Inglaterra retrasa el asalto de Francia
El ‘XV de la Rosa’ debilita la candidatura de su gran rival, que fue de más a menos tras un mes de barbecho por la covid (23-20)
Inglaterra se juega algo más que en título en su catedral desierta de Twickenham. El vigente campeón del Seis Naciones, sin opción de revalidar el título, busca con ahínco el ensayo de la remontada ante Francia, la gran candidata a sucederle. Sin la brillantez de tiempos recientes, por momentos impostora de aquella selección que sometió a los All Blacks en Japón apenas 15 meses atrás, Inglaterra no se rinde y Maro Itoje percute. La juez de vídeo otorga el ensayo. Le Crunch –así se conocen los duelos entre ingleses y franceses– se queda en Londres y deja por delante un desenlace caótico del torneo.
Francia tendrá un sinfín de remordimientos si no se lleva un trofeo que llevaba su nombre. El XV del Gallo volvía a la acción tras 11 positivos por coronavirus, incluido su entrenador, Fabien Galthie, que fue liberado de toda culpa en la investigación del Gobierno francés pese a que rompió la burbuja para ir a ver jugar a su hijo. Sea cual fuera la causa, su equipo llegó corto de físico al final. Gales, que ganó a Italia, lidera el torneo con cuatro victorias en cuatro partidos. Aún podría alcanzarles Francia, que les recibe el próximo sábado en París y tiene pendiente el partido aplazado ante Escocia –también conserva opciones– previsiblemente el viernes 26.
El inicio fue un estruendo. Brice Dulin embolsaba una patada de Ben Youngs y las tropas franceses empezaron a desplegarse. Apenas necesitaron seis fases para que Teddy Thomas pateara un sombrero junto a la banda que recogió el más listo de la clase, Antoine Dupont, la sensación de los últimos meses. El medio-melé no apartó los ojos del oval, como si supiera de antemano la trayectoria del bote, lo cazó a contrapié y ensayó. Las camisetas blancas llegaron tarde; 65 segundos de juego y Francia por delante.
Respondió con gallardía Inglaterra, que aceptó la invitación al caos. Intercambios rápidos, cargas poderosas; pequeñas dosis de una selección que aspira a ser el mejor equipo que el mundo ha visto jamás, en palabras de su seleccionador, Eddie Jones. La defensa francesa resistió bajo palos una secuencia de 17 fases, pero claudicó tras una ruptura de Henry Sale que aprovechó Anthony Watson por el flanco derecho. El XV del Gallo acumulaba faltas y los ingleses, ya por delante, amagaron con el golpe de gracia en una cabalgada de Watson.
Los altibajos son parte de una Francia que juega por instinto. Superado el bache, volvieron las descargas de su eléctrica bisagra. Con Inglaterra en repliegue, Dupont pateó a las nubes y Matthieu Jalibert no pudo embolsar el oval. El apertura, de 22 años, uno de tantos proyectos de golden boy francés, está aprovechando su segunda oportunidad. Suya fue la ejecución del segundo ensayo galo tras un saque de touch de pizarra; el balón salió largo y el 10 esperó el momento junto para que la defensa inglesa se descosiera y asistir así a Damien Penaud en el ala. Jalibert y su desbordante confianza llevaron al descanso un duelo delicioso (13-17).
De vestuarios volvió una Inglaterra gris, la escopeta de ferias de los golpes de castigo –13 por partido– y fallona en ataque. Y una Francia más conservadora, la que se dobla en defensa pero no se rompe, con Aldricht y Ollivon dispuestos a pescar cualquier oval suelto. Tras unos minutos de tregua, volvió la velocidad de crucero para el último asalto.
Una tercera derrota habría saltado todas las alarmas en Inglaterra, sostenida por su juego al pie y el físico de su delantera. El ensayo premió su fortaleza; por muy mal que esté, al XV de la Rosa hay que rematarlo. No lo hizo Francia, que tuvo una última oportunidad de redención chafada por el gran Dupont; se le escurrió un oval rutinario. Inglaterra entrega el título pero no su orgullo.
Paseo galés en Roma (7-48)
Gales resolvió por la vía rápida su compromiso en Roma. Los tempraneros ensayos de Adams y Faletau, que culminaron junto a la banda la superioridad galesa tras la amarilla al italiano Bigi, abrieron la brecha. Los visitantes iban a punto por minuto cuando el delantero Ken Owens anotaba a la media hora el cuarto ensayo del partido y aseguraba el punto bonus ofensivo para su selección. Al descanso, partido resuelto (0-27) ante una Italia que suma 31 derrotas seguidas en el torneo.
Los galeses aprovecharon la situación para descansar a jugadores como George North de cara al duelo del próximo sábado en París. El ala reconvertido en centro tuvo tiempo para ensayar tras una asociación con Jonathan Davies, compañero de mil batallas. También lo hicieron el apertura suplente, Callum Sheedy, brillante ante Inglaterra, y el joven ala Louis Rees-Zammit, máximo anotador del torneo tras lograr su quinto ensayo en sus primeros ocho partidos con el XV del Dragón. Monty Ioane quitó el cero del marcador local tras un ensayo de mérito, sombrero incluido.
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