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Borja Iglesias: “Disfrutaba más el fútbol como aficionado que como jugador”

El delantero del Betis reflexiona sobre la Superliga, su momento personal y el duelo ante el Madrid

Borja Iglesias
Borja Iglesias canta el gol que le hizo a Osasuna. Detrás, su compañero Canales.Jose Manuel Vidal. (EFE)
Rafael Pineda

Borja Iglesias (Santiago de Compostela, 28 años) se convirtió en el segundo fichaje más caro, tras Denilson, de la historia del Betis, que pagó 30 millones de euros al Espanyol en 2019. Tras un año y medio rindiendo de manera discreta, el delantero reflexiona al otro lado del teléfono sobre la Superliga y su buen momento personal y el de un Betis que visita hoy Valdebebas (21.00, Movistar LaLiga).

Pregunta. ¿Cuál es su opinión acerca de la Superliga?

Respuesta. Pienso que la meritocracia es parte fundamental en el deporte. Los éxitos deben llegar por lo que haces en el campo y no por tener una determinada historia o que te vea mucha gente. Soy partidario de mantener el fútbol tal y como está. Luego habrá personas que quieran hacer cambios, pero el fútbol es un deporte que nació de gente que hacía algo para disfrutarlo y que luego, no sé por qué, le empezó a gustar a gente que lo ve y también lo disfruta así. Soy partidario de cuidar esa esencia del fútbol que nos mueve a todos. A todos nos gusta crecer, medirnos con los mejores y si una norma te lo prohíbe, pues no es lo mismo.

P. ¿De quién es el fútbol?

R. Yo disfrutaba más el fútbol como aficionado que ahora, que lo conozco más desde dentro. El fútbol, obviamente, le encanta a la gente, que lo practica con sus amigos y lo ve por la tele porque es un espectáculo impresionante. Pero el fútbol también es un negocio muy fuerte. Hay que buscar el término medio. No es fácil, pero, obviamente, el fútbol es del aficionado.

P. Cuando oye a Florentino Pérez decir que un Elche-Valladolid no le interesa a nadie, ¿qué piensa?

R. No es muy agradable escuchar eso. Que Florentino o alguien no vea ese partido no quita todo el trabajo que hay detrás, todo lo que se mueve para que ese partido se retransmita, los futbolistas, los empleados del club que preparan el estadio… Hay mucha gente que es parte de ese partido. Yo a veces tampoco veo al Madrid o al Barcelona y de repente me veo delante de un Zaragoza-Almería porque me interesa. Que no me interese a mí un partido no significa que no le interese a otra persona. Hay que respetar mucho al aficionado. Gracias a ellos somos lo que somos.

P. Como aficionado a la NBA, ¿ve exportable su modelo al fútbol europeo?

R. La NBA lleva muchos años funcionando. Se fundó ya con esa idea. Trasladar ese modelo al fútbol europeo sería cambiarlo de arriba hacia abajo. El fútbol es un espectáculo, sin duda, pero no está montado de esta forma. Su esencia es distinta. En el fútbol hay aspectos como la rivalidad, como defender tu comunidad, que son muy importantes. Yo he vivido con el Betis una eliminatoria con el Antoniano en la Copa y he visto cómo disfrutaban mis rivales por jugar contra nosotros. Yo también lo he vivido, desear cruzarnos con un grande. Tengo compañeros en el Coruxo o el Compostela que me escribían antes de un sorteo de Copa para ver si nos enfrentábamos. Eso es también fútbol.

P. ¿Lo peor de esta Superliga es su fórmula casi cerrada?

R. Sí, puede ser. La Champions y la Liga Europa de la UEFA premian a los equipos que se ganan en sus países la posibilidad de disputar un torneo continental. Igual se puede mejorar el aspecto de los ingresos, no sé, no me corresponde, pero el fútbol y el aficionado no quieren que las cosas se establezcan porque sí. Todos tienen derecho a ver a sus equipos crecer y mantenerse en la élite, o pelear por no bajar y por subir tiene también sus alicientes. Ese enfoque del fútbol es especial. Todos queremos dar la mejor versión para conseguir objetivos. Te lo tienes que ganar. Ahí está el ejemplo este año del Granada. Eso debe seguir vivo, como el Málaga de la Champions o el propio Betis cuando jugó la máxima competición continental. O el Espanyol con el que nos metimos en Europa. Yo viví como canterano la Europa League del Celta de Berizzo, esas semifinales contra el Manchester United. Vivir ese ambiente en tu estadio fue tremendo. Esa ilusión no se la pueden arrebatar a la gente. Es parte fundamental del enganche de la gente al fútbol. Son situaciones mágicas.

P. ¿Cree que la gente joven se está despegando del fútbol?

R. Creo que no, pero es verdad que lo vive de una manera distinta a como lo vivía yo, por ejemplo. Ya no se juega en la calle, como yo hacía, y los jóvenes tienen acceso a otras cosas a través de los móviles y los portátiles. Ellos pueden acceder a otras cosas que antes no había y con una instantaneidad tremenda. Creo que a la gente joven le sigue apasionando el fútbol, pero con los matices de una época nueva. El fútbol puede ser un gran vehículo para trasmitir valores a los jóvenes, como el trabajo en equipo, y eso sigue teniendo mucha fuerza. Te puede dar muchas cosas que no tienes si estás horas y horas sentado en una silla.

P. ¿Los futbolistas deben ganar algo menos de dinero para ayudar al fútbol?

R. Bueno, eso ya está haciendo. Muchas plantillas lo hicimos cuando se paró el mundo por la pandemia. Ahora también. Se están haciendo aplazamientos de pago. Los jugadores somos conscientes de que la situación es delicada y queremos ayudar.

P. Lleva año y medio en el Betis. Ha pasado momentos duros. ¿Cómo se encuentra ahora?

R. Me encuentro ahora feliz. Siempre lo he intentado ser, afrontando los problemas desde la tranquilidad, trabajando más para demostrar ese esfuerzo que el Betis hizo por mí. El primer año fue muy complicado, pero ahora puedo decir que me encuentro en el mejor momento de mi carrera en cuanto a sensaciones. Quiero crecer y aportar todo lo que se espera de mí.

P. ¿Por qué no resultó la química Rubi-Borja Iglesias el pasado curso en el Betis?

R. A veces pasan estas cosas. Nos tenemos un gran aprecio y una gran relación. Le deseo lo mejor. No encajaron los engranajes, no funcionó y parece increíble, porque el Betis, realmente, tiene todos los ingredientes para que las cosas funcionen bien, pero así es la vida.

P. ¿Sigue recibiendo ayuda sicológica?

R. Todos vivimos situaciones de estrés en nuestra vida. Animo a la gente con problemas a recibir este tipo de ayuda. Son profesionales en gestionar a las personas, que es muy complicado. Te dan muchas herramientas para gestionar situaciones comprometidas y salir victorioso. Trabajo con Patricia [Ramírez] y su equipo desde mi etapa en el Zaragoza y lo hemos ido haciendo incluso cuando las cosas han ido bien. A veces los momentos buenos son complicados de gestionar.

P. ¿Llega el Betis ante el Madrid algo atascado?

R. No estamos mal, competimos bien, pero no estamos tan lúcidos como hace unas semanas. Los resultados lo marcan, llevamos cuatro empates seguidos y te das cuenta de que todo no fluye como antes. No estamos tan finos.

P. ¿Cómo ve el partido ante el Madrid?

R. Es un equipo que te exige mucho porque te quita la pelota y pasas mucho tiempo detrás de ella. Te desgastas en eso y luego no estás fresco en el ataque.

P. ¿Qué le ha aportado Pellegrini al Betis?

R. Desde el día uno lo dejó muy claro. Él no venía al Betis para pasar el año. Quería hacer una gran temporada y hacernos crecer, nos dijo. Con esa trayectoria no tiene la necesidad de entrenar por entrenar, lo hace porque le motiva, porque le gusta y creo también que es su forma de vivir y entender la vida. Entrena con pasión e intenta transmitir su idea al equipo. Es un lujo de entrenador.

P. ¿Y Joaquín?

R. Es un símbolo del fútbol nacional. Es increíble cómo te contagia de buen rollo todos los días. Siempre tiene una sonrisa en la cara.

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