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Nadal se engrasa ante Isner en Roma

El mallorquín corrige un arranque flojo contra el estadounidense (6-3 y 6-1) y se medirá con Shapovalov en octavos: “He estado seis semanas sin tocar una raqueta”

Nadal Masters Roma
Nadal devolvía la pelota durante el estreno de este miércoles contra Isner en Roma.ALBERTO LINGRIA (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Acaba de cerrar Rafael Nadal el duelo con el gigantón John Isner (2,08), pero el triunfo (6-3 y 6-1, en 1h 16m) le sabe a poco. En dirección a la red para el apretón de manos con su rival, el balear dirige la mirada a su banquillo y la instrucción a Francis Roig, el técnico que le acompaña estos días en el Foro Itálico, es clara: “Pide pista. Pista…”. No quiere perder el balear un solo segundo, consciente de que su cuerpo y su juego demandan más rodaje, y de que el escollo en la siguiente estación, el canadiense Denis Shapovalov, exigirá subir otro escalón.

Ha cerrado el partido con un derechazo, pero al drive la ha costado despertar. Durante más de media hora, el golpe maestro no terminaba de carburar; en realidad, nada que no contemplara de antemano, puesto que mes y medio en la reserva es mucho tiempo, y los automatismos tardan en regresar. Tras la reaparición de la semana pasada en la Caja Mágica de Madrid –un escenario más bien tramposo, porque la altura complica mucho el control de la bola–, el campeón de 21 grandes busca en Roma el empujón necesario para llegar fino a Roland Garros.

“Mi cuerpo es como un coche antiguo, necesita tiempo para volver a arrancar”, explicaba a su llegada a la capital italiana, tras la derrota frente a Carlos Alcaraz en los cuartos. “Tengo casi 36 años, ya no tengo 19, por lo que siempre se necesita tiempo para recuperarse. Pero estoy feliz de estar aquí, un lugar que me encanta y donde tengo tantos recuerdos increíbles”, precisó el de Manacor, que posee 10 títulos y suma 69 victorias en el torneo, su segundo Masters 1000 más prolífico después de Montecarlo (11/73). Ha triunfado en tres de las cuatro últimas ediciones y defiende el trono.

Arranca otra vez Nadal con buen pie, pero el cruce con Isner (37 años, 27º de la ATP) deja ver que todavía queda mucho trabajo por delante. El norteamericano ha dispuesto de dos opciones para desnivelar a su favor el partido en el primer set, pero primero ha escupido la bola hacia el pasillo y después se ha empachado en el intento por encontrar un ganador. El indulto le cuesta muy caro. Acto seguido, el español, que no terminaba de soltar bien el brazo y estaba atascado con el primer servicio, agradece otro regalo –una volea clarísima a que se queda en la red– y encadena un parcial de 9-1 para acceder a los octavos.

“He acabado mejor de lo que empecé, no hay duda. El principio no fue bueno para mí. Él tuvo opciones al resto, no fueron bolas muy difíciles y falló, pero la cosa estaba en sus manos. Luego tuve suerte y fue capaz de hacer el break. Hice otro al principio del segundo y todo cambió”, reconstruye el número cuatro del mundo, que ha cometido solo nueve errores y esta semana ha redondeado una oda a la regularidad: son ya 800 instalado entre los cinco mejores del circuito, estrato que alcanzó por primera vez hace 17 años.

“No tengo la forma de principios de año porque he estado seis semanas sin tocar una raqueta”, recordaba el día anterior. “No ha sido fácil, pero estoy tratando de darme la oportunidad de jugar bien en Roma y, por supuesto, de estar listo para Roland Garros. Ahora, no juego por otra cosa que no sea mi felicidad; a mi edad, he realizado el que probablemente sea el mejor inicio de temporada de mi carrera, así que no sería justo quejarme”, incidía Nadal, citado con Shapovalov este jueves y que en unas hipotéticas semifinales podría toparse con el serbio Novak Djokovic.

Crisis de Muguruza

El curso pasado, el jugador canadiense (23 años, 16º del mundo y zurdo) lo obligó a remontar en Roma, e incluso dispuso de dos oportunidades para cerrar el partido. Escapó Nadal, que también tuvo que exprimirse para rendirle esta temporada en los cuartos del Open de Australia; en esa ocasión, Shapovalov logró conducir el pulso al quinto set pese a haber comenzado con dos parciales en contra, pero el balear reaccionó. Sobrevivió el de Manacor y aquella victoria supuso un punto de inflexión, hacia el destino ya conocido: el 21º grande.

“Sé lo peligroso que es, así que tengo que jugar mejor que hoy. Ahora tengo la oportunidad de jugar contra otro gran jugador y, repito, de hacer mejor las cosas que al principio de este partido”, expone Nadal, acompañado por Paula Badosa (6-2 y 6-1 a Aliaksandra Sasnovich). “Llegados a este punto, más que los rivales, soy yo el que tengo que mejorar y voy a trabajar para ello”, agrega en una jornada que significa el adiós de Pablo Carreño (6-4, 2-6 y 6-1 ante Karen Khachanov) y también el de Nuria Párrizas (6-3y 7-6 (4) favorable a Bianca Andreescu) en el cuadro femenino.

Muguruza, durante el partido contra Putintseva.
Muguruza, durante el partido contra Putintseva.FABIO FRUSTACI (EFE)

No obstante, el mayor revés se lo llevó Garbiñe Muguruza, eliminada por Yulia Putintseva cuando tuvo la victoria prácticamente en la mano. La española, décima en la lista mundial, llegó a estar a dos puntos del triunfo (5-4 y 30-0 en el segundo set), pero inexplicablemente patinó y se despidió (3-6, 7-6(4) y 6-1, tras 2h 17m).

La ex número uno, de 28 años, atraviesa por un momento delicado. Una dolencia en el hombro izquierdo la apartó de la competición durante mes y medio, y a su vuelta perdió en la segunda ronda de Madrid. No ha logrado enlazar tres victorias en ninguno de los siete torneos que ha disputado este año: Sídney (cuartos), Australia (2ª), Dubái (2ª), Doha (cuartos), Indian Wells (1ª), Madrid (2ª) y Roma (1ª).

“¿ALCARAZ? DEJÉMOSLE DISFRUTAR...”

A. C. | Madrid

Durante su intervención ante los periodistas, Nadal fue preguntado una vez más por el explosivo despegue de Carlos Alcaraz, reciente ganador en Barcelona y Madrid. La comparación entre ambos es permanente, pero el balear considera que los paralelismos tan frecuentes pueden llegar a ser perjudiciales para el murciano, de 19 años. Así lo expuso este miércoles, dejando entrever cierto hartazgo.

Preguntado por quién era mejor a esa edad, se explayó. “No lo sé, porque no sé ni cómo era yo mismo. Lo único que podemos hacer es disfrutar de la carrera de un jugador increíble como él. Será mejor dejar de compararlo conmigo. Si es capaz de ganar 25 grandes, será algo increíble para él y para nuestro país, y estaré feliz por él. Pero dejémosle disfrutar de su carrera”, demandó.

“No podemos estar todo el tiempo pensando en cómo fue y cómo es hoy. Él es lo que es. Es fantástico. No diré de mí mismo que fui magnífico, pero creo que también fui bastante bueno. Eso es todo. Diferentes momentos, diferentes carreras; diferente forma de abordar las cosas porque los tiempos están cambiando. Pero disfrutémoslo. Eso es todo. No le pongamos presión extra. No me preguntéis cada vez. Cada vez que me vayáis a preguntar, diré lo mismo”, continuó.

Y zanjó: “Es súper bueno para nuestro deporte. Honestamente, de una manera egoísta, como un espectador, tener a alguien como él, al que vamos a tener la oportunidad de disfrutar durante los próximos años, es genial. Pero ahora sigo jugando. Estoy enfocado en tratar de hacer las cosas que necesito hacer. Eso es todo”.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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