El circuito europeo de golf multa con 116.000 euros a los fugados a la liga saudí
El DP World Tour, más tibio en sus medidas que el PGA Tour, prohíbe también a los jugadores participar en los torneos que comparten ambos organismos
El circuito europeo mueve ficha. El DP World Tour ha reaccionado a la fuga de algunos de sus golfistas a la liga saudí con medidas no tan drásticas como las del circuito americano. El organismo que preside Keith Pelley multará a cada jugador que participó en la cita inaugural de Londres con 100.000 libras esterlinas, unos 116.000 euros, y les prohibirá además disputar los torneos que organizan conjuntamente ambos organismos: el Open de Escocia y el Barbasol Championship, del 7 al 10 de julio (la semana antes del Open Británico) y el Barbacuda Championship, del 14 al 17 de julio. Estas dos competiciones puntúan para los dos circuitos. El PGA Tour ha sido más contundente ante los rebeldes que se unieron a LIV Golf, la liga saudí: expulsó a los jugadores que cambiaron de bando, ha aumentado considerablemente los premios de ocho de sus torneos para la próxima temporada y creará citas internacionales que supondrán unos jugosos beneficios extra. Es decir, frente a la millonada con la que los nuevos ricos han fichado a varias estrellas (255 millones de dólares a repartir en ocho citas entre junio y octubre), el circuito americano ha respondido con la misma fría moneda: el dinero.
Tocar el bolsillo a los disidentes ha sido también la estrategia utilizada por el circuito europeo. El DP World Tour (nueva denominación tras el patrocinio de Dubai) se alió en noviembre de 2020 con el tour estadounidense para la organización de algunas competiciones, aunque son entes independientes y en esta guerra cada uno está librando las batallas por su cuenta. El circuito europeo es el hermano débil en este conflicto, sin el músculo económico y deportivo del estadounidense, y por ello el que más puede salir perdiendo. De ahí la tibieza de sus castigos y la incertidumbre sobre cuáles serán sus pasos en el futuro, si aplicará esta misma vara de medir cuando se juegue el segundo torneo de la liga saudí (en Portland del 30 de junio al 2 de julio) y si impedirá a sus golfistas participar en la Copa Ryder (la siguiente edición es en 2023 en Roma y los estadounidenses inscritos en LIV Golf han sido vetados). El DP World Tour se mueve entre dos aguas: el acuerdo firmado con el PGA Tour y los cantos de sirena del oro saudí. Una unión entre la nueva liga y este circuito europeo crearía un frente mucho más fuerte ante el circuito americano.
“Cada acción que se realiza en la vida tiene una consecuencia y no es diferente en el deporte profesional, especialmente si una persona decide romper las reglas. Eso es lo que ha ocurrido aquí con varios de nuestros miembros”, ha explicado Keith Pelley, director del circuito europeo. “Muchos con quien he hablado en las últimas semanas han expresado la opinión de que los que han elegido esta ruta no sólo les han faltado al respeto a ellos y a nuestro Tour, sino también al ecosistema meritocrático del golf profesional que ha sido la base de nuestro juego durante el último medio siglo y que también será la base sobre la que construiremos los próximos 50 años. Sus acciones no son justas para la mayoría de nuestros miembros y socavan el Tour”, ha añadido Pelley. El dinero de las multas se destinará a los fondos de premios de los próximos torneos del circuito y a causas benéficas.
Cuatro españoles participaron en el torneo de Londres: Sergio García, Adrián Otaegui, Pablo Larrazábal y David Puig. García y Otaegui también disputarán la cita de Londres la próxima semana.
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