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El Barcelona, ni con el viento a favor

El conjunto de Xavi se adelanta ante Osasuna con los goles de Nico y Abde, pero renuncia a la pelota, se refugia en el área y cede un empate en El Sadar

Ramon Besa
Osasuna Barcelona Liga
Abde, en el momento de marcar su tanto a Osasuna.VINCENT WEST (Reuters)

Acostumbrado a perder por no saber marcar un gol, el Barça tampoco pudo ganar el día en que metió dos en el cuadrilátero de El Sadar. No tuvo personalidad ni autoridad para cerrar un partido que de forma reiterativa se puso de su parte, empeñado en rechazar su suerte y dispuesto a abrazar su infortunio después de que Xavi anunciara el inicio de una nueva etapa en Múnich. Los azulgrana se espantaron con el 0-1 y el 1-2 y se vencieron al final como es costumbre en la Liga y antes en la Champions. No supieron tener la pelota y se condenaron ante un rival más fuerte como Osasuna. Tuvieron miedo a perder y empataron un encuentro que tenían ganado pese a jugar sin delantero centro porque nadie supo constatar la presencia de Luuk de Jong.

OSAOsasuna
Osasuna
2
Herrera, Juan Cruz, Unai García, David García, Nacho Vidal (José Ángel, min. 73), Lucas Torró, Kike Barja (Chimy Ávila, min. 67), Jon Moncayola, Rubén García (Brasanac, min. 68), Manu Sánchez (Roberto Torres, min. 73) y Kike García (Ante Budimir, min. 68)
BCN Barcelona
2
Barcelona
Ter Stegen, Piqué, Umtiti, Ronald Araújo, Busquets, Frenkie De Jong, Nico González (Óscar Mingueza, min. 73), Gavi, Abde (Jutglà, min. 91), Luuk de Jong y Ousmane Dembélé (Coutinho, min. 80)
Goles 0-1 min. 11: Nico González. 1-1 min. 13: David García. 1-2 min. 49: Abde. 2-2 min. 86: Chimy Ávila.
Árbitro Juan Martínez Munuera
Tarjetas amarillas Nacho Vidal (min. 27), Rubén García (min. 36), Juan Cruz (min. 49), Manu Sánchez (min. 55), David García (min. 67), Gavi (min. 74), Ter Stegen (min. 82), Piqué (min. 88) y Umtiti (min. 96)

Aunque sorprendió con la elección de los futbolistas, y especialmente por la apuesta de Umtiti, inédito desde mayo, Xavi fue consecuente con el ideario de Cruyff y el ejemplo del Dream Team, que invita al entrenador del Barça a responder a las situaciones límite con una alineación valiente dispuesta en 3-4-3. La presencia de los tres centrales es tan inexcusable como la de los dos extremos mientras que los cuatro centrocampistas forman en rombo y por tanto no hay sitio para el doble pivote ni los laterales, ausencia justificada además por la lesión de Alba y el mal papel de Dest.

Nadie tiene más interiorizado el plan que los volantes de la Masia, protagonistas del 0-1 después de un pase profundo de Gavi y del desmarque, control y remate preciso de Nico. El atrevimiento de los jóvenes contrastaba con la pasividad de los veteranos zagueros, estáticos en la defensa de una falta lateral que David García cabeceó sin oposición al fondo de la red de Ter Stegen un minuto después del gol de Nico: 1-1. Los centrales emborronaban las ayudas de los interiores y al Barça le costaba tanto cerrar como salir con el balón desde el área.

No había término medio en la formación de Xavi. Había jugadores sorprendentemente erráticos, como Busquets, y también se contaban los intrascendentes, tarea en la que repite Frenkie de Jong y se sumaban Luuk de Jong y Dembélé. Nadie daba continuidad al fútbol desequilibrante de Abde ni acompañaba al despliegue tremendo de Gavi. El extremo regateaba sin parar, osado y vertical, indescifrable para Osasuna. Abde encara y confunde a sus marcadores ante el asombro del público porque su aspecto contrahecho y encorvado, tal que fuera un jorobado, disimula su capacidad para culebrear y sortear, omnipresente en el apretado El Sadar.

El Barça se subió a la chepa de Abde y aguardó a que se venciera Osasuna. Los navarros guardaban su marco sin dificultad, solidarios y expectantes, confiados en la estrategia y en la generosidad de los azulgrana, protagonistas de errores groseros en cada partido sin necesidad de que ningún rival les incomode, a veces despistados y en ocasiones asustados, faltos de liderazgo y jerarquía, ya acostumbrados a las jugadas episódicas, como la del 1-2. El árbitro consideró involuntaria una mano de Busquets después de un rechazo de Gavi y la contra acabó en gol de Abde.

Los muchachos de Arrasate se quedaron parados, convencidos de que el colegiado acabaría por pitar penalti, sin advertir que Martínez Munuera había dado continuidad al juego, convencido de que no había infracción, y el balón acabó en el portal de Herrera. Dembélé centró desde la banda derecha y Abde remató con la derecha en el segundo palo, de extremo a extremo, imposible para el meta de Osasuna. El tanto enrabietó a los navarros, que se fueron a por el remonte con su fútbol intenso y vigoroso, difícil de combatir para un equipo pusilánime como el Barcelona.

Cuatro centrales

Las faltas se sucedieron y empezaron a volar los centros por delante de Ter Stegen. Al portero le costaba salir, metía los puños como podía, desquiciado con y sin balón, empotrado por el físico de Osasuna. El guion demandaba control y fluidez por parte del Barça. Xavi no encontró la manera de salir del ring a pesar de la combatividad de Gavi y acabó por juntar a cuatro centrales con la entrada de Mingueza. Iban los azulgrana a remolque del equipo de Arrasate. No sabían descansar con el balón, diezmados por las lesiones y sin referentes como Ansu y Memphis, y les faltaba mando y sapiencia para gobernar El Sadar.

El ímpetu navarro se acabó por imponer ante la montonera azulgrana en una segunda jugada, después de un saque de esquina, cuando Chimi Ávila enganchó el cuero a la entrada del área y la puso al poste derecho de Ter Stegen. El empate pareció irremediable por el retroceso propiciado por los cambios y la actitud de los azulgrana, frágiles mental y físicamente y también desconfiados, sabedores de que su sufrimiento acabaría de mala manera, como tantas veces, como así fue: 2-2. No tiene el Barça equipo ni jugadores sino que vive del recuerdo, de su estilo y de la Masia. Abde evocó a los mejores extremos mientras Gavi y Nico reportaron a los grandes interiores la jornada en que Xavi dispuso el 3-4-3 de Cruyff.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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