Miguel Méndez, nuevo entrenador de la selección femenina de baloncesto: “Trabajamos con personas, no con máquinas”

Miguel Méndez (Vigo, 54 años) es ya de forma oficial el nuevo entrenador de la selección femenina de baloncesto. El técnico del todopoderoso Ekaterimburgo ruso, campeón de la Euroliga en las tres últimas ediciones, releva en el cargo a Lucas Mondelo, destituido tras los Juegos de Tokio por “la no consecución de los objetivos deportivos”, después de nueve años y siete medallas en ese ciclo. Méndez firma hasta los Juegos de 2024 y compaginará su papel de seleccionador con el de entrenador en Rusia del mejor equipo de Europa. Su estreno al frente de la absoluta se producirá en noviembre, en la primera ventana de clasificación para el Europeo de 2023. “El objetivo es tratar de hacer rápidamente el mejor equipo posible, jugar el mejor baloncesto, a campo abierto, con muchos puntos a partir de la defensa, usar las bazas que tenemos y estar juntas, con el juego de equipo que ha caracterizado al baloncesto español”, señaló como carta de presentación, antes de elogiar la herencia deportiva que recibe.

“La trayectoria de Lucas [Mondelo] en la selección solo se puede calificar de sobresaliente. Durante muchos años, en la última década sobre todo, han coincidido varias generaciones de jugadoras del máximo nivel. Jugadoras con una personalidad, un carácter ganador y un talento que no se había visto hasta entonces. Han sido en estos años el mejor roster del baloncesto europeo. Y Lucas Mondelo ha sido un valor añadido a esa generación de jugadoras. Ha sido incluso el factor desequilibrante en muchos de los partidos decisivos que ha disputado este equipo”, analizó Méndez, que no quiso valorar las circunstancias de la salida de Mondelo, marcada por los testimonios de dos pilares del equipo como Marta Xargay y Anna Cruz sobre el trato del preparador. “No todo vale para ganar y ganar no lo puede justificar todo. Las medallas no pueden salir tan caras”, señaló Cruz en su relato de la experiencia con Mondelo como seleccionador. “Hay límites que no hay que traspasar nunca y él a mí me llevó a un límite muy heavy”, apuntó Xargay, que denunció haber sufrido bulimia a consecuencia del trato del técnico.

“Si me gustaría reconocer la trayectoria del equipo y el staff técnico en estos años. La herencia increíble que nos deja para la historia del baloncesto”, subrayó Méndez, que, al tiempo, hizo hincapié en “la gestión de personas” en sus primeras palabras como seleccionador. “Gestionar grupos humanos es una parte fundamental de nuestro trabajo. Es una obligatoriedad. Trabajamos con personas y gestionar personas es la parte más complicada de este trabajo. Si las personas fuesen máquinas, poniendo el programa correspondiente saldrían los resultados, pero no es así. Todos somos diferentes”, apuntó primero. “En la selección no espero más complicaciones de las que he tenido en otros clubes. Llevaré mi forma de actuar hasta el final. Trataré de ser lo más natural posible y decir la verdad a las jugadoras siempre. Esa es una de mis máximas, guste o no guste, decir mi verdad a las jugadoras. Ellas lo agradecen”, completó después.

Varias cuestiones recorrieron el resto de preguntas al nuevo seleccionador. ¿En qué punto está el relevo generacional que se emprendió este verano? “Iremos partido a partido”, resolvió Méndez. “Están llegando al equipo jóvenes con mucho talento físico y técnico, que han triunfado en categorías de formación, y que están dando ese paso a la élite con mucha naturalidad. Esperemos que en ese impasse de tiempo que necesitan las jugadoras más expertas tengan la ilusión de estar en el equipo y ayudar a las jóvenes. Desarrollar esa ambición de las jóvenes para convertirse en jugadoras importantes es el trabajo que tenemos en estos años para rendir al máximo en el Europeo de 2023 y los Juegos de 2024″, completó. ¿Quién está llamada a ser la líder del equipo?, le preguntaron después. “Las líderes son muy importantes. Jugadoras como Alba Torrens y Silvia Domínguez son las veteranas que pueden tirar del carro en un primer momento y, rápidamente, buscaremos más líderes entre las jóvenes, líderes dentro y fuera de la pista que aparecerán de forma espontánea”, analizó Méndez, que después, y en alusión al nombre de Anna Cruz y sus opciones de regresar al equipo, explicó su planteamiento de grupo. “Todas las jugadoras que muestren su deseo de jugar en la selección y estén disponibles, independientemente de la edad que tengan, pueden estar. Las que han estado y las que, por circunstancias, no han estado. Tengo mi idea de equipo y espero, con el tiempo, no en esta primera ventana en la que habrá mucha apuesta por la continuidad, poder desarrollarla. Las puertas de mi equipo están abiertas para todas las jugadoras que demuestren su capacidad. No tengo ninguna lista negra. Llego absolutamente limpio”, remató Méndez.

“Volver a ilusionarnos ha sido sencillo”, señaló a su vez Jorge Garbajosa, que presentó a Méndez como un hombre de la casa por su larga labor en categorías de formación (cinco medallas con las selecciones sub-18 y sub-20) y un histórico de la Liga femanina (donde dirigió al Celta de Vigo entre 2000 y 2011, antes de iniciar su periplo internacional). “Luchamos por alcanzar cada vez retos más ambiciosos. Hay presión, por supuesto. Pero es lo que buscan las jugadoras. Aquí ninguna jugadora viene a divertirse a la selección. Vienen a competir al máximo, a buscar los objetivos más ambiciosos y convivir en un grupo humano que se une cada verano para alcanzar lo máximo. Un deportista profesional siempre tiene presión, pero ellas disfrutan compitiendo por estar en lo más alto”, desarrolló el presidente de la FEB. “Miguel Méndez es un entrenador experimentado que sabe a lo que se enfrenta. Tenemos al mejor comandante al mando para los próximos tres años. Es un orgullo y una ilusión que haya aceptado el reto”, completó Garbajosa.

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