Costa Rica se clasifica para Qatar y será el primer rival de España en el Mundial
Los ticos derrotan a Nueva Zelanda con gol de Joel Campbell y cierran la nómina de selecciones con billete para la Copa del Mundo
España debutará en Qatar contra Costa Rica, que se hizo con el último puesto en juego para el campeonato después de una trabajada repesca contra Nueva Zelanda en la que marcó de inicio y padeció después ante la pujanza de su rival, vigoroso en el juego aéreo y el manejo de las segundas jugadas. Tuvo cierta fortuna en momentos clave el cuadro tico, amparado además por el videoarbitraje, que intervino para que se anulase un gol a los All Whites cuando el partido transitaba hacia el medio tiempo. Fue el canto del cisne neozelandés, que tras el receso perdió el hilo que le llevaba hacia la portería de Keylor Navas.
En realidad lo que ocurrió fue que el técnico colombiano Luis Fernando Suárez maniobró con prestancia para resolver un grave problema que asolaba a su equipo. Un gol en el primer ataque pareció anunciar un partido plácido para su equipo. Lo fabricó Bennette, un chico a punto de cumplir los 18 años, una sorpresa en la alineación y también para la zaga de Nueva Zelanda, incapaz de detectarlo en una acción en la que sacó un centro atrás que remató a la red Joel Campbell, aquel delantero bullidor que pasó por el Villarreal y el Betis en dos etapas. Apenas habían transcurrido dos minutos de partido.
El sopapo metió a Nueva Zelanda en el partido porque, además, el equipo tuvo el acierto de explotar aquello en lo que realmente es fuerte. Encontró su fútbol, más elaborado que en otros procesos mundialistas, pero con un final conocido: la búsqueda de la referencia de Chris Wood, el ariete del Newcastle, un típico delantero de las islas nacido en las antípodas, con cuerpo y oficio para ganar centros y bajarlos a la llegada de la segunda línea. Fue así como Nueva Zelanda no dejó de enviar avisos. A los 11 minutos Greive remató cerca del palo una dejada de cabeza de su compañero. Casi de inmediato hubo una réplica, esta vez para que Garbett dejase otra advertencia. Antes del cuarto de hora, incluso Wood se aplicó de nuevo, esta vez en el remate, para que Keylor se desperezase.
Costa Rica se difuminó porque no tenía capacidad para mover la pelota ante un oponente desplegado que acudió a buscarle y a exigirle en los duelos. El partido viró a lo físico y los ticos parecieron alevines en ese escenario, faltos de contundencia, lejos de la agresividad de su rival. Llegó un gol neozelandés, un remate del inevitable Wood tras un grosero error de Tejeda en el despeje, pero el VAR observó una falta previa en una pugna de Garbett con Duarte.
Fue así, entre empellones, como Costa Rica llegó viva al receso. Y ahí el entrenador no tuvo dudas e hizo tres cambios que contuvieron la sangría. Le dio cancha a Bryan Ruiz para ayudar en el manejo de la pelota, a Carlos Martínez para encontrar salidas por la banda derecha y, sobre todo, nutrió la defensa con el mastodóntico Waston, un antiaéreo que necesitaba como el comer. Se cerró además en torno a una zaga de tres centrales y así le quitó la iniciativa a Nueva Zelanda, que fue de mal en peor: con más de media hora por jugar se quedó con diez hombres por una imprudencia de Barbarouses, un futbolista que acababa de entrar al campo y cazó de manera alevosa uno de los tobillos de Calvo.
Pero ni en inferioridad se rindió Nueva Zelanda, competitiva y orgullosa, que exigió a Navas un vuelo a la escuadra para sacar un intento de Lewis, llenó el campo de futbolistas de ataque y buscó atajos para llegar al área. Pero para entonces Costa Rica ya era una pared. El 23 de noviembre iniciará su sexto Mundial, el tercero consecutivo, frente a España.
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