Mino Raiola, el superagente de futbolistas, en estado crítico

Mino Raiola (Nocera Inferiore, Italia, 1967), uno de los agentes más importantes del mercado futbolístico actual y el hombre que cambió las reglas de la compraventa de jugadores imponiendo a los clubes sus métodos y sus desorbitadas comisiones, se encuentra en estado crítico, según señaló el hospital de San Raffaele de Milán, donde se está ingresado. El empresario, protagonista de las grandes operaciones de los últimos años, atraviesa desde hace meses graves problemas de salud. Las primeras informaciones de los medios italianos anunciaron el jueves por la mañana su fallecimiento. De hecho, todos los periódicos transalpinos la dieron por cierta, provocando una réplica general del error en los medios internacionales, incluido este periódico, que informó sobre su muerte. Su médico, Alberto Zangrillo lo desmintió poco tiempo después, aunque admitió que luchaba por sobrevivir en una situación extremadamente frágil. “Está muy grave y combate por su vida”, señaló mostrando su indignación por la sucedido.

Raiola es el agente de jugadores como el sueco Zlatan Ibrahimovic, el francés Paul Pogba o el holandés Matthijs De Ligt. Pero, sobre todo, es el hombre que estaba negociando ahora el nuevo destino del jugador noruego Erling Haaland, uno de los grandes fichajes de este verano. Una operación que podría ahora verse afectada por esta situación. Su estado de salud es crítico, confirmó también su mano derecha en la agencia de representación. Pero eso no impidió que desde su cuenta de Twitter ironizase -el propio Raiola o alguien de su entorno- con la situación y desmintiese su propia muerte: “Estado de salud actual para los que se preguntan: cabreado, por segunda vez en 4 meses me matan. Parecería también capaz de resucitar”.

El representante italiano emigró siendo un niño a los Países Bajos, donde creció y jugó en el equipo juvenil del HFC Haarlem. Raiola se dio a conocer en 1993 con la negociación del fichaje del entonces joven delantero neerlandés, Dennis Bergkamp, al Inter de Milán. En 2001 colocó a Pavel Nedved, que entonces jugaba en la Lazio, a la Juventus por 41 millones de euros (donde ganó el Balón de Oro). Una operación que apuntaló su nombre en el calcio -hoy su principal mercado junto a Holanda- y le permitió entablar hasta hoy una fructífera relación con la Juve a través de jugadores como Pogba, De Ligt o el propio Ibrahimovic, quizá su jugador franquicia y al que ha movido más por el mundo.

Zlatan Ibrahimovic era cuando conoció a Raiola la estrella emergente del Ajax. Prometía, pero no acababa de despegar. Cansado de que le comparasen con Marco Van Basten y desatado ya su apetito por ser el número 1, llamó a un amigo periodista para que le recomendase a un agente. Recibió dos opciones: la agencia que llevaba a David Beckham o un tipo al que su interlocutor consideraba un mafioso. “Quiero a ese”, respondió el delantero sueco. Se trataba de Raiola, que representaba a su compañero de equipo, el lateral izquierdo Maxwell, y tenía casi la misma sed de triunfo. Ibrahimovic, como cuenta en la autobiografía Soy Zlatan Ibrahimovic (Corner, 2015), descubrió pronto que eran almas gemelas y comenzó una de las relaciones con más ceros de la historia del fútbol. La forja del método de un agente que en 2020 fue capaz de generar 721 millones en contratos.

El sistema de Raiola ha consistido siempre en encontrar jugadores jóvenes con talento, moldear su carrera y venderlos a un gran club en el momento oportuno. Un sistema que, obviamente, pivota sobre las enorme comisiones por cada traspaso. En el de Pogba al Manchester United se embolsó 48 millones de euros, según se conoció a través de la filtración Football Leaks que publicó Der Spiegel (inicialmente se tasó en 27). Por el pase de Ibrahimovic al Barça en 2014, donde solo jugó una temporada, cobró alrededor de 11,5 millones de euros. Este verano se espera que el traspaso de Erling Haaland a su nuevo club bata sus propios récords.

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