Carlos Alcaraz levanta a la Caja Mágica
El murciano congrega a 10.000 personas en la noche contra Basilashvili (6-3 y 7-5) e iguala a Tsitsipas y Rublev como jugadores con más victorias (24) esta temporada
El Club Dejaditas Alcaraz luce con orgullo su bandera una y otra vez. Ya es medianoche y los dos muchachos que la sostienen en lo alto de la tribuna de la Caja Mágica gozan sin parar, entusiasmados con el juego del chico maravilla. Las palmas de los aficionados se enrojecen y los glúteos se tonifican de tanto subir y bajar, de hacer la sentadilla cada vez que el murciano hace una de las suyas ante Nikoloz Basilashvili, cada vez que genera y percute con esa derecha, ese revés y ese martillo que llega a disparar la pelota a 223 kilómetros por hora en el servicio. El georgiano aprieta al inicio del primer asalto y más en el segundo, pero lo hace solo para ganar tiempo: 6-3 y 7-5, en 1h 23m.
Alcaraz, que juega por primera vez con la vitola de top-10, vuelve a la central madrileña por todo lo alto después del breve paso del año pasado, cuando venció a Adrian Mannarino en la apertura y después chocó con la inmensidad de Rafael Nadal el día que celebraba la mayoría de edad. Sucedió de tarde, con luz natural. Ahora reaparece bajo los focos, con la pista techada y el duelo comienza a las 22.50; se prolonga una jornada maratoniana que congrega a 10.000 asistentes y que finaliza a las 00.13 y con fortuna, cuando la bola toca la cinta, sella el acceso a la siguiente ronda –frente a Cameron Norrie o John Isner, citados este miércoles– y se entrega al calor de la grada, brazos en alto.
“La verdad es que me siento agradecido por toda la gente, he sentido el cariño del público de la Caja Mágica y me siento afortunado de poder vivir este tipo de momentos y de que me quieran tanto”, dice a los diez minutos de cerrar el partido, rodeado de micrófonos en uno de los costados de la pista. Esta vez no habrá rueda de prensa porque el tiempo es oro y se acostará muy tarde: primero la recuperación, después algo de cena y tras el desplazamiento hasta el hotel, para acabar, la difícil transición hacia el sueño después de una velada de alta adrenalina.
“Muy contento de haber sacado el partido, era un jugador muy difícil que le pega duro. Había que mantener el ritmo e intentar que no dominara. El principio de cada set me ha costado, pero al final lo hemos sacado”, valora. Lo hace Alcaraz como el tenista que más victorias (24) ha conseguido esta temporada junto al griego Stefanos Tsitsipas y el ruso Andrei Rublev. “Soy un jugador que lucha hasta la última bola, el espíritu de pelear cada bola me hace sacar estos puntos. Que toda la gente se levantara ha sido increíble, espectacular”, describe cuando se le pregunta por el punto de la noche, culminado con un globo tras las carreras de un lado al otro y el asedio del georgiano.
Dice que hubiera preferido jugar en un horario más prudente, pero la organización exprime la sensación del presente. Aun así, el recinto roza el pleno antes de una jornada laboral. “Sin palabras que haya tanta gente a estas horas… Que la gente se quedara para ver mi partido y animarme es algo que agradezco muchísimo”, aprecia el reciente ganador del Godó. “Si hace un tiempo me dicen que esto va a ser así no me lo hubiera creído, que tanta gente a estas horas un martes estuviera viendo mi partido… Te diría que estás loco. ¿Nadal y yo en cuartos? Aún tenemos que mostrar un buen nivel tanto Rafa como yo”, se despide de los periodistas.
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