Sin goles ni certezas en El Sadar
Osasuna y Valladolid no pueden romper el 0-0 y quedan anclados a la parte baja de la clasificación
La mejor medicina para la angustia es la certeza. Osasuna y Valladolid acudieron este sábado al Sadar para intentar encontrar algún argumento que les haga creer que pueden tener un último tercio de la temporada medianamente tranquilo, pero ninguno de los dos salió del encuentro con mejor cara de la que llegó. El 0-0 del marcador fue el reflejo de dos conjuntos que luchan por despegarse de la parte baja de la tabla, pero a los que las dudas dejaron paralizados, con más miedo a la derrota que ambición por la victoria.
Los pucelanos llegaban al encuentro con la posibilidad de dar un estirón, tras el empate del Alavés ante el Cádiz y la derrota del Elche contra el Madrid. Su victoria en el último encuentro ante el Getafe había dado alas a los de Sergio, pero desperdiciaron la oportunidad de abrir la brecha con el descenso a seis puntos. Osasuna por su parte se había acercado en las últimas peligrosamente a la parte baja y el empate les impide despegarse de la zona peligrosa.
Los de Arrasate, que habían caído en este mismo estadio en la última jornada ante el Barcelona, salieron al encuentro con mejor actitud con la pareja Calleri-Budimir en ataque. El delantero argentino intentó una vaselina de rabona que se marchó por poco y unos minutos más tarde, el árbitro le anuló un tanto por fuera de juego posicional de su compañero en punta. Tras la reanudación, los rojillos volvieron a salir agobiando al Valladolid, incapaz de salir de su campo.
Hasta Janko, el más destacado de los de Sergio, decidió cargarse con el peso ofensivo de los suyos y comenzó a profundizar una y otra vez por la banda. Orellana, que había sido el mejor en la victoria ante el Getafe, falló dos ocasiones muy claras, producto de las subidas del lateral. Osasuna, que había realizado un gran esfuerzo todo el partido, notó el paso de los minutos. En lugar de buscar el control que había disfrutado durante la primera parte, los rojillos se lanzaban en velocidad a cada ocasión. Arrasate intentó refrescar la delantera metiendo a Adrián al campo, pero tampoco logró entenderse con Budimir.
En los minutos finales, se vio que los de Sergio sentían más la presión por romper el empate, pero no tuvieron la precisión para romper la igualada. Roberto tuvo que aparecer para salvar el tanto de Budimir en el descuento. Al final, ninguno de los dos terminó con motivos para celebrar, pero tampoco para reprochar. Osasuna vuelve a sumar en casa tras dos derrotas. El Valladolid consigue su tercera puerta a cero de la temporada.
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