Otro festival del Rayo en Vallecas
El cuadro de Iraola golea al Mallorca en un recital futbolístico y se asienta en los puestos europeos
Nadie le gana al Rayo en su feudo vallecano, donde suma seis victorias y un empate para dispararse a puestos europeos en la clasificación. Al Mallorca lo liquidó con dos goles en los primeros 20 minutos, tiempo en el que el equipo que adiestra Andoni Iraola transitó a todo trapo. Presiona, aprieta y ataca el Rayo, vertical y vibrante en su juego, azuzado por un graderío disfrutón que rezuma orgullo de equipo. Todo bajo un libreto que no precisa de grandes maceraciones. El Rayo es fresco, juvenil, no necesita acumular pases para encontrar ocasiones. Pero si debe tomar ese camino más largo, sabe hacerlo. Es una gozada.
Al Mallorca todo ese despliegue le pasó por encima. Sufrió el chaparrón inicial y trató de levantarse. Kang-in-Lee lideró al equipo en esa rebelión. Pudo marcar, incluso, al filo del descanso, con un remate lejano que se fue cerca del palo. Luego su técnico le suplió y a la hora de juego. Trejo, que dio un recital, anotó un penalti definitivo. A lo Panenka, claro. Lo merecía el partido del Rayo.
No articuló respuesta el Mallorca, que siempre fue un par de velocidades por debajo del ritmo de su rival. No tuvo, ni de lejos, la determinación del Rayo, que golpeó al cuarto de hora con un pase filtrado por Comesaña que encontró a Guardiola habilitado por una línea zaguera en dientes de sierra. El delantero definió con un remate cruzado sobre la salida de Reina y todo empezó a fluir para su equipo, capacitado para hacer daño incluso cuando defiende un saque de banda cerca de su propio córner. A partir de ahí, con un pase y una carrera armaron entre Trejo y Álvaro García el segundo gol, en el que el extremo andaluz tuvo la fiereza suficiente para recorrer 70 metros conduciendo la pelota y la frialdad precisa para colocar la pelota junto a un palo ante la salida de Reina.
La sutileza y el estrépito tienen cabida en la misma cita para el Rayo, que a partir de su explosión no rebajó la presión, pero se armó para contener las acometidas del Mallorca mientras no dejaba de mirar hacia la portería balear. Isi y Balliu pudieron aumentar la ventaja y Trejo dejó una exquisitez para encontrar a Guardiola, al que Valjent sujetó dentro del área. Panenka se apareció en Vallecas en un final en el que a Álvaro García le anularon un segundo gol por un ajustado fuera de juego. El Mallorca solo encontró alivio con un tanto de Abdón.
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