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Rubén García, ayuda de Primera para los refugiados de Ucrania

El futbolista de Osasuna, defensor de los derechos LGTBI y el feminismo, impulsa un convoy solidario que recorrerá 5.000 kilómetros hasta Polonia para entregar ayuda humanitaria: “Como deportistas tenemos un altavoz para atraer a gente”

Rubén García recogía alimentos el pasado domingo en Tajonar. Imagen publicada por el jugador en Twitter.
Rubén García recogía alimentos el pasado domingo en Tajonar. Imagen publicada por el jugador en Twitter.
Alejandro Ciriza

El pasado domingo, el aparcamiento que precede a las instalaciones de Tajonar, donde se ejercitan los jugadores de Osasuna, se convirtió en punto de encuentro para aquellos y aquellas que quisieran colaborar y enviar ayuda a los refugiados por la ofensiva militar de Rusia sobre Ucrania. Desde las diez de la mañana hasta la una del mediodía, los coches, las cajas y las bolsas repletas de alimentos, ropa y otros bienes imprescindibles iban y venían hasta acabar en una de las cinco furgonetas destinadas a completar el viaje entre Pamplona y Varsovia (Polonia), donde estos días se concentran una elevada cifra de personas que huyen del horror de la guerra.

Dos jornadas antes, Rubén García (Xátiva, Valencia; 28 años), fino atacante del equipo navarro y una de las zurdas más destacadas de la Primera División, colgó un mensaje en sus redes sociales haciendo la llamada. “Y las donaciones han superado todas las expectativas”, decía el futbolista al que, explican desde el club, no quedó más remedio que atender a los periodistas que habían acudido allí para interesarse por la iniciativa “porque no quiere que esto parezca autobombo”. De hecho, “no ha aceptado ninguna de las múltiples propuestas de entrevista que le han hecho”, precisan desde la entidad, encantada con un jugador que escapa al perfil prototípico del deportista de élite despreocupado.

“Estamos viviendo situaciones que no queremos que se den, pero que están sucediendo, así que debemos aportar nuestro granito de arena. Creo que, como futbolistas, tenemos un altavoz que puede atraer a más gente y la verdad es que la acogida ha sido brutal”, explicaba García, que ayer se montó en una de las furgonetas y, acompañado de amigos, familiares y su chica, Ane, recorrió los 2.500 kilómetros de ida hasta alcanzar su objetivo. Allí, además de distribuir todo el material donado, recogerá a una serie de refugiados –de la mano de la Asociación Segunda Familia– para que puedan iniciar una nueva vida.

Rubén García, con las uñas pintada de violeta por el Día Internacional de la Mujer. / @RubenGarcia14
Rubén García, con las uñas pintada de violeta por el Día Internacional de la Mujer. / @RubenGarcia14

“Intentaremos llegar cuanto antes, descansar poco y conducir muchas horas cambiando de conductores”, contó el extremo, que recibió el permiso del club y regresará para ejercitarse directamente el martes. “La verdad es que Rubén es muy buen tipo, con inquietudes mucho más allá del fútbol. Aquí se le quiere mucho”, transmiten desde Osasuna. Lo confirman desde el vestuario y su implicación también viene corroborada con hechos. Además del desplazamiento a Polonia –y la apertura de una cuenta corriente solidaria que el día 20 ya había ingresado más de 7.000 euros–, García ha refrendado un compromiso social que viene de lejos.

El jugador valenciano, que aterrizó en 2018 en El Sadar tras formarse en el Valencia, crecer en el Levante y pasar también por el Sporting de Gijón, ha hilado siempre un discurso reivindicativo y progresista, en defensa de la igualdad de género y los derechos de la mujer y los homosexuales, y ha defendido que la implicación del futbolista debería ser mayor.

Entre otras cosas, hace dos años tuiteó la bandera LGTBI el Día del Orgullo y jugó un partido contra el Espanyol con las uñas pintadas de color violeta por el 8-M, recibiendo una buena retahíla de insultos tras comentar: “El feminismo nos beneficia a todos”. Más tarde, el osasunista compartió un mensaje acompañado de aplausos en el que, bajo la etiqueta #VoxEsRacismo, censuraba el cartel electoral sobre los niños y adolescentes migrantes.

Su cuerpo está cubierto de tatuajes que le asoman por brazos, piernas y cuello –desde su abuela Herminia a un león japonés– y su gran distintivo es el Joker de Batman. Celebra los goles con la sonrisa del personaje de Marvel y además de tenerlo grabado en la piel, la película protagonizada en 2019 por Joaquin Phoenix supone una fuente de inspiración. “Tengo familia que trabaja con personas con diversidad funcional y lo conozco de cerca. Me jode que se quiten ayudas cuando más lo necesitan”, denunció en 2020 en una entrevista concedida al diario La Vanguardia.

Retrato del artista LKN en las calles de Pamplona. / A. C.
Retrato del artista LKN en las calles de Pamplona. / A. C.

“La semana pasada, el día antes de jugar, mi vecino llamó a la puerta y me explicó un poco la situación que había vivido. Había ido con un amigo hacia Polonia y trajeron con ellos a 12 refugiados. Cargaron con bastante material. Me hizo recapacitar y pensar. Me inspiró y me dije: ‘¿Qué puedo hacer yo de forma particular y como deportista de élite para ayudar?’, afirmaba García, que ha disputado 137 partidos con la camiseta de Osasuna, en los que ha marcado 19 goles y ha repartido 21 asistencias, plenamente identificado con la institución y la ciudad. Una obra colgada en una céntrica calle por el artista LKN así lo atestigua.

“En esta tierra se siente como en casa”, inciden desde la entidad, mientras al jugador se le puede ver perdiéndose en los profusos del bosque, paseando por el Casco Antiguo de Pamplona, practicando con el euskera o ascendiendo al monte San Donato. Todos deberíamos tener un lugar donde acudir a meditar, un lugar que nos dé una perspectiva diferente de la vida y nos haga salir reforzados mentalmente de su visita. El mío es Beriain”, señala un gran jugador. Pero mucho más que un futbolista.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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