La bala de la Champions del Madrid, con Ramos en la grada
“Estaba al límite”, dice Zidane sobre la rodilla operada del capitán, que le deja fuera hasta después de los octavos con el Atalanta
El Real Madrid se quedó fuera de las dos últimas Champions en octavos de final con Sergio Ramos en la grada, contra el Ajax y contra el Manchester City, en ambas ocasiones con el capitán sancionado. Este curso, sin Copa ni Supercopa y con la Liga muy lejana, el equipo vuelve a enfilar una eliminatoria de octavos de Champions en la que sabe que no podrá contar con Ramos, después de su operación de este sábado del menisco interno de la rodilla izquierda. Después de la intervención, realizada por el doctor Manuel Leyes, los servicios médicos del club calcularon que necesitará entre seis y ocho semanas para volver a jugar.
Eso sitúa su regreso en el 20 de marzo, cuatro días después del partido de vuelta de octavos contra el Atalanta en el Alfredo di Stéfano. El central mantuvo sus reservas sobre la opción de pasar por el quirófano hasta el mismo viernes, horas antes de la cirugía de este sábado por la mañana, pero el bisturí era la recomendación clara de los médicos. Así lo entendió también Zinedine Zidane: “Había que hacerlo. Estaba al límite, pero la operación salió bien”, dijo después del partido.
Ramos empezó a notar los problemas en la rodilla izquierda durante el primer tiempo de la semifinal de la Supercopa de España, el 14 de enero en La Rosaleda contra el Athletic. Sin embargo, completó el partido, aunque desde entonces no volvió a jugar. Los días siguientes se sometió a tratamientos de recuperación, se entrenó en solitario, e incluso trabajó con todo el grupo el jueves. Pero el viernes, ante la persistencia de los problemas, ya no trabajó en Valdebebas y comenzó a prepararse para pasar por el quirófano.
La intervención salió “muy bien”, según fuentes del club, que también apuntan que el central abandonó el centro médico caminando por su propio pie. La misma impresión tenía Zidane: “Le mandé un mensaje. Sé que la operación ha salido muy bien. Ahora lo bueno es que sabemos que ya mañana se va a poner a trabajar para volver, y eso es bueno para nosotros”, dijo.
El parón del capitán llega en un momento crucial para el equipo, para el club y para el propio futbolista. El grupo de Zidane, muy mermado ya por las bajas —este sábado tenía solo cuatro jugadores de campo en el banquillo— encara sin él semanas decisivas para dilucidar si consigue reengancharse a la Liga. Además, dentro de dos semanas y media tienen anotada en el calendario la visita a Italia para la ida de los octavos de Champions contra el Atalanta. Faltará a esa eliminatoria, pero si el Madrid la supera estaría recuperado para los cuartos de final, programados ya en abril.
Todo eso se dilucidará mientras el club mantiene pendiente la negociación con la plantilla de una rebaja del 10% en los sueldos en la que resulta clave la figura del capitán, que también tiene en el alero su futuro profesional. A un contrato que vence el 30 de junio se añade la incertidumbre de cómo evolucionará la recuperación de su rodilla.
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