Un All Star intensivo tras un año de pandemia
La NBA, pese a la reticencia de LeBron y otras figuras, fuerza la celebración de la fiesta anual comprimida en una jornada
La alarma que avisó del inicio de la pesadilla para la NBA y el deporte mundial sonó el 11 de marzo de 2020. El jueves se cumple un año de la suspensión precipitada de aquel partido en que los jugadores de Utah y Oklahoma formaban para el salto inicial. Rudy Gobert y Donovan Mitchell habían dado positivo por covid-19, el principio de una sucesión de malas noticias y un año entero de anormalidad. En ese contexto llega la 70ª edición del All Star que se celebra en Atlanta, en la madrugada del domingo al lunes hora española, la más extraña desde que empezó a disputarse en 1951. Las restricciones debido a la pandemia van a hacer de esta una ocasión diferente por completo. El habitual fin de semana en el que se distribuían los partidos de los rookies o, últimamente, las promesas emergentes, los concursos de triples y mates, el sinfín de convenciones a mayor gloria de las grandes multinacionales del deporte, el carrusel de ruedas de prensa y actos promocionales, las exclusivas fiestas por todo lo alto que organizaban los propios jugadores o sus agentes y el colofón del partido de las estrellas se ha comprimido en una sola jornada. Nada será igual a pesar de que, a última hora, el State Farm Arena de Atlanta contará con la presencia de un escogido grupo de espectadores. Así ha empezado a suceder en la mitad de las canchas de la Liga después de un año cerradas al público a causa de la covid-19.
El espectáculo se celebrará en una sola sesión y no incluirá el partido de las Estrellas Emergentes. LeBron James, Stephen Curry, Antetokounmpo, Doncic, Kawhi Leonard y casi todos los mejores, exceptuando a los lesionados Kevin Durant, Anthony Davis y Devin Booker, intentarán divertir y divertirse en la convención de los mejores de la temporada según la elección de los aficionados, los propios jugadores, un panel de la prensa y finalmente los entrenadores. Devin Booker no estuvo en primera instancia entre los reservas designados por los entrenadores para participar en el All Star. LeBron James reivindicó al alero de Phoenix y envió un mensaje en el que aseguró que es el jugador al que más se le ha faltado al respeto. Silver Adams, que tiene esa potestad, repescó a Booker en sustitución del lesionado Anthony Davis. Pero a última hora, Booker también ha tenido que renunciar a causa de una lesión y ha sido relevado por Mike Conley. También hubo polémica porque Damian Lillard no fue incluido en el quinteto titular del Oeste, ya que votaron más a Doncic. El propio Doncic afirmó que tal vez la figura de Portland Trail Blazers merecía ser titular en el All Star antes que él. Sus estadísticas son similares (29,8 puntos, 8 asistencias y 4,3 rebotes de Lillard y 28,6 puntos, 9 asistencias y 8,4 rebotes de Doncic) y Portland es quinto en el Oeste con 21 victorias, tres más que Dallas, octavo.
LeBron James estará en la cita, como hace sin interrupción desde 2005, y será el capitán de uno de los equipos como ha sido desde que se empezó con esta fórmula en 2018. Pero esta vez habrá que adivinar dónde tendrá puesta su mente la gran figura de la NBA, porque hace un mes, cuando la Asociación de Jugadores pactó con la NBA la celebración del All Star a pesar de la pandemia, LeBron se lo tomó bastante mal. “Tengo cero energía y cero ganas de un All Star este año”, expuso. “Mis compañeros y yo hemos tenido poco descanso, 71 días, entre temporada y temporada. Y al inicio nos dijeron que no iba a haber All Star y por lo menos íbamos a tener un pequeño descanso. Pues me lo tomo como una bofetada en la cara. Estaré físicamente, pero no mentalmente”. No fue el único que torció el gesto ante la cita. “Tenemos una Liga increíble, pero no creo que en medio de una pandemia, debamos celebrar un All Star”, dijo Paul George.
La NBA ha hecho prevalecer los intereses que aconsejaban la celebración del All Star. La Liga ve en la cita una ocasión muy importante para acercarse a los aficionados de todo el mundo y para obtener un importante beneficio económico. Los ingresos que genera no están fijados, aunque fuentes conocedoras de los contratos televisivos afirman que ascienden a unos 60 millones de dólares (50,1 millones de euros). La televisión nacional china (CCTV) volverá a retransmitir partidos de la NBA coincidiendo con el All Star. Había suspendido las retransmisiones, en octubre de 2019, en represalia por un tuit del entonces director general de los Houston Rockets, Daryl Morey, en apoyo a los manifestantes por la independencia de Hong Kong, y que la CCTV consideró “un desafío a la soberanía nacional china y a la estabilidad social”. La NBA también se guio por el pragmatismo a la hora de elegir la sede del All Star, inicialmente previsto en Indianápolis. Optó finalmente por Atlanta, sede de la TNT, con la que tiene un contrato para la retransmisión de los partidos.
Sin aficionados y sin fiestas
Todo es tan extraño en el All Star de Atlanta que las máximas autoridades implicadas han intentado disuadir a los aficionados de que acudan a presenciar el evento. “Vamos a estar operando en una miniburbuja. No habrá actos para los aficionados. Agradecemos su apoyo y esperamos que vean el partido por la televisión. Es un evento solo para la televisión”, afirma Adam Silver, el comisionado de la NBA. La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, pidió a los aficionados que no viajen a la ciudad, y a los bares y clubes nocturnos que no organicen fiestas. Aun así, la ciudad de Brookhaven, un suburbio de Atlanta, ha aprobado una medida para que los bares y restaurantes puedan permanecer abiertos hasta las cuatro de la madrugada. “Creo que el estado de Georgia ha tomado la decisión de mantener abiertos sus restaurantes y clubes”, dice Silver. “Está en su derecho de tomar esa decisión. Todo lo que podemos hacer, en nombre de la NBA, es comprometernos en no participar de ninguna manera en esa vida nocturna. Nuestros jugadores estarán en un protocolo de cuarentena de trabajo mientras estén en Atlanta”.
Los jugadores que participen en el All Star volarán en aviones privados y estarán sujetos a los mismos protocolos de salud y seguridad bajo los que ha operado la Liga esta temporada. Todo en aras de que el evento contribuya a mantener las decaídas constantes de una Liga que, como todas, está sufriendo los efectos de un año de pandemia. Solo una vez se canceló el All Star. Fue en 1999 a causa del cierre patronal que redujo aquella temporada a 50 partidos. Esta temporada también ha sido muy condicionada por la pandemia. La anterior acabó en octubre, esta empezó en diciembre y se redujeron los 82 partidos habituales que disputaba cada equipo a 72. Ahora, se celebrará el All Star, aunque sea de modo intensivo y a pesar de la ausencia de público y fiestas y las reticencias de algunas figuras.
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