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Llull y el valor de la experiencia

El base menorquín y Felipe Reyes, que acaban contrato este verano, suman 32 cursos de blanco, los mismos que los 14 jugadores de la plantilla del Barça juntos

Llull, ante el Tenerife en semifinales. acbphoto
Llull, ante el Tenerife en semifinales. acbphoto
Faustino Sáez

El Madrid alcanzó su octava final de Copa consecutiva con otro ejercicio de experiencia competitiva. Antes de la llegada de Pablo Laso al banquillo, el conjunto blanco estuvo 19 años si ganar la Copa, hoy buscará su séptima corona en 10 años. Solo en 2013 faltaron a la pelea por el título. Será la 28ª final de 38 posibles entre todas las competiciones disputadas por el equipo madridista esta década.

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Un recorrido que han vivido cuatro jugadores junto a Laso: Jaycee Carroll, Rudy Fernández y los dos capitanes, Felipe Reyes y Sergio Llull. El primero (fuera de la convocatoria esta vez) fue decisivo en el partido de cuartos ante el Valencia, saltando al frente de combate ante las faltas de Tavares. El segundo resultó determinante para rendir al Tenerife en semifinales con una demostración de carácter. A ellos les dedicó su reconocimiento el entrenador madridista en su comparecencia tras el pase a la final. “Tengo la suerte de tener dos capitanes que, a pesar de tener que realizar a veces un trabajo ingrato o de estar con lesiones, siempre están preparados para ayudar al equipo”, recalcó Laso, en un análisis en el que ponderó las virtudes dentro y fuera de la pista de sus dos emblemas.

“El trabajo de Felipe el otro día fue excepcional y el trabajo de Sergi [Llull] esta vez, igual de excepcional. Pueden jugar mejor o peor, pero siempre saben transmitir esa energía. Han sido capaces de marcar la exigencia y la dureza necesarias, saben lo que hay que hacer en cada momento. Me alegro mucho por ellos, se lo merecen todo por su trabajo en el tiempo”, desarrolló Laso.

Relevo generacional

Felipe, de 40 años, solo había participado en nueve encuentros de la Liga ACB (con seis minutos de media en pista) y en uno de Euroliga este curso antes de saltar a la pista ante el Valencia. Llull, de 33 años, se ha perdido 11 partidos este curso, entre ACB y Euroliga, por distintos problemas físicos. Pero uno lleva 17 temporadas en el club y el otro 15. Un total de 32 temporadas de experiencia conjunta. La misma cifra que suman los 14 jugadores de la actual plantilla del Barça en su conjunto.

Un camino en el que Felipe y Llull, que acaban contrato este verano, han vivido la evolución del club y del equipo hasta convertirse, junto a Rudy y Carroll, en los depositarios de la idea del proyecto del Madrid. Rumbo al relevo generacional que se empieza a gestar esta temporada. Este verano llegaron los fichajes de Carlos Alocén y Alberto Abalde, 20 y 25 años respectivamente, para sumarse a la apuesta por Usman Garuba (18) y apuntalar la sucesión de los veteranos.

“La estructura del proyecto de estos años ha sido fundamental”, explicaba Lolo Sainz antes de entregar el testigo a Laso como el entrenador con más partidos dirigidos en el Madrid. “Fue un acierto armar todo en torno a un núcleo de jugadores nacionales de la categoría de Felipe, Rudy y Llull, con extranjeros que se hacen de la familia como Carroll”, analizó Lolo. La terna formada por Alocén, Abalde y Garuba está destinada a tomar el testigo de Llull, Rudy y Felipe.

Sin ponerle nombre a ese relevo, Laso dio las claves de la progresiva transformación del equipo. “Esto no es un trabajo de encender y apagar, de ponernos en el día clave o cuando viene la Copa. Si fuera tan sencillo todos los equipos lo harían. Pero esto es un trabajo en el tiempo, no se consigue en un día. Son cosas que se van aprendiendo y otras que se van mejorando. Por eso cuando pensamos en jugadores para nuestro equipo, no solo pensamos en jugadores que tengan esas cosas sino en los que pueden crecer y aprenderlas aquí”, detalló Laso.

“Hemos hecho valer nuestra experiencia”, apuntó Llull para analizar la semifinal ante el Tenerife. “Esto es siempre un trabajo en equipo. Supimos trabajar en defensa y demostrar el carácter que hace falta en estos casos. A este equipo le gusta jugar finales y cuando las cosas se ponen feas siempre damos un paso adelante”, remató el menorquín. La voz de la experiencia.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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