La geopolítica trastoca la Euroliga

La realidad paneuropea de la Euroliga ya penalizó a la máxima competición del baloncesto continental en mayo de 2020 —forzando una cancelación histórica del torneo ante la imposibilidad de armonizar la desescalada de la pandemia en todos los países— y ahora vuelve a trastocar su tablero, esta vez, por cuestiones geopolíticas.

Horas después del ataque de Rusia a Ucrania, el Zalgiris lituano, ejerciendo de club-estado, llamó a un boicot colectivo para no volver a disputar partidos de la Euroliga en territorio ruso hasta que cese la guerra. Sin esperar a la reunión convocada este viernes, en la que los 18 clubes de la competición analizarán la situación creada por el conflicto armado, el Zalgiris marcó su posición de forma concluyente. “Hablaremos con todos los clubes de Europa occidental que compiten en la Euroliga y les ofreceremos tomar una decisión conjunta. No solo de no jugar los partidos en Rusia, sino de boicotear también todos aquellos en los que estén implicados los equipos rusos”, declaró Paulius Motiejunas, director general del Zalgiris. Al equipo lituano le resta por jugar, en la segunda vuelta, en Moscú contra el CSKA (25 de marzo) y en San Petersburgo frente al Zenit (8 de abril). Esta tarde, el Zalgiris derrotó al Madrid en Kaunas (68-47). Los de Laso, lastrados por las bajas y los achaques y todavía rumiando la derrota en la final de Copa ante el Barça, sucumbieron a la intensidad del conjunto lituano.

De los 10 países que integran la Euroliga (España, Rusia, Turquía, Grecia, Alemania, Francia, Italia, Serbia, Israel y Lituania), Rusia es, junto a España, el que acumula una mayor representación, con tres equipos participantes en el torneo: CSKA de Moscú, Unics Kazán y Zenit de San Petersburgo. A lo largo del día de este jueves, la Euroliga decidió primero “mantener el calendario” y después rectificó esa hoja de ruta.

Por la tarde se anunció la cancelación de los partidos de esta jornada en los que estaban implicados los tres equipos rusos de la competición, como locales o visitantes: Zenit-Barça, Bayern-CSKA de Moscú, y Baskonia-Unics Kazán. “Me preocupa la situación, claramente”, expresó el entrenador lituano del Barça, Sarunas Jasikevicius. “Todo esto está pasando cerca de mi tierra. La guerra es lo peor que le puede pasar al mundo”, señaló el técnico azulgrana. Antes de conocer la cancelación definitiva del partido ante el Zenit, el Barça planteó a la Euroliga sus reticencias al viaje y presionó suspendiendo el vuelo programado a la espera de unas noticias que no tardaron en llegar. Uno de los temores del club azulgrana radicaba en el posible cierre del espacio aéreo ruso ante la escalada de tensión.

Tras la reunión de este mediodía se resolverá el siguiente episodio, saber qué ocurre con el partido entre el Barça y el CSKA previsto para el domingo a las 16.00 en Moscú (correspondiente a la jornada 19 y aplazado en su día por los casos de covid). El Zalgiris, último en la clasificación del torneo, se muestra decidido a sostener en el ámbito deportivo la posición de su gobierno —y de las otras repúblicas bálticas (Estonia y Letonia)—, que este jueves anunció la declaración del estado de emergencia tras el ataque ruso.

La idea inicial de la Euroliga de continuar con el calendario de la competición “salvo que se ponga en riesgo la integridad de los equipos participantes, o existan decisiones gubernamentales que impidan disputar los partidos bajo circunstancias normales”, como rezaba la nota de la competición, será analizada hoy por los 18 equipos. Además de los partidos aplazados y de la jornada en curso quedan otras siete para completar la temporada regular, tras la cual se definirán los playoffs de cuartos. La Final Four de la Euroliga está programada entre el 27 y el 29 de mayo. En la cumbre deportiva y política de hoy se establecerá la viabilidad de ese camino.

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