Gerard Moreno comanda el paseo del Villarreal
Los de Emery ascienden hasta la quinta plaza tras vencer a un Levante que no pudo frenar al delantero y encajó cinco goles
Con la cadencia de Parejo, la velocidad de Chukwueze y, fundamentalmente, por el peso en el juego de Gerard Moreno, un delantero enorme, igual de diferencial dentro y fuera del área, el Villarreal, brillante semifinalista de la Liga Europa, aplastó al Levante, derritiendo con su juego asociativo la floja resistencia granota.
En una salida contundente, el Villarreal empujó al Levante contra la portería de Aitor. Parejo filtró un pase a la derecha sobre Mario Gaspar, que, muy alto, dobló a Chukwueze para recibir el balón. Su centro, duro y a media altura, que buscaba a Bacca, rebotó en Postigo y se metió en la portería. Tambaleándose por el brillante juego amarillo, el Levante encajó, cuatro minutos después, el segundo gol. Uno de los mejores del campeonato. Gerard Moreno, un punta extraordinario, echó a correr desde la línea medular, Postigo, enganchado, rompía el fuera de juego. El pase, excelente, fue del metrónomo Parejo, la brújula del Villarreal. Gerard, encimado por Duarte, entró en el área y lo que sucedió después fue una maniobra excelente. Gerard, fino como un bailarín de ballet, con la pelota pegada y dos movimientos elásticos de su pie derecho, primero con el interior, luego con el exterior, dejó inmóvil al central tico, como si de repente le hubieran salido raíces, e hinchó la red de tiro cruzado con la izquierda. Un gol maravilloso meciendo su cuerpo a un lado y a otro como si fuera un junco.
El Levante, cuando despertó, optó por jugar al intercambio de golpes. Los granota nunca capitulan. Su comportamiento cuando encajan suele ser el mismo que cuando se adelantan en el marcador. Los goles en contra apenas les afectan. Subieron la presión y redujeron diferencias antes de llegar al minuto 25. Coquelin recibió de Asenjo para iniciar la salida de balón, pero de espaldas y mal perfilado, fue víctima de la presión agresiva de Malsa que le robó la pelota y marcó, metiendo a su equipo en el partido.
El Villarreal siguió transitando con peligro, pero perdió la efectividad de los primeros minutos y el Levante se levantó en la reanudación, ajustando marcas y equilibrando el duelo hasta que volvió a aparecer Gerard, oficiando, esta vez, como un fino mediocentro. El punta ‘groguet’ envío un balón sobre Alcácer, que, nada egoísta, recibió y se lo entregó a Chukwueze para que hiciera el tercero. Entonces el Villarreal explotó los espacios que dejó el Levante a su espalda y lo aplastó. Vezo hizo el cuarto en propia puerta y Chukwueze, subió el quinto al marcador tras un pase fantástico de Trigueros. Mordiendo a la contra y penalizando el atrevimiento granota, el once de Emery logró un triunfo holgado y sonado.
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