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España, en busca de la séptima medalla consecutiva: “La clave es que no nos lo creemos”

En 56 años de historia, la selección femenina suma 13 medallas, 12 de ellas han llegado este siglo, las seis últimas seguidas. Desde 2013, Palau, Nicholls, Domínguez, Xargay, Gil y Mondelo no se bajan del podio

Faustino Sáez
Silvia Domínguez, Laia Palau, Marta Xargay, Laura Gil, Lucas Mondelo y Laura Nicholls tras el reportaje.
Silvia Domínguez, Laia Palau, Marta Xargay, Laura Gil, Lucas Mondelo y Laura Nicholls tras el reportaje.Luis Sevillano

Tras quedarse fuera de los Juegos de Londres, España llegó al Europeo de Francia en 2013 con la determinación irreductible de regresar a la élite del baloncesto femenino. Entre el desquite y la reivindicación, su orgulloso viaje le llevó a conquistar el segundo oro de su historia tras el logrado 20 años antes en Perugia. Ahí comenzó una secuencia memorable de seis podios consecutivos —dos oros, dos platas y dos bronces— que aún sigue abierta. Antes de partir hacia Letonia para intentar prolongar la gloria, EL PAÍS reúne a Laia Palau, Laura Nicholls, Silvia Domínguez, Marta Xargay, Laura Gil y Lucas Mondelo —las cinco jugadoras (junto a la lesionada Alba Torrens) y el seleccionador presentes en todas las conquistas— para repasar el álbum de recuerdos. “Cuanto más ganamos, más queremos”, lanzan en conjunto antes de debutar hoy ante Ucrania (20.00, Teledeporte).

Las jugadoras española celebran la conquista del oro en 2013
Las jugadoras española celebran la conquista del oro en 2013efe

Europeo 2013. Oro. “La toma de la Bastilla”. Nueve triunfos en nueve partidos valieron la reconquista. “Aprendimos muchísimo del décimo puesto en el Europeo de 2011”, se arranca Nicholls. “Aquello nos hizo muy fuertes y nos enseñó a rearmarnos ante la adversidad”, prosigue. “Pasamos un preeuropeo durísimo. Nos clasificamos el último día y, después, comenzamos muy bien ante Rusia. Fue nuestra confirmación”, recuerda Mondelo, protagonista del tiempo muerto viral de “la sangre se lava con sangre”, como lema para devolver afrentas a Suecia.

Fue el campeonato en el que las capitanas, Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar, pusieron fin a casi dos décadas en la selección. “Tuvieron la despedida soñada. Se gestionó muy bien la transición y cuando jugaron lo hicieron a la perfección”, repasa Palau, la heredera del brazalete. “No olvidaremos la arenga de Elisa antes de la final ante Francia... aquello de salir con el machete entre los dientes”, suma Laia. “Es impresionante ver a 5.000 personas cantar La Marsellesa a capela, pero nosotras tomamos la Bastilla”, sentencia Mondelo. “Los tres oros que tenemos se los hemos ganado a Francia”, añade. “Mirábamos el marcador y no nos lo creíamos”, cierra Nicholls. El Pévèle Arena de Orchies vivió la fiesta española. La primera de muchas.

La selección española posa con la plata mundial en 2014
La selección española posa con la plata mundial en 2014afp

Mundial 2014. Plata. “Llegar a la Luna”. Era el sexto Mundial de España, que solo en 2010 había cruzado la barrera de cuartos —rumbo al bronce—, y resultó una proeza equiparable a la plata olímpica masculina de Los Ángeles’84. “No sabíamos lo que iba a venir después. Era lo máximo, era el oro de las terrenales”, cuenta Silvia Domínguez. “Ganamos a China en cuartos por 20 puntos. Pero luego, en semifinales, sufrimos muchísimo contra Turquía. Eran nuestra bestia negra y jugaban en casa. En la final ante EE UU no sé si aguantamos cinco minutos, pero lo celebramos a tope”, rememora la base de Perfumerías Avenida. “Fue llegar a la Luna. El penúltimo gran paso que nos quedaba por dar antes de la final olímpica”, dimensiona Palau. “La línea entre el éxito y el fracaso es muy fina, pero veíamos que iban saliendo las cosas y que teníamos un equipete muy majo. Visualizamos el cambio generacional y seguimos haciendo camino”, completa la capitana.

España, en el podio del Europeo de 2015.
España, en el podio del Europeo de 2015.efe

Europeo 2015. Bronce. “El vértigo y los fantasmas”. Batiéndose el cobre hasta el final, España superó la ausencia crucial de Sancho Lyttle, mvp en 2013, y alcanzó ante Bielorrusia un bronce que valía el billete olímpico a Río. “Nos jugábamos los Juegos y aparecieron los fantasmas de 2011. Estuvimos en el alambre con esa canasta milagrosa de Anna Cruz en cuartos ante Montenegro. Por un segundo nos vimos fuera y ese vértigo se nota”, apunta Domínguez. “Habíamos perdido a Sancho, que era nuestro seguro de vida, pero nos defendimos bien. Ganamos a todas en las dos primeras fases, incluida a Serbia que fue la campeona, y solo perdimos un partido, la semifinal contra Francia”, apunta Nicholls.

Juegos 2016. Plata. “La experiencia más especial”. La última frontera estaba en Río de Janeiro. Allí alcanzó España el podio que le faltaba, debatiéndose entre el drama y la épica en cuartos ante Turquía. Salió cara con otra canasta milagrera de Cruz que coronó un parcial de 12-2 en los minutos finales. “Lo teníamos casi perdido. Fue milagroso”, explica Marta Xargay. “Luego, ante Serbia, hicimos un partidazo en semifinales”, amplía. “No nos confiamos nunca, pero ya se notaba que el resto de selecciones había cambiado la percepción sobre España. Nos tienen ese respeto que se tiene a las grandes”, suma Domínguez. “Los Juegos eran algo pendiente. Es la mayor experiencia de un deportista. Lo vives desde el primer día, desde el desfile, en la Villa... Y luego ves que empiezas ganado, además ante Serbia precisamente... Cada minuto fue especial”, rememora Palau. “La clave de este equipo es que no nos lo creemos y en cada torneo empezamos de cero. Así seguimos creciendo”, cuenta Xargay.

Las jugadoras españolas, en el podio de Río con la plata olímpica
Las jugadoras españolas, en el podio de Río con la plata olímpicaefe

Europeo 2017. Oro. “Fuimos un avión”. En Praga llegó la octava medalla en los nueve Europeos de este siglo, el tercer oro del baloncesto femenino español. Con Alba Torrens como estilete y mvp y Sancho Lyttle de nuevo como pilar, las jugadoras de Mondelo arrasaron a Francia para consolidar su dominio continental. “Aquella final fue, probablemente nuestro mejor partido en estos años”, subraya Laura Gil. “No es que las echáramos del campo, es que no las dejamos entrar. La tunda fue increíble”, repasa la pívot, plusmarquista con 15 medallas con la selección entre todas las categorías. “Empezamos el campeonato un poco al tran tran, pero luego fuimos un avión”, refrenda Laia. “En la preparación, Francia nos ganó dos veces, con arbitrajes de Allons enfants de la patrie, pero llegado el momento respondimos a lo grande. Hicimos como la selección masculina, ir de menos a más”, remata Mondelo.

Laia Palau alza el trofeo del Eurobasket de 2017
Laia Palau alza el trofeo del Eurobasket de 2017efe

Mundial 2018. Bronce. “La medalla más trabajada”. Impulsada por el aliento de Tenerife, España logró la sexta medalla consecutiva para un grupo de leyenda, la 13ª en los 55 años de historia de la selección, superando lesiones, cambiando de cuerpo sin perder el alma y rearmándose sobre la marcha. “La presión del anfitrión existe pero, en la pista, se transforma a favor. Si ese Mundial no lo jugamos en casa no sacamos el bronce”, confiesa Xargay. “La conexión con el público fue increíble, sobre todo ante Canadá y en el partido del bronce contra Bélgica”, añade Nicholls. “Hubo lesiones y contratiempos desde la preparación, pero todas las jugadoras tuvieron su momento”, suma Gil. “Jugadoras de las que no tenían muchos minutos los aprovecharon al máximo y dieron un gran paso adelante”, completa.

España celebra el bronce en el Mundial de Tenerife
España celebra el bronce en el Mundial de Tenerifefeb

“Visto en perspectiva, perder ante Bélgica en la primera fase nos vino hasta bien. Ayudó a que el equipo se hiciera más. Con Canadá hicimos un partidazo en cuartos y luego llegó Australia... Íbamos ocho arriba en el último cuarto, parecía increíble. Pero se la jugaron a lanzar centrochuts a Cambage y les salió”, repasa el seleccionador. “Ha sido sin duda la medalla más trabajada de estos años. Veníamos de dominar el Europeo y aquí nos tocó sufrir. Hemos sufrido mucho. Pero cuanto más ganamos más queremos. Queremos más”, cierra Palau.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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