Pablo Andújar, de pelotazo en pelotazo

La felicidad, el rebozado en arena, están plenamente justificados. Pablo Andújar acaba de tumbar a Dominic Thiem después de 4h 28m y firma así la primera campanada de esta edición de Roland Garros. Lo hace a lo grande, con una heroica remontada contra el deprimido austriaco (4-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 6-4), que vive malos tiempos y desde hace meses, dice, está vacío y no se encuentra a sí mismo. París, pues, pierde a uno de sus principales favoritos, al finalista de 2018 y 2019, e ilumina de repente a un veterano que pasó las de Caín para reengancharse a su deporte y ahora sonríe más que feliz, firmando un pelotazo tras otro.

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Hace menos de una semana, Andújar batió a Roger Federer en Ginebra, en un día que guardará como oro en paño en la memoria. “Podré contárselo a mis nietos”, exponía ante los periodistas. Y este domingo, de nuevo, su nombre volvió a sonar con fuerza. Se rehízo en el duro cruce con Thiem y terminó despachando al cuatro del mundo, que desde que lograra su primer grande, el curso pasado en la anómala edición de Nueva York, no consigue levantar cabeza y va desinflándose. Su cifra de errores no forzados se disparó hasta los 61 esta vez.

“Nunca había pasado por una crisis como esta”, reconoce sin tapujos el austriaco, mientras el conquense apunta la cita con Federico Delbonis o Radu Albot en la segunda estación del torneo. “Para mí, estas dos victorias han sido como si hubiera venido Papá Noel. Son regalos que me ha hecho el tenis”, dice el ganador, que nunca había remontado dos mangas ni tampoco había derrotado a un top-5. “No sé si es el mejor momento de mi carrera, pero sí sé que es el momento de mi carrera en el que más estoy disfrutando”, prosigue Andujar, que entre 2016 y 2017 vivió un infierno que le supuso tres operaciones en el codo derecho.

“¿Si esta es mi mejor victoria? No, la mejor es la de Roger. No puedo desmerecerla, pero Federer es Federer… Soy el primer sorprendido, esto es muy especial para mí”, continúa a la vez que se exige “volver a bajar a la tierra”, porque el miércoles regresará a la pista y, por qué no, le gustaría romper la barrera de los octavos que firmó hace dos años en el US Open –su mejor registro en un grande– y, de paso, borrar la fea estadística que le acompañaba en París, donde había caído en la primera ronda en las tres últimas participaciones.

Andújar endulzó una jornada que la que Roberto Bautista, con unos ribetes amarillos y azules adornando su camiseta como tributo al Villarreal, se impuso a Mario Vilella (6-4, 6-4 y 6-2) y en la que también avanzaron Pablo Carreño (6-3, 6-4 y 6-3 a Norbert Gombos) y Paula Badosa (6-2 y 7-6(3) a Lauren Davies). No logró progresar Carlos Taberner (7-6, 1-6, 6-0 y 6-2 para Safiullin). Mientras tanto, este lunes intervendrán Garbiñe Muguruza (cuarto turno de la sesión en la pista Simonne Mathieu, a partir de las 11.00; Eurosport), Carlos Alcaraz (tercero en la 12, frente a Bernabé Zapata) y también entrarán en escena Federer (Istomin, no antes de las 16.00 en la central) y Serena Williams (Irina-Camelia Begu, a las 21.00).

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