El Sevilla salva un punto ante un Celta eficaz
Los andaluces se rebelan ante un 0-2 tirando de fe para lograr un empate que se queda corto en su persecución al Madrid
El Sevilla tiró de fe para rebelarse ante un 0-2 inapelable con el que el Celta le había golpeado gracias a su fútbol y, sobre todo, una gran eficacia. Cervi y un gran Aspas habían adelantado a los gallegos y todo apuntaba a que la fortaleza de Nervión iba a ser tomada después de 12 partidos seguidos sin que el Sevilla conociera la derrota en su estadio. En el minuto 70, la rebelión la encabezó un gran Papu Gómez, que se echó el equipo a sus espaldas para someter al Celta a un asedio de corazón, garra y carácter. Óliver hizo el 2-2 y en su cabeza estuvo incluso el 3-2, pero su remate de cabeza fue al palo. Hubiera sido la culminación de una gran remontada ante un Celta que no se desplegó como en la primera mitad. Acusó mucho la lesión de su central Aidoo y reculó demasiado ante el bravo empuje andaluz.
Reinó el empate, que premia a este buen visitante que es el Celta, capitaneado por esa estrella que es Aspas. Una igualada en un partido frenético que tiene un sabor agridulce para el Sevilla. Dulce, sin duda, porque llegó tras remontar un 0-2 y producto del indudable carácter de un equipo que se sobrepuso a nueve bajas importantes y el buen juego del Celta en la primera mitad. Agrio, porque el punto apenas sirve para meter presión al líder, el Madrid, que si gana su partido ante el Elche se iría a seis puntos de los andaluces. El Sevilla solo ha perdido dos partidos esta Liga, pero el ritmo que imprime este Madrid no admite prácticamente ningún tropiezo.
El Celta le planteó un partido muy inteligente al Sevilla. Inteligente y valiente, porque se la jugó presionando muy alto a un equipo que suele ofrecer una gran seguridad con el balón. Ocurre, también, que la precisión con el balón se pierde cuando un equipo está cansado. Y eso le pasa al Sevilla, plagado además de múltiples bajas que están afectando, lógicamente, a su rendimiento. El conjunto andaluz no sufrió demasiado ante este buen Celta e incluso los detalles de Corona, debutante como titular, invitaban a cierto optimismo. Pero el Sevilla no era el equipo apabullante en casa de otras citas. El problema estaba en su línea de creación, con Fernando, Rakitic y Jordán demasiado lentos, faltos de chispa. Y claro, los partidos también tienen momentos decisivos, en los que se suelen definir. En el minuto 36, un espectacular cambio de juego de Corona llegó a Ocampos, que disparó para que Dituro rechazara y luego Araujo salvara bajo palos el disparo de Acuña.
Un minuto después. El propio Acuña falló en un despeje hacia su propio campo y Aspas administró el balón de forma certera. Lo cedió a Santi Mina y Dmitrovic rechazó con apuros. Cervi no perdonó. Solo dos minutos después, un nuevo error en la salida del balón entre Rakitic y Ocampos permitió un robo del Celta. Aspas recibió con toda la ventaja del mundo y prácticamente realizó un pase a la red. Ante la incredulidad de Nervión, el Celta ganaba 0-2 con una eficacia impresionante.
El Sevilla fue muy plano en el inicio de la segunda mitad. Corona ya no despuntaba, muy cansado, y el joven Romero se lesionaba prácticamente en su primera acción. El Celta, con sus centrales Aidoo y Araujo a un gran nivel, no pasaba apuros de envergadura. Fue el momento del Papu, eléctrico en sus desbordes, con pegada para hacer el 1-2 y alborotar él solo todo el sistema defensivo del Celta. Aidoo se lesionó y el conjunto gallego tuvo mucho miedo. Aspas pedía tranquilidad, pero el Sevilla asumió riesgos y se desató. Libre de amarras, suplió con carácter su ausencia de fútbol. Óliver marcó el empate y pudo hacer el 3-2. Nervión siguió sin ser conquistado, pero una sonrisa se dibujaba en los jugadores del Madrid con la igualada final. Al Sevilla le vendrá muy bien el próximo parón liguero. Monchi tendrá tiempo para seguir reforzando al equipo después de la llegada de Corona y Lopetegui podrá recuperar a algunos de los muchos jugadores que tiene lesionados.
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