G2, uno de los equipos más importantes de eSports, sanciona a su fundador por grabarse con un reconocido machista
El español Carlos Rodríguez, conocido como Ocelote, queda apartado de la organización por dos meses tras un vídeo con el polémico influencer estadounidense Andrew Tate
Los deportes virtuales no se libran de las polémicas que habitualmente abundan en los deportes tradicionales. Carlos Rodríguez, conocido en las redes como Ocelote, ha sido sancionado por el equipo de eSports que él mismo fundó. G2 anunció ayer un acuerdo con su líder, para apartarlo de la organización durante dos meses, en los que estará suspendido de sueldo. El motivo de su castigo es un vídeo que él mismo publicó, en el que aparecía de fiesta junto a Andrew Tate, un influencer estadounidense abiertamente machista.
Desde que Ocelote fundó G2 en 2014, cuando solo tenía 24 años, el equipo se ha convertido en uno de los más importantes del panorama mundial. Con sede en Berlín, participan en competiciones de videojuegos como League Of Legends, Fortnite, Valorant o Rocket League, entre otros. En 2022, han logado el triunfo en el campeonato de primavera de League Of Legends y se quedaron a un paso de ganar también el de verano, donde perdieron en la final. Cuentan con jugadores de 13 nacionalidades distintas y acumulan, solo en este popular juego de ordenador, 590.000 euros en premios desde que empezaron a competir en 2015. Esta cifra es superior a la del resto de equipos españoles, como Giants, Lions o Movistar Riders.
Ante el revuelo generado por el vídeo de Tate y Orcelote en redes sociales, la primera reacción del líder de G2 fue poner un tuit donde aseguraba lo siguiente: “Nadie va a vigilar mis amistades. Aquí está mi límite. Me voy de fiesta con quien yo quiera”. Sin embargo, sus palabras tras conocerse la sanción fueron muy distintas. “Me siento fatal por la polémica generada y por haberle fallado a los aficionados. G2 siempre estará por encima de mí. Haré lo que sea para proteger a la compañía”, replicó en un nuevo mensaje de Twitter.
Andrew Tate, la persona que ha provocado indirectamente la polémica en G2, es un antiguo luchador de deportes de contacto reconvertido a influencer. Se trata de una figura muy odiada en redes sociales por sus comentarios machistas, algunos de gran calibre como cuando señaló que “la víctima de una violación también es responsable de la misma”. Sus posturas misóginas llegaron a provocar que Twitter, Instagram, YouTube y Tiktok bloqueasen su perfil este año.
Pese a las disculpas oficiales, el fundador del equipo de videojuegos ha seguido dando me gusta a tuits de apoyo a Tate y a mensajes donde algunos usuarios le decían que no debía pedir perdón. La amistad de Ocelote con el norteamericano ha sentado mal entre algunos aficionados a los videojuegos, que incluso hablan de que debe ser cancelado por sus malas compañías.
La gran repercusión que ha tenido un simple vídeo demuestra que el sector de los videojuegos cada vez da más que hablar y que las personas que se dedican profesionalmente a ello son juzgadas por sus actos como personajes públicos. De hecho, grandes empresas como Adidas, Red Bull y BMW patrocinan a G2 y exigen al club virtual y a sus miembros el mismo comportamiento que a un equipo deportivo al uso.
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