Nadal, por el “buen camino”

En la reserva desde julio, cuando cedió frente a Novak Djokovic en las semifinales de París y decidió que lo oportuno era frenar porque su pie izquierdo llevaba demasiado tiempo castigándole, Rafael Nadal envió este lunes un mensaje alentador al confirmar que su recuperación va en la línea deseada y que a finales de año, si nada se tuerce, volverá a competir. El español, de 35 años, afirmó durante un acto publicitario en la capital francesa que su intención es pisar de nuevo las pistas en la exhibición de Abu Dhabi (del 16 al 18 de diciembre) y que posteriormente desembarcaría en el Open de Australia (del 17 al 30 de enero), previo paso por un segundo evento preparatorio.

“Es mi objetivo y estamos trabajando para que así sea”, expuso en unas declaraciones recogidas por la agencia AFP el tenista, quien a consecuencia de la lesión degenerativa que padece desde que alcanzó la mayoría de edad —la enfermedad de Müller-Weiss, ocasionada por una deformación del escafoides— tuvo que renunciar primero a Wimbledon y los Juegos de Tokio, y más tarde al US Open tras un intento de reenganche (dos partidos: victoria ante Jack Sock, derrota frente a Lloyd Harris) en el torneo de Washington.

Los dolores no remitieron, así que el balear y su equipo decidieron frenar definitivamente y dar por finalizada la temporada. Desde entonces, la prioridad es ir paso a paso y la perspectiva, dice, es optimista.

“La lesión debe mejorar un poco aún, pero ya estoy entrenando casi una hora y media diaria, lo cual es positivo. Hay días mejores que otros, pero empiezo a tener más jornadas positivas que negativas. Voy por el buen camino”, valoró este lunes el campeón de 20 grandes, que el pasado 11 de septiembre comunicó que se había sometido a un tratamiento “un poquito agresivo” en Barcelona y salió de la clínica con muletas. A partir de ahí, se pertrechó en la sala de recuperación y ha ido readaptándose al trabajo de forma progresiva.

Este año, Nadal ha disputado 29 partidos (distribuidos en siete torneos) y logró los títulos de Barcelona y el Masters 1000 de Roma. No obstante, el mal de Müller-Weiss volvió a interponerse en su camino y propició el frenazo. Desde 2005, el balear arrastra la lesión en el pie que puso en serio riesgo su carrera; unas plantillas especiales le permitieron combatirla.

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