El Real Madrid reacciona a tiempo ante Panathinaikos
Los de Laso superan con apuros al conjunto griego tras malgastar una renta de 22 puntos al descanso en un tercer cuarto de sesteo (76-66)
Cuando el agua le alcanzaba el cuello y la camisa no le llegaba al cuerpo, el Real Madrid reaccionó a tiempo para agarrar la victoria ante el Panathinaikos (76-66). Los de Laso se marcharon al descanso con 22 puntos de ventaja, pero se metieron en un inesperado atolladero en la segunda mitad y acabaron pidiendo la hora. Del 49-27, con un alarde defensivo, al 27-39 posterior entre escalofríos tras confiarse en demasía. El conjunto griego se llegó a poner a cinco puntos a falta de seis minutos. No fue a más su intento de remontada porque llegaron seis puntos de Llull y cuatro de Abalde para rescatar a los suyos. Deck (20 puntos, 9 rebotes y 29 de valoración) y Alocén lideraron la notable puesta en escena que palideció después. A los blancos se les acabó la tranquilidad, pero les alcanzó la solvencia para adjudicarse su 14º triunfo en 22 jornadas de la Euroliga y romper con la racha de tres derrotas en las cuatro citas previas. Por el camino Carroll cayó en combate con un esguince de tobillo.
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— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) January 27, 2021
Laso afrontó el partido ante el Panathinaikos pendiente de la pizarra, el cuentakilómetros y el parte médico. “Tavares, Thompkins, Taylor… están disputando muchos minutos y eso se va acumulando. Ahora tenemos también la baja de Laprovittola [por la covid]. Llull ha podido hacer el entrenamiento completo y Rudy ha empezado, pero luego se ha tenido que retirar…”, explicó el entrenador madridista en la víspera. Espoleado por las dificultades y con la intención de escapar de otro final agonístico de los muchos que acumula este curso, el conjunto blanco se desató tras el salto inicial con un ejercicio de intensidad y solidez. Deck lideró la aplicada puesta en escena con 10 puntos, cuatro rebotes y dos asistencias en el primer cuarto, que sirvieron a su equipo para marcar tendencia y territorio (25-12, m. 10). Un descosido en la defensa griega que no alcanzó el roto ya en ese tramo por la falta de acierto de los blancos en el perímetro (1 de 5 en triples).
Oded Kattash, nuevo entrenador del Panathinaikos desde comienzos de año en sustitución de Vovoras, entregó plenos poderes a Nedovic en su hoja de ruta. Pero el Madrid estaba avisado tras los 27 puntos anotados por el escolta serbio en el OAKA y le ató en corto mientras ampliaba la brecha. El acierto que le faltó a Nedovic lo tuvo Causeur que, con un 3 de 3 en triples en un santiamén, consolidó el demarraje local (38-19, m. 16). El martilleo de Taylor, en su partido 365 de blanco (con el que superaba a Bullock como el segundo extranjero con más encuentros en la historia del Madrid, solo por detrás de Carroll, 669), la intimidación de Tavares y el descaro del mejor Alocén terminaron de aburrir a un Panathinaikos hipotenso y desubicado (49-27, m. 20; con un 12 de 16 en la pintura). Después la galbana se trasladó de bando.
Regresó Llull, tras perderse cuatro encuentros continentales por molestias en la rodilla derecha, para cumplir 300 partidos en la Euroliga (8º en el ránking absoluto) y también Rudy, tras su escalofriante costalazo ante el Estrella Roja. Parecía haberse ganado el Madrid un día tranquilo, propicio para el rodaje de los recuperados, para el descanso de las piezas más sobrecargadas y para dar carrete a un vibrante Alocén. Sin embargo, los blancos se destemplaron en el entreacto y concedieron un parcial de 9-22 en la reanudación que destartaló de sopetón la ventaja y el sosiego en los locales (58-49, m. 28). La preocupación se incrementó para Laso cuando Carroll se marchó al vestuario tras doblarse el tobillo derecho. El pie de Bochoridis invadió el espacio de aterrizaje del escolta Wyoming y le dejó fuera de combate. “La acción merece ser castigada porque es peligrosa. Esperemos que no sea grave”, explicó Laso tras el partido. El tercer cuarto se cerró con un 15-23 a favor del Panathinaikos. Se acabó la tranquilidad madridista y se desató el optimismo de su rival. Un triple de Foster dio otra vuelta de tuerca y colocó al Panatinaikos a un palmo (66-61, m. 34). Pero Abalde y Llull acabaron a tiempo con la sequía y el sesteo madridista.
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