el referente de Croacia, superior en un encuentro traducido en un carrusel, cargado de alternativas y resuelto al final con ocho breaks, cuatro por barba.

Bautista, durante el partido contra Coric.
Bautista, durante el partido contra Coric.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

”No ha sido un mal partido. En indoor y contra Cilic... He conseguido darle la vuelta, pero él ha estado muy acertado en los momentos decisivos. Me voy triste por el hecho de haberme quedado tan cerca”, lamentó Carreño, 13º del mundo. “Hemos perdido por un pelo”, precisó Bruguera, de 51 años. “Nos dejamos la vida en cada eliminatoria, para ganarnos tienen que sudar sangre. Competimos como animales, sean cuales sean las condiciones, y eso me enorgullece”, prolongó el capitán, que compatibiliza el cargo con el banquillo del alemán Alexander Zverev y que continuará “si los jugadores quieren”. “Si es así”, concluyó, “yo encantado y si no, también”.

Resuelta por 0-2 la eliminatoria, no llegó a disputarse el turno de dobles y España quedó apartada del sprint final en Málaga. Le faltó mordiente, así que no figurará entre las cuatro mejores. Estuvo ahí todo el rato, pero se quedó corta y los datos reafirman: sin Nadal no hay paraíso. Sin él hace mucho frío.

Desde hace una década, cuando el mallorquín empezó a perder progresivamente presencia en las convocatorias, el equipo ha registrado tantas derrotas como victorias (10) cuando no ha podido contar con él. “¿Si volveré a jugar la Copa Davis? Aunque me gustaría estar en todas partes, no puedo. Simplemente no puedo. Veremos si puedo volver a jugarla otra vez algún día, me gustaría despedirme… Pero no estoy seguro de ello”, expresó la semana pasada en Turín. Y preguntado por EL PAÍS sobre si alberga la esperanza de que el balear pueda retornar en algún momento a la primera línea, Bruguera responde: “No lo sé, esa pregunta es exclusivamente para él. Debe mirar por su físico y por cómo está. Debe escoger bien”.

RESULTADOS DE LA 2ª JORNADA

España, 0 - Croacia, 2.
Borna Coric, 6-4 y 7-6(4) a Roberto Bautista.
Marin Cilic, 5-7, 6-3 y 7-6(5) a Pablo Carreño.

Jueves 24 (Movistar).
A partir de las 10.00: Italia-Estados Unidos.
A partir de las 16.00: Alemania-Canadá.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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