Nadal: “Confío en llegar competitivo”
El mallorquín, que no compite en Londres desde 2019, incide en la mejoría de su pie y en la progresión en su retorno a la hierba: “Claramente, con una línea ascendente”
Rafael Nadal compareció este sábado en la sala de conferencias de Wimbledon antes de comienzo del torneo (del 27 de junio al 10 de julio) y lanzó un mensaje de optimismo. El pie izquierdo, dice, va bien y sus sensaciones durante el proceso de adaptación también son positivas, de modo que confía en aterrizar en la puesta de largo del martes, contra el argentino Francisco Cerúndolo, en óptimas condiciones.
“Estoy disfrutando de jugar en la hierba tres años después”, introdujo el mallorquín, que pisó por última vez el césped de La Catedral en 2019, cuando cedió en las semifinales contra el suizo Roger Federer. “Y si estoy aquí es porque las cosas van bien; si no, no estaría. Estoy contento”, continuó el ganador de 22 grandes, que esta temporada ha conquistado los dos majors disputados hasta ahora (Open de Australia y Roland Garros) y que tan solo hace perdido tres partidos.
En cualquier caso, el desembarco de la hierba exige un plus, tanto por los códigos que rigen el juego y la naturaleza de la propia superficie como por el escaso margen que hay en la transición hacia el verde.
“No sé realmente cómo llego, porque al final es difícil de predecir. Este es, probablemente, el torneo en el que es más complicado hacer una predicción personal. Es una superficie complicada en la que necesitas pasar días sobre ella, y es verdad que en los tres últimos años no he jugado nada sobre césped. Eso lo hace un pelín extracomplicado porque al final la memoria es importante; no es solo el momento actual. Cuando uno tiene una memoria más reciente sobre la superficie, la adaptación es más sencilla”, apuntó Nadal, ausente en las dos últimas ediciones; hace dos temporadas por la pandemia –se canceló el torneo– y el curso pasado por la dolencia crónica en el pie.
“Al final, después de tres años uno se olvida de según qué tipo de cosas, de lo que funciona y de lo que no funciona, con lo cual, uno tiene que ir descubriéndolo de nuevo”, indicó el campeón de 2008 y 2010; “creo que dentro de lo que cabe, ha sido una semana lógica, con momentos mejores y peores, pero claramente con una línea ascendente. He entrenado bastante. Por ejemplo, ayer por la mañana hice un desastre de entreno; me levanté con los ojos cansados, aunque después competí bien por la tarde en Hurlingham”.
Sin días “terribles”
El miércoles, el español, de 36 años, se impuso a Stanislas Wawrinka con holgura (6-2 y 6-3) en el primer compromiso de la exhibición que organiza el club de Fulham, y el viernes cedió contra el canadiense Felix Auger-Aliassime (7-6(6), 4-6 y 1-0(3). No obstante, Nadal considera que si no hay contratiempos inesperados y el pie le respeta, puede abordar el asalto al grande británico con garantías.
“Puedo caminar con normalidad todos los días, cuando me despierto no tengo ese dolor que tuve durante un año y medio. En las últimas semanas no he tenido un día de estos que me duele terrible... En general, soy positivo”, expresó; “hoy he hecho un buen entreno y lo más importante es que los momentos malos cada vez son más cortos. Es una superficie en la que no puedes encadenar momentos malos con tu servicio; es importante que los puedas gestionar al resto, pero no con tu servicio porque te penaliza mucho y con dos juegos malos te puedes ir fuera”.
Y zanjó: “Se trata de un aprendizaje diario que te lo da los entrenamientos y también la competición. He podido jugar dos partidillos en Hurlingham que me han ido bastante bien y he entrenado con gente exigente. Yo confío en llegar competitivo; después, lo que pueda pasar o no se verá en la pista. Cada día que se pueda ganar es un día importante y voy a pelear por ello”.
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