Jorge Vilda: “Pronto veremos a una mujer entrenar a la selección masculina de fútbol”

Jorge Vilda (Madrid, 41 años) habla en femenino del plural. “Nosotras nunca hemos salido sobradas…”, dice. Sus 13 años al frente de las selecciones femeninas de fútbol le han hecho asimilar el lenguaje inclusivo. Este viernes comienza la Eurocopa y el entrenador se sentará en el banquillo con un grupo que ha esculpido en juego de ataque desde que marcara una era en juveniles. Hoy Vilda es uno de los artífices de la eclosión de las mujeres en el fútbol.

Pregunta. ¿Para cuándo una mujer al frente de la selección absoluta?

Respuesta. Pronto. En cuerpos técnicos de fútbol masculino van a entrar mujeres y una vez que entren van a estar muy cotizadas y muy solicitadas.

P. Habrá un problema con el nombre. No las podremos llamar el míster, que en inglés es, señor. ¿O sí?

R. La míster, será.

P. Suena raro, pero bueno. ¿Algún nombre?

R. Pues Montse Tomé, que ahora mismo es mi segunda entrenadora, por ejemplo. Llevamos cuatro años trabajando juntos.

P. Ha sido repentino el bum del fútbol femenino, ¿por qué ha cuajado ahora?

R. Han pasado muchas cosas. En cuatro o cinco años se han dado varias claves: las instituciones han invertido, los medios de comunicación han proporcionado visibilidad y difusión en televisiones, radios y diarios. A partir de ahí, las mejores han podido empezar a vivir de ello y el nivel aumenta, se llenan estadios, en categorías inferiores empiezan a ganar y hoy la absoluta recoge esos frutos.

P. Antes de cobrar, muchas de las futbolistas deben compatibilizar su pasión con su vida: el sacrificio es enorme.

R. En mi equipo tenemos y hemos tenido biólogas, licenciadas en INEF o Derecho y Medicina, ingenieras aeronáuticas, estudiantes de magisterio, tengo que atinar con lo que digo. No les vale cualquier cosa. Ese es mi reto, las tengo que sorprender y llevo 13 años en esto dentro de diferentes categorías, aunque con muchas, una mirada nos basta.

P. ¿Llegan con la moral alta a la Eurocopa?

R. Sí, que estén con la moral en su justa medida también es algo de lo que debo ocuparme yo.

P. ¿Cuál es la justa medida de la moral?

R. Que tengan confianza pero no estén confiadas. Nosotras nunca hemos salido sobradas.

P. ¿En el fútbol se ha hecho un trabajo concienzudo por romper brecha y llegar a una normalización más allá de la que vive la sociedad?

R. A mí me alegra que ya las reconozcan como futbolistas y que, además, aporten valores. Me hizo mucha ilusión el otro día jugar con la bandera LGTBI. Que ellas aboguen por eso, por la igualdad y la libertad sexual o los porcentajes de primas, que se han currado las capitanas.

Aquí no abundan los tabúes sexuales. Es normal reconocer diferentes opciones.

P. ¿En el fútbol femenino hay tanto problema como en el masculino para reconocer opciones sexuales diversas?

R. No. Aquí no abundan los tabúes sexuales. Es normal reconocer diferentes opciones.

P. ¿Cuándo veremos a un futbolista salir del armario?

R. No sé, en lo masculino no ocurre porque tienen más miedo a las reacciones sociales. Quizás porque crean que eso muestra debilidad. Mis jugadoras son valientes, ellas no se paran ante nada.

P. Está claro, además, que ellas, por dinero, no lo hacen.

R. Lo hacen por puro amor por este deporte, por motivos muy profundos y muy puros. Ahora aprovechan el momento, lo disfrutan y siembran para que las que vienen detrás sepan que pueden llegar a hacerlo.

Las mujeres fingen menos, sacan menos ventaja de la picaresca

P. ¿Lloran menos las mujeres en el fútbol que los hombres?

R. Las mujeres fingen menos, sacan menos ventaja de la picaresca, son más nobles. No ha llegado eso aún y espero que no llegue. Y cuando veo un partido en que se empiezan a tirar, lo quito. Y ahora más, con el VAR vamos a peor en eso. El fútbol es otra cosa, en la Liga Inglesa, a quien finge, lo señalan.

P. Pero, ¿no es el fútbol el arte del engaño?

R. Del engaño no, de la sorpresa sí. El fútbol es el arte de sorprender, no tanto de engañar y siempre dentro de las reglas

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.