Madrid o cuando el público te ayuda a ganar

Competir en casa es un privilegio, especialmente en un deporte tan itinerante como el tenis. Una suerte que debemos valorar siempre que tenemos la oportunidad de disfrutarlo. Estos días los mejores jugadores del mundo compiten en el Mutua Madrid Open, un torneo que ya cumple 20 años en la capital de España. Una realidad que siempre hay que valorar como se merece.

El evento se ha consolidado como una cita clave en el calendario y en una de las paradas de mayor prestigio en la temporada de tierra batida. Su crecimiento ha sido constante y, por primera vez, se ha establecido como un torneo de dos semanas.

Tener la suerte de jugar ante familiares y amigos, sentir un calor sincero de la gente, que emplea su tiempo y dinero para venir a apoyarte, es una de las sensaciones más hermosas que puede sentir el deportista. Ese aliento es un impulso extra que se ve en todos los partidos: cada vítor, cada pancarta o cada vez que tu nombre resuena en un estadio es un impulso tan poderoso como el mejor golpe.

Las chicas tienen un peso especial en el único torneo femenino que se celebra en España. Desde la inclusión de la competición WTA en el año 2009, un período que tuve la fortuna de vivir, regresar cada temporada a la Caja Mágica ha sido una de las grandes ilusiones para seguir dando lo mejor en cada entrenamiento. Aunque ninguna jugadora española ha logrado ganar el torneo hasta el momento, las ganas con las que se afronta esta competición siempre son especiales.

Esta temporada, Paula Badosa, Garbiñe Muguruza, Sara Sorribes y Nuria Párrizas pueden competir con el público a favor. Todas superaron su primer partido en Madrid (no el segundo, en el caso de la primera y la última) y eso habla a las claras de la buena conexión que hay con la afición. El público te ayuda a ganar partidos, especialmente en un país tan pasional como España.

Los chicos volverán a estar bien arropados una temporada más. Acostumbrados a las gestas de Rafa, con cinco trofeos de Madrid, este año la competición trae emociones especiales. Nadal regresa tras varias semanas apartado de la competición por lesión, y el cuadro también dará la bienvenida a Djokovic, que sigue ejerciendo como número uno en una temporada más atípica de la habitual.

Además, una gran expectación estará puesta sobre Carlos Alcaraz. Con apenas 18 años, ha logrado ganar tres de los grandes torneos del año, triunfando en la tierra batida de Río de Janeiro y Barcelona, con la gran victoria del Masters 1000 de Miami como principal aval de la temporada. Ya es un fenómeno de masas y Madrid debe arroparle. Él se lo ha ganado con su esfuerzo.

El tenis español tiene una salud enorme. Pablo Carreño, finalista en Barcelona, y Alejandro Davidovich, subcampeón en Montecarlo, también exhibirán su fuerza en la tierra batida de Madrid. Es una fiesta del tenis, pero también una oportunidad para agradecerles con ánimos toda su entrega.

Madrid cumple dos décadas disfrutando de tenis de nivel mundial en la puerta de casa. Valoremos lo que significan estas palabras y seamos conscientes de la fortuna que tenemos.

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