El remo de Carlos Arévalo hace historia en Canadá

Carlos Arévalo, soldado de Regimiento de Infantería Número 3 de Cabo Noval, Asturias, se convirtió este domingo en el primer español en ganar dos oros en unos Mundiales de Piragüismo. A sus 29, este gallego de Betanzos que progresó tardíamente en el deporte de los remos, repitió en el kayak individual lo que había conseguido el sábado en la prueba de equipos el K4, en la embarcación de cuatro palistas. Otro oro colgó de su cuello.

Herminio Menéndez, David Cal, Saúl Craviotto y Teresa Portela, los mitos del piragüismo en España, no pudieron conseguir una gesta igual a la de Arévalo en las tranquilas aguas del lago Banook, en Nueva Escocia. El gallego saltó del barco de cuatro tripulantes al de uno sin preparación específica apenas. No le hizo falta, a juzgar por el impacto de su sprint, imparable en la final de K1 200, dominó la prueba de punta a punta en una jornada que la delegación española completó con una cosecha global de seis medallas, cuatro de oro.

“Ha sido una regata muy dura con viento en contra pero me he encontrado bien y estoy muy contento”, dijo Arévalo, barbudo y ojizarco. “Las sensaciones han sido muy buenas. Ganar el oro en el K4 y ahora en el K1 es lo máximo. No puedo aspirar a más”.

El palista pasó por la meta en 36,43 segundos. Casi tres décimas por delante del kayak de Suecia, dirigido por Petter Menning (36.71) y a casi cuatro del kayak de Hungría, a cargo del multicampeón Csizmadia (38.82). Una inmensidad, considerando las posibilidades que ofrece el sprint de 200 metros, que no se incluirá en los Juegos de París de 2024, pero que permite medir la capacidad de Arévalo en el K4, en donde ha conformado el equipo con más potencial del mundo para asaltar el oro olímpico.

El éxito de Arévalo premia una carrera singular. El palista se llegó a plantear retirarse de la máxima competición después de quedar fuera de la clasificación para acudir a los Juegos de Río, en 2016. Le ganaron Saúl Craviotto y Cristian Toro, que a la postre fueron campeones olímpicos. Arévalo se afanó entonces por entrar en el Ejército y solo después de un largo paréntesis comenzó a prepararse para obtener el billete para los Juegos de Tokio. Allí fue quinto en K1 200 y logró la plata en K4 500 junto a Germade, Craviotto y Cooper. Con los mismos compañeros consiguió ser campeón en el Mundial de Canadá, en la final del sábado.

La expedición de España celebraba el oro de Arévalo cuando María Corbera obtuvo el segundo puesto en la final de canoa C1 200. Tras ser cuarta en la Copa del Mundo de Racice, María firmó una gran final en Halifax, en una prueba que inició bien, con el dominio de la china Lin Wenjun, que cedió ante el poderío de la estadounidense Nevin Harrison (49.87), campeona en 2019, y acabó cediendo en la pugna por la plata con María (50.54) por solamente una centésima.

Triunfo de los equipos

Por último, fue el equipo en canoa, el C4, el que brindó a España su sexta medalla, el cuarto oro de los campeonatos, al imponerse en la prueba de sprint de 500 metros. Integrado por Juan Moreno, Pablo Graña, Manuel Fontán y Adrián Sieiro, el equipo completó la final con una marca de 1m 39.42s, por delante de Polonia y Ucrania.

El C4 500 extendió el gran momento en embarcaciones de equipo de España, que protagonizó un gran final de Mundial con la conquista de dos medallas de oro y una plata. En una final directa, sin clasificación previa, España aprovechó la ausencia en el último momento de Alemania y se proclamó campeona del mundo con superioridad que mostraron Moreno, Graña, Fontán y Sieiro, que aventajaron en 49 centésimas a los polacos Aleksander Kitewski, Arsen Sliwinski, Wiktor Glazunow y Norman Zezula, y en 1:10 segundos a los ucranianos Vitaliy Vergeles, Andrii Rybachok, Yurii Vandiuk y Taras Mishchuk.

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