El Real Madrid exprime su carácter y supera al Mónaco tras dos prórrogas

Euroliga jornada 23

AS Monaco

84 90

Finalizado

Real Madrid

Fueron 50 minutos de baloncesto racheado pero trepidante, destartalado pero emotivo. Después de dos prórrogas e infinidad de duelos resueltos tirándose en plancha sobre el parquet, el Real Madrid salió victorioso del casino monegasco (66-66, 75-75 y 84-90 al final). Con Yabusele (18 puntos y 10 rebotes) y Poirier (10 y 14) fraguando el hormigón, con Rudy cincelando la competitividad y con siete puntos de Deck en el tiempo extra definitivo, el conjunto de Laso rescató su 18º triunfo en 23 partidos de la Euroliga (el séptimo consecutivo). Los blancos impusieron su coraje ante la agitación rival, superaron la fatiga sobre la marcha, y acabaron fundiendo a la correosa tropa de Mike James (3 de 19 en tiros). Experiencia, recursos y agarre para consolidar el liderato de la competición en un día de descontrol, con 21 asistencias para enmendar 20 pérdidas; y 57 rebotes (por 40 del Mónaco) para refrendar su ambición.

El Mónaco propuso un duelo pasado de revoluciones y el Madrid acusó el ajetreo del calendario. En un partido tan intenso como descabalado, los blancos sobrevivieron entre el minuto 28 y el 39 con solo dos canastas de Poirier. Pero, en mitad del atolladero, llegaron dos triples, uno de Yabusele y otro de Rudy, que permitieron el reenganche madridista rumbo a la prórroga, la primera de la tarde. En el tiempo extra Tavares, atenazado por las faltas y la defensa rival, se desató para encabezar otra remontada exprés del conjunto de Laso, del 75-70 a falta de 1m 47s, al 75-75 para seguir prolongando la intriga y estirando la pelea. Con quintetos asimétricos y apurando el depósito, con Rudy ejerciendo de base y de gobernador plenipotenciario, y con un carácter competitivo a prueba de rivales pertinaces, el Madrid se llevó el premio.

El Mónaco, en pleno estado de optimismo tras entrar en barrena a comienzos de noviembre, se agarró a la cornisa hasta el final. La derrota ante Olympiacos en El Piero hace tres meses fue la primera de una secuencia de ocho en 10 jornadas que se llevó por delante al técnico Zvezdan Mitrovic. Le sustituyó Sasa Obradovic que, en su segunda etapa en el Principado, ha revertido la tendencia con la terna formada por Mike James, Dwayne Bacon y Donatas Motiejunas como referentes del rearme. Se presentaba el cuadro monegasco ante el Madrid con una racha de cuatro triunfos consecutivos (tres de ellos a domicilio ante Asvel, Bayern y Zenit). Pero el conjunto de Laso superaba con creces esa contabilidad, con 22 victorias en 24 partidos. Ya van 23 de 25. Las dos derrotas ante el Barça como únicos borrones en el sólido camino del líder de la Euroliga.

Sin embargo, el inicio del partido en la claustrofóbica Salle Gaston Médecin (3.400 espectadores sobre un aforo de 4.000) fue un trajín sin control. Del 0-5 al 9-5. Un no parar, con poco acierto y muchas pérdidas. Hasta seis sumaron los blancos (tres de Taylor) en cinco minutos, donde solo anotaron dos canastas. Las dos faltas personales de Tavares en ese tramo (solo jugó 3m 42s en la primera mitad) completaron la lista de problemas a corregir por parte del conjunto de Laso. Un panorama que mejoró gracias al empuje de Yabusele y Abalde y se fue estabilizando con el paso de los minutos (18-16, m. 10).

Gracias a Yabusele y Poirier los blancos se hicieron con el dominio del rebote y, a partir de ahí, comenzaron a construir. Pero el orden no le trajo fluidez en ataque al Madrid. El Mónaco, un punto más intenso y agresivo que su rival, firmó un nuevo arreón en el juego y el marcador (27-19, m. 14). Con Diallo recogiendo el testigo de Motiejunas. Con Bacon sumándose después a la intendencia (11 puntos en 13 minutos; 19 al final en 41 minutos en pista). Hasta que Llull sacó el extintor, con siete puntos en un santiamén, y activó definitivamente a los suyos liderando un parcial de 1-10 (28-29). Para cortarlo, Mike James redobló la agitación y el partido volvió a convertirse en una turbina. Solo un punto marcó la diferencia al descanso (33-34, m. 20).

En la reanudación regresó Tavares al quinteto y llegaron tres triples consecutivos del Madrid, uno de Heurtel y dos más de Yabusele, cuando la ficha de los blancos registraba un 4 de 12 desde el perímetro. Después, Abalde sumó otro bingo. Para entonces Yabusele ya era el jugador franquicia de Laso (13 puntos y ocho rebotes en 15 minutos) y, agarrado a la potencia del ala pívot francés, el líder comenzó a descoser a su rival (41-49, m. 25). Sin embargo, en la misma acción se pasó de un tapón de Motiejunas a Heurtel (que hubiera colocado el +10 para los visitantes), a un tres más uno de James (tras falta de un destemplado Deck) que frenó en seco la carrerilla madridista. Ocho puntos consecutivos de Andjusic (con dos triples y dos tiros libres) y una canasta más de Diallo sellaron el reenganche exprés del Mónaco (57-56, m. 30).

El bloqueo del Madrid quedó retratado en un parcial de 14-2 entre el minuto 28 y el 34. Del 47-56 al 61-58. Luego fue a más. El dominio de Poirier en el rebote ofensivo permitió al conjunto de Laso estirar sus opciones en mitad del desbarajuste. Pero los fallos de Thompkins desde el triple fueron escarpando la ruta. Cinco puntos consecutivos de Bacon colocaron la renta monegasca en un +6 a falta de tres minutos (66-60). Ahí emergió de nuevo Yabusele con otro triple y, tras un fallo de James, Rudy se inventó otro para empatar el duelo. Bacon se jugó la última acción ante Deck, pero no encontró el camino para evitar la prórroga. El propio Deck encontró el pulso en el segundo tiempo extra para apuntalar un triunfo corajudo del Madrid.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.