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Sturridge calienta en el Mallorca

El club tiene a prueba al delantero inglés, que brilló en el Liverpool antes de su sanción por apuestas irregulares

Jordi Quixano
Sturridge
Sturridge, en el campo de entrenamiento del Mallorca.WEB OFICIAL DEL RCD MALLORCA

Hizo trampas y le pillaron. En el invierno de 2018, Daniel Sturridge (Birmingham, Inglaterra; 31 años) aconsejó a su hermano que apostara en las casas de juego por su traspaso al Sevilla, información privilegiada porque estaba en negociaciones con el club andaluz. Y, aunque al final no fraguó la operación porque fue cedido al West Bromwich, la comisión de juego advirtió el año pasado la artimaña junto a otras apuestas irregulares. Desde entonces, desde marzo de 2020, el extremo no se ha vuelto a vestir de corto. Hasta ayer, a prueba en un Mallorca que ascendió en el curso anterior. “Se trata de que recupere sensaciones y dinámicas”, cuentan desde la ciudad deportiva de Son Bibiloni al tiempo que aclaran que está en buena forma para el tiempo que ha estado parado; “y si luego todos estamos de acuerdo… Pero hay que ser cautos”. Sturridge responde: “Soy mucho más maduro y creo que incluso seré mejor”.

Resulta que a Sturridge le sancionó la UEFA con una multa inicial de dos semanas sin pisar los terrenos de juego y unos 85.000 euros. Pero el castigo no contentó a la FA (Asociación Inglesa de Fútbol), que recurrió y consiguió que prosperara la apelación. Así, ampliaron la pena a cuatro meses y una multa de 171.872 euros. El Trabzonspor turco, donde jugaba, fue contundente: “El contrato se ha rescindido mutuamente. El jugador ha renunciado a cualquier tipo de indemnización. Nos gustaría agradecerle su contribución y desearle lo mejor en el futuro”,

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Sturridge, que está alojado en el Hotel Alua Leo, ya llevaba unos días en Mallorca porque desde el club decidieron hacerle un buen chequeo médico, conocedores de su reincidencia con las lesiones (rodillas, tobillos, tendón de la corva, operación de cadera y una ristra de incidencias musculares). “Sin problemas”, confirma un empleado del Mallorca. Así, tras cambiarse en el vestuario, el técnico Luis García le presentó ante todos —en inglés— y después dio una charla colectiva —en castellano— que a Sturridge se la traducían simultáneamente sus compañeros Brian Oliván y Aleksandar Sedlar. Pero al empezar la sesión, el extremo se marchó al gimnasio para pasar algún test físico, además de trabajar un poco con las pesas. Aunque está previsto que desde esta mañana se una al grupo y participe incluso en los amistosos de pretemporada. “Un tipo muy simpático”, le definen desde el club bermellón, sin prisas por inscribirlo porque está libre de contrato y de estar sujeto a las limitaciones temporales del mercado.

Su llegada a Mallorca no es casual, pues Sturridge comparte agencia de representación (Octagon) con el consejero deportivo del Mallorca, el exjugador Graeme Le Saux y con pasado en el Chelsea como el extremo. Formado en las canteras del Aston Villa y Coventry City, el atacante dio el salto en la academia del Manchester City hasta llegar al primer equipo. Buenos números que le llevaron al Chelsea en 2009, donde no acabó de cuajar y se fue a préstamo al Bolton. Pero cuando regresó a Stamford Bridge, expresó su mejor fútbol y le dio continuidad en el Liverpool (2013), también con Inglaterra en el Mundial 2014 y la Eurocopa 2016. Cinco cursos más tarde —160 partidos y 68 goles—, castigado por las lesiones y sin la confianza de Klopp, se fue cedido al WBA para quedar libre en 2019. Hasta que firmó por el Trabzonspor, donde marcó siete goles y dio cuatro asistencias en 16 duelos.

Ahora está a prueba en el Mallorca, que ha fichado a Ángel, Pablo Maffeo y Jaume Costa. Sturridge puede ser el próximo.

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