El Eibar cae a Segunda antes de la jornada final, que tendrá los puestos de descenso y Europa abiertos
La Real Sociedad dependerá de si misma para asegurar la quinta plaza y el Huesca, para eludir el descenso ante Elche y Valladolid
Todos los frentes que estaban abiertos siguen igual tras una jornada frenética de la Liga, unificada como en los viejos tiempos y goleadora de inicio a fin. Huesca, Elche y Valladolid tratarán de eludir dos puestos de descenso porque el Eibar firmó su descenso después de siete años entre los grandes y Alavés y Getafe huyeron de la quema con sendas victorias. La ventaja es para el Huesca, que si gana al Valencia seguirá en Primera. En caso contrario estará a expensas de lo que haga el Elche frente al Athletic. El Valladolid, con dos puntos menos, necesita una carambola y ante el líder, el Atlético.
El reparto de puestos europeos ya descartó al Celta, que porfió en las últimas jornadas por llegar a ellos. Pero Real Sociedad, Betis y Villarreal ganaron sus partidos y llevaron su duelo hasta la última jornada. Los donostiarras laminaron al Valladolid (4-1) y tienen ventaja de un punto sobre sus otros dos rivales, con un duelo pendiente en Pamplona. El Betis superó al Huesca (1-0) y acabarán en Balaídos contra el Celta. En caso de empate a puntos con el Villarreal quedarían por delante. El cuadro amarillo goleó al Sevilla (4-0) con exhibición realizadora de Bacca, que anotó tres goles.
La pelea por Europa y la agonía por eludir el descenso se entremezcló en una tarde dominical de aroma clásico. Al cuarto de hora todo parecía camino de resolverse en la parte baja de la tabla. Valladolid y Eibar se cayeron de inicio en sus visitas a San Sebastián y Valencia. A la media hora ya iban tres abajo y el Elche también perdía en Cádiz, donde abrió el marcador un penalti transformado por José Mari después de una mano de Verdú de esas que ayudan a avivar polémicas por comparación. El zaguero del equipo ilicitano saltó a tapar un centro y tenía el codo levemente abierto. Justo allí le golpeó la pelota cuando estaba de espaldas a ella.
El Elche porfió para regresar a la vida y a la postre lo logró ante un rival que ya tenía todo escrito en el campeonato. Eibar y Valladolid también trataron de revolverse contra su suerte. José Luis Mendilibar, técnico de los vascos, movió el banquillo diez minutos antes del descanso, llamó a Bryan Gil y Sergi Enrich y se lanzó a por un imposible. Nada más salir al campo marcó el joven extremo andaluz y la celebración tuvo aires de rebeldía: el Eibar se sentía todavía vivo.
Pero el equipo vasco ya estaba también en el alambre, con el equipo muy alto para achicar espacios. Quiso atacar con muchos efectivos el Eibar y se encontró desnudo en la zaga. Guedes y Soler marcaron a pares y sellaron (4-1) el descenso de los vascos a Segunda. Para el Valencia el partido tuvo aires de reivindicación tras una campaña abrupta. También lo tuvo para su afición, que en la última cita pudo entrar en Mestalla y expresar allí su mayoritario rechazo a los gestores de la entidad. Los gritos contra Peter Lim y Anil Murthy se mezclaron con las celebraciones de los goles
Flotó también en el ambiente del estadio che una cierta desafección. El aforo permitido las autoridades sanitarias era de 5.000 personas, pero apenas retiraron su entrada 2.689. No eran precisamente baratas: entre 60 y 30 euros, con descuentos de hasta la mitad para algunos socios.
En Anoeta, sin embargo, no hubo noticias del Valladolid. Sergio González también operó desde el banquillo antes del receso y retiró a un zaguero, Luis Pérez, para dar cancha a su mejor goleador, Weissman. Pero el partido ya iba en una única dirección desde que Isak, que ya lleva 16 dianas, había llevado a la red sus dos primeros remates. Surtido por Silva y Oyarzabal, el delantero sueco ha elevado su nivel esta temporada. El mediapunta canario anotó el tercero y Januzaj de penalti el cuarto. Al descanso ya todo parecía sentenciado para el Valladolid, que tan sólo esperaba buenas noticias desde el Villamarín para llegar vivo a la última jornada. Llegaron. Aún así su situación es complicada: debe vencer al Atlético, que se juega la Liga y esperar el tropiezo de Huesca y Elche.
La segunda parte comenzó con novedades en Cádiz, donde Pere Milla marcó un gol que alimentaba las esperanzas del Elche. EL VAR trazó líneas y lo anuló. Pero realmente a esas alturas lo que ocupaba a casi todos era lo que ocurría en el campo del Betis. Allí un tanto local no sólo constreñía la clasificación europea sino que daba vida a los tres sentenciados a Segunda, sobre todo a Valladolid y Elche. El gol llegó con algo más de media hora por jugar. Borja Iglesias provocó un penalti y se encargó de embocarlo. El grito de la celebración resonó en varios destinos.
Casi al mismo tiempo Pere Milla empató en Cádiz y, poco después, el zaguero Diego González remontó para los ilicitanos y complicó al Getafe, que no ganaba al Levante e incluso al Alavés, que estaba salvado, pero al que el Granada le había logrado empatar dos goles. Justo en ese momento apareció Joselu, poco después Rioja y el Alavés festejó (4-2) la permanencia en la categoría tras perder apenas uno de sus últimos ocho partidos, justo desde que Javi Calleja llegó al banquillo.
El final de la tarde alivió al Getafe, que encontró la salvación con un gol de Kubo que valió un triunfo contra el Levante (2-1). Un gol de Fidel sentenció para el Elche (1-3) en Carranza y alimenta sus esperanzas una semana. Y será una y no más.
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