La justicia francesa imputa a la exjugadora del PSG Aminata Diallo por orquestar una paliza contra su compañera de equipo Kheira Hamraoui
La presunta agresora fue detenida el viernes y puesta en libertad después de 40 horas, mientras que la víctima rompe su silencio tras cerca de un año: “Pensé que iba a morir”
Aminata Diallo, exjugadora del PSG, fue detenida este viernes por orquestar una agresión contra su antigua compañera de equipo, Kheira Hamraoui, la noche del 4 de noviembre de 2021. Aquel día, dos hombres sacaron a Hamraoui del coche en el que iban las dos futbolistas y la agredieron con una barra de hierro en piernas y manos. Esta semana se han precipitado los acontecimientos del caso, después de que el miércoles y el jueves hayan sido detenidos cuatro sospechosos de haber participado directamente en la agresión. Diallo ha sido señalada como la organizadora del ataque por los cuatro hombres implicados, según el diario L’Équipe. La futbolista, puesta en libertad provisional este sábado 40 horas después de su detención, ha sido acusada por “violencia agravada” y “asociación de malhechores” según el Tribunal de Versalles, responsable del caso. La ex del PSG lo habría planeado para poder ocupar el puesto de Hamraoui en el equipo y en la selección francesa, puesto que ambas juegan en la misma posición. Hace un año Daillo ya fue detenida como sospechosa de la agresión, pero fue puesta en libertad después del interrogatorio.
Este sábado, Hamraoui ha roto su silencio sobre los acontecimientos de aquella noche 10 meses después con una carta publicada en sus redes sociales. La futbolista, después de conocerse la detención de Hamraoui, ha contado cómo han sido los meses posteriores a la agresión que cambió su vida “personal y profesional”, como futbolista y como mujer. “Esa noche pensé que iba a morir cuando dos hombres encapuchados me obligaron a salir a la fuerza de mi coche”, ha contado la futbolista francesa sobre los hechos.
La noche fatídica de Hamraoui empezó con una cena con el equipo y cuerpo técnico del PSG en un restaurante de París. Al terminar la cena la futbolista se subió al coche de su compañera Amina Diallo para dirigirse a casa, a la que no llegó. En el camino, dos hombres encapuchados la sacaron a la fuerza del coche y golpearon con una barra de hierro sus piernas y sus manos. Después del ataque, Hamraoui acudió a la clínica de Poissy, en el extrarradio de París, para que le curaran las heridas. La futbolista ha compartido imágenes de los golpes en la misma publicación en la que cuenta el infierno que ha vivido desde el ataque.
La ex del Barcelona, que fichó por el PSG en julio de 2021, explica en su carta que el objetivo de los agresores era simple: “Eliminar con una violencia extrema mi medio de trabajo rompiendo mis piernas y acabar con mi carrera”. Hamraoui no se queda solo en lo “traumático e injusto” de su experiencia y ha denunciado haber sido víctima de una “campaña de mediática” desde la agresión para hacer pública su vida privada. “Yo soy la víctima. Claramente no soy culpable, pero he callado por pudor. Haber dejado que se instalara un murmullo mediático de violencia nos ha destruido a mí y a mi entorno”, ha expresado la futbolista en la carta.
La rivalidad entre la presunta agresora y la víctima, que también subraya el Tribunal de Versalles, fue señalada desde el principio. “Uno de los atacantes golpeó a Kheira a la altura de sus piernas, como si quisiera evitar que ella ejerciera su profesión por un tiempo”, señalo un trabajador del PSG hace casi un año. Desde que Hamraoui fichara por el equipo, Diallo había quedado relegada a un segundo plano en el once, ya que ambas ocupan el mismo puesto en el centro del campo. Esto mismo pasaba en la selección francesa. Hamraoui había sido parte de varias convocatorias en las que Diallo no había entrado, pero cuando la primera no pudo acudir con el combinado nacional después de la agresión, la segunda fue su sustituta.
En su carta en redes sociales, Hamraoui no acusa a nadie de la agresión, aunque confía en la “justicia para aclarar los hechos y limpiar” su honor. La futbolista insiste en que “este periodo” ha sido uno de los más difíciles de su vida “como mujer y como deportista”, ya que ha sido “insultada injustamente en los terrenos de juego, acosada en redes sociales y amenazada de muerte”. La jugadora, que lleva apartada del equipo más de un mes, también ha tenido problemas con sus compañeras que la acusan por señalar a Diallo como la culpable de la agresión.
La jugadora del PSG hace también referencia al acoso recibido por la relación que tuvo con el futbolista Éric Abidal cuando ambos coincidieron en Barcelona mientras él estaba casado. Esta relación se hizo pública después de la agresión y tanto el exfutbolista como su mujer tuvieron que declarar sobre el caso.
Ahora Hamraoui quiere que esta pesadilla se acabe para volver a centrarse en el que siempre ha sido el objetivo de su carrera: “Convertirme en una jugadora profesional que da lo mejor de mi misma en los terrenos de juego con el respeto de los aficionados”.
La carta de Kheira Hamraoui
No olvidaré jamás la noche del 4 de noviembre de 2021, me ha atormentado noches y días.
Esa oscura noche me ha hecho cambiar mi vida personal y profesional, mi vida de mujer y de futbolista. Esta noche pensé que iba a morir cuando dos hombres encapuchados me obligaron a salir a la fuerza de mi coche. Me golpearon con una barra de hierro apuntando especialmente a la parte de abajo de mi cuerpo. Esa noche, su objetivo era simple: eliminar con una violencia extrema mi medio de trabajo rompiendo mis piernas y acabar con mi carrera.
Después de esta experiencia tan traumática e injusta, he sido víctima de una sorprendente campaña mediática con el objetivo de hacer pública mi vida privada. La finalidad era alejar a la opinión pública de la verdad: yo soy la víctima. Claramente no soy culpable, pero he callado por pudor. Haber dejado que se instalara un murmullo mediático de violencia nos ha destruido a mí y a mi entrono.
Meses después de la agresión, he sido insultada injustamente en los terrenos de juego, acosada en redes sociales y amenazada de muerte. Sin embargo, me he aferrado con todas mis fuerzas a mi pasión y a ser profesional.
Este periodo ha sido uno de los más difíciles de mi vida como mujer y como deportista. Especialmente en lo que se refiere a la selección francesa. Esa historia tan importante para mí, está ahora escrita sin mí.
Confío en la justicia para aclarar la verdad y limpiar mi honor. Estoy impaciente por que mi nombre se asocie de nuevo solo a páginas deportivas y este fuera de las rúbricas judiciales.
Siempre soñé ser una jugadora profesional que diera lo mejor de sí misma sobre un terreno, respetada por los aficionados y por sus compañeras. Espero de todo corazón poder seguir cumpliendo durante mucho tiempo mi sueño de la infancia. Lo que he vivido estos meses es una gran lección de vida. Ahora sólo aspiro a reencontrarme con el placer de jugar y seguir ganando. Hay algo que no ha cambiado después de este drama: La ambición que siento por mis objetivos y por los de mi país.
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