Sarabia marca y Llorente corre por todos
El extremo es junto a Unai Simón y Gavi el único que ha jugado de inicio los tres partidos y el volante da una exhibición física
Cuando Unai Simón se dirigió a la portería que le tocaba guardar en el primer tiempo debió sentirse como en casa. El fondo estaba invadido de españoles, hijos de la inmigración de mediados del siglo XX. Segundas y terceras generaciones de aquellas familias que encontraron en Suiza prosperidad económica y libertad se agolpaban en los aledaños del estadio de Ginebra ávidos de ver en acción a la selección de sus orígenes.
El portero del Athletic, junto a Gavi y Pablo Sarabia forman el trío de jugadores que han participado en los tres encuentros de esta Liga de Naciones. Los tres también están encuadrados en el grupo de futbolistas que son apuestas personales de Luis Enrique. ”Unai Simon no me pone nervioso, ni Robert Sanchez, ni David Raya. Nuestro portero tiene que generar la primera superioridad. Unai es un experto en la toma de decisiones. No sé otra manera de jugar y no quiero saberla”, dijo Luis Enrique. “Estoy contento por la personalidad, por la actitud, porque hemos marcado y hemos querido marcar el segundo, aunque no lo hemos podido conseguir. El error de la segunda parte ha sido no tener más el balòn en campo contrario, hemos querido ir demasiado rápido”, prosiguió el técnico español. “Es un partido positivo porque nos permite depender de nosotros en un grupo muy difícil. Suiza llevaba ocho años invicta en partido oficiales en su casa, 23 partidos, y hemos temido la fortuna y la personalidad de ganar”.
Si Unai Simón mantuvo habitual calma para jugar la pelota con los pies y Gavi se mostró tan alborotador y fajador como siempre, Sarabia volvió a dar otro golpe en la mesa como pieza incuestionable para el seleccionador. El suyo es un caso palmario de meritocracia. Desde que se plantó en la concentración de la pasada Eurocopa como el último de la lista, su ascensión en las preferencias de Luis Enrique es incuestionable. A la cita del europeo llegó con el cartel de ser un suplente incómodo por rendimiento para Neymar, Mbappé y Di María. “No mes esperaba aquella llamada, fue clve en mi carrera”, admitió anoche Sarabia, Entre los entrenamientos y los partidos amistosos previos alcanzó un estatus del que aún no se ha bajado. Su paso este curso por el Sporting de Portugal respondió a la necesidad de encontrar un club con exigencias en el que también tuviera garantizada la titularidad. Sus números con el conjunto lisboeta han avalado su decisión: 22 goles y nueve asistencias. El tanto que marcó anoche supuso su octavo gol en la selección en 21 partidos. Un tanto cada tres partidos es un registro notable para un extremo que busca un nuevo acomodo para no perder el tren del Mundial al que lleva ya un año subido sin que nadie se lo discuta. Atlético de Madrid y Sevilla están al acecho. En el club rojiblanco tendría un hueco muy claro si Yannick Carrasco es traspasado. “Estoy en mi mejor momento, tomaré una decisión al final de estos partidos”.
El tanto que marcó Sarabia se lo regaló Marcos Llorente, que se estrenaba como titular en esta ronda de cuatro partidos que finaliza el domingo, en Málaga, ante la República Checa. El volante del Atlético de Madrid se ha ganado a Luis Enrique por su polivalencia y, por como sucede con Simeone, porque el preparador gijonés también considera un lujo prescindir de sus pulmones y de sus piernas. Llorente es una impureza en el fútbol tocado que pretende Luis Enrique. Apenas entra en los circuitos de balón del juego interior, pero sus rupturas al espacio son un recurso que el seleccionador español pretende explotar. La primera embestida de España fue un desmarque suyo y un centro raso que no encontró rematador. Si encontró en la siguiente ocasión a Sarabia tras recuperar la pelota en el pico del área y ganar la línea de fondo.
El partido de Llorente fue una exhibición de despliegue físico que fue jaleada por Luis Enrique. Sus transiciones en defensa aliviaron al seleccionador español en un par de contragolpes con los que amenazaron los suizos. A falta de ocho minutos, el centrocampista rojiblanco fue reemplazado por Carlos Soler. En la esquina del área técnica, como con Sarabia, le esperaba Luis Enrique para felicitarle por su actuación.
El sufrimiento se apoderó del técnico español en los últimos minutos. Una salida arriesgada de Unai Simón y un mal despeje de Diego Llorente sacaron de quicio a Luis Enrique, al que se le apreció su desazón por la falta de control en los últimos minutos y su delicadeza para frenar y proteger a un niño que saltó al campo con el partido finalizado. Y le quedó el consuelo de la victoria, que mantiene vivas las esperanzas de España, de llegar a los dos partidos de septiembre con posibilidades de lograr el primer puesto que da acceso a la final a cuatro.
España marcha segunda del Grupo 2 a dos puntos de Portugal. El próximo domingo a las 20:45 se disputarán el Suiza-Portugal y el España-República Checa.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.