La interminable guerra del fútbol español
Los 51 pleitos del Madrid contra LaLiga, el último por el acuerdo con CVC, evidencian el frentismo existente por el control del negocio
El jueves, en la planta baja de la sede de LaLiga, y después de siete horas de intensa asamblea, Javier Tebas denotaba cansancio. Ataviado de negro, y con las ojeras marcadas, el presidente de la patronal del fútbol español compareció ante la prensa para explicar las bondades del acuerdo entre LaLiga y el fondo de inversión británico CVC, que inyectará a los clubes 2.100 millones de euros a devolver en 40 años y a bajo interés, a cambio de ceder durante 50 años el 9% de los beneficios procedentes de los derechos de retransmisión del fútbol.
Con 38 votos a favor y cuatro en contra (Real Madrid, Barcelona, Athletic y Oviedo), Tebas acababa de ganar una las muchas batallas de la interminable guerra que sacude al fútbol español desde hace años. Sin embargo, la cláusula añadida a última hora que permite a los cuatro clubes opositores conservar su parte del negocio es una señal de que el conflicto, reavivado con fuerza tras el intento de creación de la Superliga, se ha recrudecido. El previo anuncio de medidas legales del Real Madrid contra los impulsores del acuerdo, Tebas, el fondo y su presidente, Javier de Jaime, propició esa variación de última hora. “Tebas estaba tranquilo ante la posible demanda del Real Madrid, pero para evitar problemas y para ser efectivos y prácticos se decidió que los clubes que no lo apoyaran pudieran preservar su parte del negocio”, asegura un alto dirigente de un club de Primera División.
Pese a sacar el pacto con CVC adelante, Tebas sabe que la guerra continuará y el jueves, antes de responder a las preguntas de los periodistas, hizo una alocución previa en la que no tardó en acusar al Real Madrid y al Barcelona de torpedear el pacto recién aprobado para favorecer la creación de la Superliga: “No les interesa una liga potente y potenciada en la que sus clubes se rearmen, mejoren los estadios, se digitalicen y tengan más internacionalización. Se han opuesto en clave Superliga”.
El resultado de la votación fue una radiografía de los dos bandos que porfían por el control del negocio del fútbol en España. El Real Madrid, con su presidente Florentino Pérez a la cabeza, lleva tiempo intentando sacar a Tebas de la presidencia de LaLiga. El gabinete jurídico del club de Concha Espina tiene una dedicación casi exclusiva para el estudio y posterior demanda de los proyectos que trata de sacar adelante LaLiga. La patronal contabiliza 51 acciones judiciales emprendidas por el Real Madrid contra los acuerdos que ha firmado la entidad en los últimos años. Las denuncias van desde la interpuesta en 2015 por la venta centralizada de los derechos de televisión hasta la tipografía que debe emplearse en las camisetas de los equipos. Tebas y sus dirigentes de confianza presumen de haber ganado la mayoría de los litigios, pero algunos de ellos admiten que el desgaste es brutal. “Aunque no hubiera sucedido lo de la Superliga, el Real Madrid y el Barcelona hubieran votado en contra porque son muy celosos con su autonomía a la hora de explotar sus derechos. Ellos creen que parte de ellos los deben gestionar por su cuenta y los demás creemos que todos juntos somos más fuertes”, argumenta un directivo del fútbol profesional.
El Real Madrid, el Barcelona y Luis Rubiales, presidente de la Federación Española, conforman una alianza poderosa que busca con afán el cese de Tebas. Al otro lado, el Atlético, el Valencia, el Sevilla, el Villarreal, el Betis, la Real Sociedad, la clase media y los clubes más modestos defienden que bajo la gestión del actual presidente de la patronal, el fútbol profesional español ha eludido la quiebra y ha podido sortear los efectos económicos derivados de la crisis del coronavirus gracias al control económico y la comercialización centralizada de los derechos de retransmisión del fútbol. El acuerdo con el fondo CVC es defendido por los adeptos a Tebas como una inversión necesaria para el crecimiento de la industria del fútbol español. LaLiga estima que el valor de los derechos podrá crecer un 30% en los próximos años tras la firma con el fondo británico.
La guerra se ha encarnizado tanto, que en los días posteriores a la filtración del acuerdo ha emergido un Florentino Pérez más beligerante si cabe contra Tebas. La publicación de El Confidencial de los audios en los que el presidente del Real Madrid criticaba a símbolos del club como Casillas, Raúl o a Cristiano Ronaldo han sido interpretados por el mandamás madridista como el pistoletazo de una guerra total contra su persona. Pese haber logrado preservar la parte del negocio del acuerdo con CVC, el club blanco estudia cómo abordar la demanda que anunció. Que Tebas pueda ser el presidente de la nueva sociedad que gestione el acuerdo con el fondo y su permanencia en ese cargo si algún día deja de presidir LaLiga, el no haber convocado un concurso público, como expuso el Athletic en un comunicado, o los 50 años de duración del acuerdo están encima de la mesa.
Para el endurecimiento de la batalla, Pérez ha encontrado en el Barcelona y en Joan Laporta un inesperado aliado. En su comparecencia ante los medios del jueves, Tebas desveló que el 2 de julio informó al dirigente azulgrana del pacto. Este estaba en un principio de acuerdo, pero Tebas no le garantizaba que a la inscripción de Messi se le pudiera sumar una fórmula que también permitiera inscribir a Memphis Depay, Èric García y Agüero.Desde entonces, el máximo dirigente de LaLiga no ha parado de cargar contra Laporta y el nuevo CEO del Barcelona, Ferran Reverter, al que considera un neófito con ínfulas de sabelotodo.
Entre las quejas del Real Madrid sobre el acuerdo se encuentra el no haber sido informado con antelación. Tebas lo argumenta aludiendo a que la multitud de demandas que el club de Concha Espina le ha puesto a LaLiga le impiden, por estrategia, revelar a los dirigentes blancos antes de tiempo ese tipo de acuerdos. Otra prueba más del frentismo que ha sacado a relucir el pacto con CVC y al que no se le divisa final.
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