Badosa, en busca del clic que se le resiste

Todo ha comenzado a pedir de boca, con una victoria más que aseada frente a la norteamericana Louisa Chirico (6-2 y 6-1, en 56 minutos) y una buena toma de contacto con la hierba de Wimbledon. Sin embargo, a Paula Badosa –citada el jueves en la segunda parada del torneo con la rumana Irina Bara, la 60ª del mundo– le cuesta desembarazarse del rostro serio que la acompaña en los últimos tiempos, en los que se ha adentrado en una zona desértica que intenta abandonar a base de constancia y voluntad. No termina de salir el sol para ella, que aun así confía en que tarde o temprano se invierta la dinámica.

“El clic que me falta es seguir en la línea de trabajo en la que estoy. Entiendo que se pueda pedir más y más, pero creo que estoy bien y que está siendo un año muy positivo”, contesta a este periódico la catalana, que desde que hiciera el año pasado cima en Indian Wells –primera española en conseguirlo– guerrea en el circuito bajo una nueva condición que está aprendiendo a manejar sobre la marcha. Abandonado el confortable refugio del pelotón, le corresponde en esta nueva etapa lidiar con la exposición y el hecho de ser una de las señaladas allá donde va.

“Nunca es fácil ser una de las favoritas”, explica. “Ahora, las rivales juegan muy sueltas contra mí y estoy viviendo un año lleno de nuevas experiencias. Está siendo duro y complicado, pero creo que va a ayudarme mucho de cara al futuro. Ojalá pueda demostrar el nivel de los entrenamientos”, prolonga la de Begur, cuarta cabeza de serie en el grande británico y que comenzó el curso con un destello en Sídney. Sin embargo, el abordaje de la gira de tierra no salió como esperaba y a partir de ahí, dudas y curvas que intentará sortear estos días en Londres, donde hace un año alcanzó los octavos.

Obtenido el nuevo estatus, Badosa (24 años) confía en el día a día y en ese amplio margen de progresión que atesora. No quiere ser una jugadora de momentos, sino reafirmarse entre las más fuertes. Para ello debe superar el bache —cedió en la segunda ronda de Madrid, la segunda de Roma y la tercera de Roland Garros, antes de caer a la primera en el preparatorio de Eastbourne— y reencontrarse con la tenista dominante que deslumbró al cierre de la temporada pasada. Se agarra ella a la rutina, a ese empeño y esa cabezonería que la han conducido a rescatar una carrera, pero ahora precisa de un golpe de timón.

Feliciano caza a Federer

Con solo un ensayo en la antesala de Wimbledon, en el que cedió contra la británica Judie Burrage, pretende que los partidos vuelvan a pasar por su raqueta. “Es muy importante que esté pendiente de mí misma, que sea agresiva y que saque muy bien”, se receta. Así lo hizo ante Chirico, una perita en dulce (236ª) idónea para empezar la andadura en Londres.

A su victoria la acompañaron las de Sara Sorribes (6-2 y 6-1 a Christina McHale) y Roberto Bautista (6-1, 6-0 y 6-2 a Attila Balasz). Perdieron, sin embargo, Nuria Párrizas (7-5 y 6-3 con Claire Liu), Carlos Taberner (7-6(5) con Opelka), Pedro Martínez (4-6, 6-4, 6-4 y 6-1 frente a Alex Molcan), Bernabé Zapata (7-6 (6), 6-4 y 6-4 contra Jack Sock), Roberto Carballés (6-4, 6-1 y 6-1 ante Jordan Thompson) y Feliciano López (6-2, 6-3 y 6-3 para Botic van de Zandschulp). Como consuelo, el toledano, de 40 años, alcanzó el récord de participaciones (81) de Roger Federer en los grandes escenarios.

Mientras, el duelo entre Garbiñe Muguruza y Greet Minnen se suspendió por falta de luz, con 6-4 favorable a la segunda. En la jornada de este miércoles, Carlos Alcaraz afronta (hacia las 17.00, Movistar Deportes) a Tallon Griekspoor.

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