Raquel Carrera hace historia en el ‘draft’ de la WNBA

Cinco días después de protagonizar la conquista de la Eurocup con el Valencia Basket, Raquel Carrera ha vuelto a hacer historia. La pívot orensana, de 19 años y 1,90m, ha sido seleccionada en la segunda ronda del draft de la WNBA, en el puesto número 15 por las Atlanta Dream. Nunca una jugadora española había sido elegida en un puesto tan alto en la meca del baloncesto. Leticia Romero y Astou Ndour tenían hasta esta madrugada el mejor puesto, con el número 16. En la misma ceremonia, Aina Ayuso, base barcelonesa del Casademont Zaragoza, de 21 años y 1,75m, ha sido seleccionada en tercera ronda, en el puesto 34, por Los Ángeles Sparks, con el regalo del mensaje en redes, a modo de felicitación y bienvenida, de Earvin Magic Johnson.

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Con Carrera y Ayuso, ya son 10 las jugadoras españolas elegidas en el draft estadounidense, con un notable aumento del seguimiento al talento de la mejor cantera de Europa en las últimas ediciones. La selección española cerró la pasada década como el país con más medallas conquistadas en los campeonatos de formación de la FIBA (42), por delante de Estados Unidos (31), Australia (27) y Francia (26). En total, 19 podios de los equipos masculinos y 23 de los femeninos, 12 de ellos con el oro al cuello. Maite Cazorla (23), María Conde (27) y Ángela Salvadores (31) fueron elegidas en 2019, mientras que Leticia Romero lo fue en 2017 y Astou Ndour en 2014. En 2009, Alba Torrens obtuvo la posición 36, la misma que Nuria Martínez, que se inscribió en la edición de 2004. Amaya Valdemoro fue la primera jugadora española en ser elegida por la WNBA, en 1998 en el puesto número 30. “Uno de mis sueños es ir a la WNBA y Atlanta ha cumplido ese sueño”, declaró Carrera tras clasificarse para las semifinales de la Liga Femenina. “Cuando fiché por el Valencia tenía claro que era un proyecto muy ambicioso que me iba a ayudar a crecer como jugadora y se está cumpliendo. Me está saliendo todo muy bien, pero ahora lo importante es disfrutar del camino”, completó

El futuro de la selección española ya está aquí y despunta con nota para los cazatalentos estadounidenses. El pasado mes de noviembre, el seleccionador, Lucas Mondelo, citó en Valencia a un grupo de 19 jugadoras, con las artífices de las siete medallas consecutivas entre 2013 y 2019 (Laia Palau, Laura Nicholls, Silvia Domínguez, Alba Torrens, Anna Cruz, Laura Gil y Astou Ndour), el pujante eslabón intermedio (integrado por Cristina Ouviña, Queralt Casas, Leo Rodríguez, Andrea Vilaró y María Conde, ausente ahora por lesión), la base del relevo generacional (Laura Quevedo, Belén Arrojo, Nogaye Lo, María Araujo, Paula Ginzo y Maite Cazorla) y las dos piezas de mayor futuro: las debutantes Raquel Carrera y Aina Ayuso. Una lista con ocho jugadoras por debajo de los 25 años y con solo dos de ellas compitiendo en el extranjero: Torrens (en el Ekaterimburgo ruso) y Ndour (en el Hatay turco), dato que invierte la tendencia emigrante que alcanzó su máxima expresión en 2017, cuando España logró el oro continental en la República Checa con cuatro jugadoras en equipos nacionales.

La elección de Carrera y Ayuso no implica su salto inmediato a la WNBA, más aun teniendo en cuenta el verano extraordinario que afronta el baloncesto femenino español. La selección disputará el Europeo de Valencia (17 al 27 junio) y los Juegos de Tokio (23 de julio al 8 de agosto) casi de forma consecutiva, con solo 25 días de margen entre una y otra cita. Un doble desafío inédito para el que, todo apunta, Mondelo cuenta seguro con Carrera. La temporada de la WNBA se desarrolla entre los meses de mayo y septiembre.

La jugadora orensana descartó hace dos años la opción de formarse en la universidad estadounidense y apostó por la estabilidad del proyecto de cinco años que le ofreció el Valencia Basket —el primero de ellos cedida en el Araski de Vitoria para forjarse progresivamente en la élite—. Una decisión que respalda José Ignacio Hernández, exseleccionador y actual director técnico de las selecciones femeninas, según contó a EL PAÍS. “No todo es Estados Unidos. Estar desde los 18 años en la Liga Femenina suponer jugar a un nivel competitivo muy superior al de las jugadoras que están en la liga universitaria estadounidense. La NCAA se le quedaría muy pequeña. Ha acertado en eso, porque ha consolidado rápido su evolución, a las pruebas nos remitimos”, apunta. Si se hace un hueco entre las 12 definitivas para el Eurobasket y los Juegos, no tendrá ese rol de la jugadora joven que llega para coger experiencia. Aportará desde el principio. El techo lo va a marcar ella y tiene una enorme capacidad de trabajo para llegar lejos”, añade Hernández. Ahora el baloncesto estadounidense pone de nuevo el foco en su talento.

Hace dos días, otra perla, Santi Aldama (Las Palmas de Gran Canaria, 2001), un portento de 2,11m y 100 kilos que, según todos los expertos, mezcla el biotipo de Pau Gasol con la versatilidad de Toni Kukoc, hizo oficial su candidatura al próximo draft de la NBA desde la Universidad Loyola Maryland. “He decidido que mi nombre esté en el draft 2021 sin rechazar la posibilidad de continuar en la liga universitaria. Siempre he soñado en convertirme en un jugador de la NBA y estoy preparado para dar el siguiente paso en mi carrera baloncestística”, expresó Aldama. En la misma promoción se espera al pívot madridista Usman Garuba (Madrid, 19 años), con más de 100 partidos ya con el conjunto de Laso. El talento español atrae la atención en Estados Unidos.

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