La Real Sociedad pende de un hilo
Los de Imanol caen en Mónaco (2-1) y se jugarán la clasificación en la última jornada contra el PSV
El destino de la Real Sociedad en la Liga Europa pende de un hilo. Ya no será primera de grupo, y la segunda plaza, que lleva al infierno de una eliminatoria ante un equipo relegado de la Champions, depende de que le gane al PSV en Anoeta, dentro de dos semanas en la última jornada de la primera fase. En un partido gris cayó ante el Mónaco, que fue mejor, sobre todo en la primera parte.
El Luis II decorado en colores pastel parece la maqueta de un estadio de las muñecas Barbie pero a tamaño natural, en una ciudad que también parece una maqueta a escala 1:1; y los seguidores locales son como muñequitos de Playmobil, sentados en la grada, sin moverse, sin gritar apenas —solo Alberto de Mónaco se alteró cuando expulsaron a Fofana—, dejando toda la faena para los entusiastas fans de la Real, desplazados en buen número. Vamos, que aquello no era ningún infierno griego ni turco, ni una encerrona más allá de la sensación claustrofóbica que se siente en el minúsculo Principado.
Por eso extraña que los futbolistas de Imanol, que unos días antes se fajaban en un partido duro, jugado de tú a tú con el Valencia, saltaran al campo temerosos, perdiendo balones en medio campo como si no hubiera un mañana, dejando solo a Isak, como una isla de Suecia, que es el país que más tiene en el mundo. Silva apareció en la alineación inicial y no volvió a hacerlo hasta que se mostró su número en el cartelón de los cambios tras el descanso. Jean Lucas se convirtió en su sombra, pero tampoco Merino se dejó ver demasiado. Solo Januzaj estuvo enchufado.
Por eso no extrañó demasiado que se adelantara el Mónaco en una pérdida de Zubimendi en medio campo. Golovin hurgó en la herida por la banda derecha, llegó a la línea de fondo y dejó atrás para que empujara Volland. Durante algunos minutos estuvo la Real en el alambre y Ben Yedder pudo marcar el segundo, pero Januzaj, el más activo en el bando donostiarra, filtró un balón hacia la carrera de Isak, que superó a Nübel para empatar. Fue una sorpresa que desbarató Fofana en un saque de falta que tocó de cabeza Badiashile en el segundo palo y que el marfileño remachó también con la testa.
Una Real Sociedad desdibujada no dio réplica en lo que restaba de primera mitad, y tampoco en la segunda, cuando trató de jugar más en campo del rival, que se encerró bien y buscó un par de contragolpes dañinos, que pudieron ampliar el marcador.
La Real tendrá que jugársela frente al PSV, que ganó en el otro partido del grupo al Sturm (2-0), y al que le sirve un empate en Anoeta. Si no vencen, los donostiarras tendrán como destino la Conference League.
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