Curry se echa a los Warriors a la espalda y empata la final de la NBA contra los Celtics
El genio de la estrella del equipo de San Francisco, que anotó 43 puntos, lleva a los suyos a una trabajada victoria a domicilio (107-97)
Faltaba poco más un minuto para el final del tercer cuarto cuando Gary Payton II recibió la pelota en la línea de tres. Tenía tiempo y tenía tiro, pero también andaba por ahí cerca Stephen Curry, así que le dejó el balón y le dejó el sitio: ¡para qué molestarse en otra cosa! Payton se quitó de en medio y la estrella de los Golden State Warriors encestó su sexto triple de la noche: 33 puntos llevaba ya el base para entonces.
La jugada resume bien lo sucedido en el cuarto partido de la final de la NBA, al que los Boston Celtics llegaron encabezando la eliminatoria (2-1) y se fueron con la decepción dibujada en el rostro. Los Warriors, que en los momentos decisivos de la noche del viernes equivalió a decir “Curry”, quien se lesionó en el último partido y por poco no cuenta para el cuarto, ganaron (107-97) en la cancha de los Celtics, arrebatándoles el sueño fácil de una eliminatoria aún más fácil. El próximo asalto será el lunes en San Francisco.
Las cosas parecieron posibles durante buena parte del encuentro para el equipo de Boston, que lo tuvo por la mano durante 42 minutos y llegó a la mitad con una magra ventaja (de cinco puntos) que no cedió en el tercer cuarto, y eso que, es sabido, los terceros cuartos son la especialidad de los de San Francisco.
Pese a que los locales arrancaron los minutos finales con decisión, no hallaron en ningún momento el modo de zafarse en el marcador en un partido pegajoso, que resultó chato casi todo el tiempo, de no ser por las acrobacias de Curry, que anotaba en posiciones más propias de una gimnasta artística (como Aly Raisman, que estaba entre el público) que de las leyes físicas del baloncesto.
Cuando en el último cuarto metió el primero de la serie de tiros libres con la que cerró su marcador en los 43 puntos, algunos de los seguidores de los Celtics empezaron a abandonar el estadio TD Garden. Y no se puede decir que no lo hubieran dado todo. Ellos habían hecho su parte, animando tan alto como la ocasión merecía: es la primera vez que su equipo les trae una final de la NBA a casa en 12 años. Hasta parecieron capaces de neutralizar con sus gritos al indomable Draymond Green, de los Warriors, al que le dedicaron una burlona ovación en pie diseñada para crispar los nervios de cualquiera.
Al final, se impuso Curry, que, llueva o salga el sol, no falla: ha sido el máximo anotador de los cuatro partidos de la final hasta ahora, con 34, 29, 31 y 43 puntos respectivamente. Y el viernes, que acabó con siete triples, 10 rebotes y cuatro asistencias, se convirtió en el primer jugador en anotar al menos cinco canastas de tres puntos en cuatro partidos consecutivos de una final (la NBA es así: siempre hay una estadística a mano cuando la necesitas). Es justo decir que por el lado de los Warriors también contaron Andrew Wiggins (17 puntos y 16 rebotes) y Klay Thompson y Jordan Poole, que juntos aportaron 32 puntos.
Los Celtics, por su parte, pagaron su bisoñez ante un equipo ciertamente más experimentado en este trance. Además, fue otra noche decepcionante para su estrella, Jayson Tatum, que solo marcó 8 de 23 tiros, anotó 23 puntos y perdió seis veces la pelota.
Tras estos primeros cuatro partidos, Celtics y Warriors parecen tenerse cogida la medida y la disputa se desliza más bien hacia un juego de a ver quién pestañea primero. La siguiente cita es el lunes en el Chase Center de San Francisco. Tras las rondas de dos partidos seguidos en cada una de las costas, la eliminatoria se adentra ahora en la alternancia, encuentro a encuentro, entre las dos ciudades. Así que el ganador de la NBA se proclamará el próximo jueves en Boston o bien el domingo en California.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.