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SIEMPRE ROBANDO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La familia y la tormenta de los Pogba

Quien tiene información delicada sobre alguien y ánimo de difundirla, lo hace; quien la tiene y amenaza con difundirla, quiere dinero

Pogba
Paul Pogba y Kylian Mbappe durante un entrenamiento con la selección francesa.Tullio Puglia - UEFA (UEFA via Getty Images)
Manuel Jabois

En uno de los últimos capítulos de Peaky Blinders, Tommy Shelby, su protagonista, levanta el vaso y hace un particular brindis: “Por la familia, refugio en la tormenta. Y a veces la propia tormenta”. Es un brindis que podrían hacer más de la mitad de los millonarios del mundo, casi todos ricos por familia: su refugio primero, cuando cayeron las herencias; su tormenta después, cuando hubo que repartirlas.

Otro caso habitual: deportistas famosos que tienen que debatirse entre estrambóticas maneras de gastar el dinero, y evitar que sus familiares no accedan a ellas. A veces sin suerte. Este Mathias Pogba, por ejemplo. Hermano de Paul Pogba, en su momento el traspaso más caro del mundo (de la Juve al United). Mathias -en mi cabeza los Matías no son ni siquiera Prats: son todos el abuelo de Médico de familia, y por tanto cada vez que escribo ‘Mathias’ me digo mentalmente “Cheeeechu”- ha colgado un vídeo en redes sociales para amenazar a su hermano y a la agente de su hermano con destapar cosas bárbaras sobre ellos que harán replantearse a sus fans la opinión que tienen de él. Quien tiene información delicada sobre alguien y ánimo de difundirla, lo hace; quien la tiene y amenaza con difundirla, quiere dinero. Y por eso lo han denunciado su hermano y la madre de los dos: por extorsionador. A su propia familia, como si Mathias quisiese darle un vuelo aristocrático a la estirpe Pogba. Hasta Lapo Elkann, heredero de Fiat, necesitó saquear dinero a su familia porque se quedó sin fondos con los que pagar una interminable fiesta con prostitutas y drogas, pero no amenazó con contar secretos de nadie, sino que hizo algo tan noble como fingir su secuestro (con discretísimos resultados, entre otras razones porque las secuestradoras no terminaban de dar el pego).

Es todo un personaje, Mathias Pogba. Y un buen hermano, por lo que parece; la historia de las familias nos enseña que no faltan quijadas, sobran Caínes. Por lo demás, Mathias Pogba es uno de esos jugadores de fútbol cuyo éxito más resonante en su carrera fue salir en El Chiringuito, donde probablemente lo hiciese mejor que en el campo. Hay muchos ejemplos de personas que se hicieron futbolistas, y llegaron a profesionales, para luego poder tener una oportunidad en El Chiringuito, que es algo parecido a lo que hizo Franco, del que decía Torrente Ballester que para poder pasear por el centro de Ferrol vestido de general, montó una Guerra Civil. Hay cerebros que, más que inescrutables, son inexpugnables.

Mathias Pogba, que ha metido a Mbappé en medio de sus amenazas, yo creo que para generar tráfico, como cuando hay que poner Ayuso o Shakira en el titular aunque hables de la vendimia de este año, dice una cosa tan interesante como miserable: que sus informaciones sobre su hermano cambiarán la percepción de la gente sobre él. Claro. O sacas papeles que a saber cómo has conseguido, o sabrás cosas que no sabe nadie, y las contarás sin el contexto de la confianza que tu hermano tiene contigo, editándolas tú mismo en un alocado trabajo que reúna los elementos que conduzcan a un perfil diabólico. De eso los periódicos (malos) y los (malos) periodistas saben mucho; del mismo modo que se puede coger el libro de cualquiera y reducirlo a lo que se quiera eligiendo bien los párrafos que enseñar al público (y la película, y el discurso político, y lo que a uno le apetezca manipular), también las personas podemos ser mostradas a través de la mirada que nos puede hacer más daño. Que sea un hermano y amenace hacerlo por dinero pone el fiasco moral a la altura de la traición. La más vieja del mundo, la de la sangre.

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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