El mes de locura de Stephen Curry

La vorágine del baloncesto en Estados Unidos se reserva en primavera a la Liga Universitaria (NCAA). Es la pasarela hacia la gloria colegial, donde presentan sus credenciales los aspirantes a enrolarse en la NBA. Justo durante los primeros días de abril en que culminaba la famosa March Madness con el triunfo de Baylor, el primero de la universidad de Waco (Texas), empezaba otra locura, la de Stephen Curry.

Las exhibiciones del base de los Golden State Warriors se sucedieron, un tanto desapercibidas porque ha convertido en algo rutinario meter seis o siete triples y más de 30 puntos en cada partido. Alguien levantó la ceja cuando se fue hasta los 41 ante Milwaukee, uno de los favoritos, ese día derrotado, algo sorprendente incluso pese a la baja de su estrella Giannis Antetokounmpo. Días después, Curry sumó 53 puntos ante otro de los favoritos, Denver, y superó al legendario Wilt Chamberlain como máximo anotador de los Warriors con 17.783 puntos. Ahora sobrepasa los 18.000.

A sus 33 años y en su 12ª temporada estaba acostumbrado a competir por lo máximo, con tres títulos y cinco finales entre 2014 y 2019, MVP en 2015 y 2016 y máximo anotador en 2016. Ahora se ha embarcado en un reto de otra dimensión. Se trata de devolver a los Warriors a los playoffs, una gesta si se pone en perspectiva porque, tras la final que perdieron ante Toronto en 2019, Kevin Durant los abandonó para enrolarse en los Nets y padecieron una plaga de lesiones que han dejado a Klay Thompson sin jugar desde entonces y al propio Curry ausente durante casi toda la campaña anterior. El equipo la concluyó con el peor balance de la Liga: 15 victorias y 50 derrotas. Si poco se apostaba este año por ellos, menos aún tras perder el concurso del pívot James Wiseman, el número dos en el último draft, lesionado. Se añade a una lista de bajas más puntuales como las de Bazemore, Damion Lee y Eric Paschall.

“Esta temporada ha requerido algo un poco diferente. Estoy tratando de adaptarme a ello. Es una forma divertida de jugar al baloncesto, simplemente intentando sumar victorias. Y tengo una confianza suprema”, asegura Curry. “He sido bendecido con una serie de habilidades muy especial que trato de perfeccionar y mejorar para llegar a donde queremos ir”. Durante los 14 partidos que ha jugado en el último mes sus números son asombrosos, incluso para él: enlazó 11 anotando más de 30 puntos, ha sumado 85 triples —el peculiar récord lo tenía James Harden con 82— y promedia 37,6 puntos, 6,4 rebotes, 4,6 asistencias, 35,2 minutos, 6,5 triples con un 47% de acierto y un 57% en tiros de dos. Los Warriors han ganado ocho de esos 14 partidos y se han situado en la décima plaza de la tabla, una posición que le valdría para disputar el play-in, la novedosa eliminatoria que definirá las dos últimas plazas de cada Conferencia para disputar los playoffs.

La eliminatoria ha sido criticada por muchos jugadores y entrenadores que consideran injusto que después de una intensa temporada regular —aunque con diez partidos menos de los 82 habituales—, el séptimo y el octavo clasificados no tengan garantizado el puesto en los playoffs como sucedía hasta ahora. “Tenemos la oportunidad de hacer que esta temporada signifique algo en la recta final gracias al play-in si alcanzamos el rendimiento máximo en el momento adecuado”, aduce Curry. Su entrenador, Steve Kerr, empieza a quedarse atónito ante los logros del hombre que lidera la lista de máximos anotadores con una media de 31,3 puntos: “Parece que me he quedado sin formas de describir su juego. Voy a dejar de intentarlo. No sé qué más decir. Es simplemente increíble y alucinante, pero ya he usado esas frases”.

Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.