El Sevilla escapa vivo ante un Betis orgulloso (1-1)
Bono detuvo un penalti a Fekir que pudo decantar el derbi para los verdiblancos, lastrados por las bajas pero mejores que un rival sin chispa
Los tópicos se rompen una y otra vez en el fútbol. Y más en un derbi, al que llegaba el Betis en inferioridad y tocado por las adversas circunstancias que le habían provocado afrontar este partido tan especial con nueve bajas, entre ellas los positivos de Joaquín, Montoya, Álex Moreno y Guardado. El Sevilla, favorito a todas luces, no pudo con un Betis que tiró de orgullo, casta y buen fútbol para ser mejor. El premio que se llevó, un punto, fue escaso para sus méritos. Sobre todo teniendo en cuenta que dispuso de un penalti en el minuto 75 con 1-1 en el marcador. Fekir, que se lo fabricó ante Acuña, decidió lanzarlo. Bono respondió con una gran parada. Una acción que acabó concediendo un punto a su equipo, lejos de su mejor versión, superado en intensidad por el Betis, algo que no se podía esperar en el análisis previo del derbi.
En las filas verdiblancas sobresalió Canales, un futbolista vital en sus esquemas y capitán por la enfermedad de Joaquín. El cántabro anotó de penalti y lideró a los suyos en todas las facetas del juego. El resultado deja, por lo tanto, un mal sabor de boca en verdiblanco, mientras que el Sevilla, dormido todo el partido, se consuela con este empate. Una conclusión positiva que debe extraer Lopetegui es que sacó un empate ofreciendo una pésima versión. Habría que preguntarse si esta versión se debió en exclusividad al buen partido del Betis o a una dejación de funciones de su equipo, que nunca fue incapaz de imponer su estilo a pesar de adelantarse en el marcador con un gol de Suso nada más iniciarse la segunda mitad. No se esperaba en el Villamarín a este Sevilla tan flojo.
El derbi número 50 de Primera en el Benito Villamarín ofreció una multitud de detalles entre dos rivales separados en la tabla por siete puntos, pero mucho más igualados en la fría tarde sevillana. El Betis llegaba al duelo más esperado por su gente tocado por los efectos del coronavirus, con la moral baja por su irregular temporada y con muchas dudas en defensa. Pellegrini movió bien las fichas, colocando a Canales de medio junto a Guido, cambiando de banda a Ruibal para tapar a Navas y con Lainez partiendo desde la derecha y enfilar el área. Arriba colocó a Loren, quizás el mejor de sus delanteros y al que se había resistido a alinear con anterioridad. El Sevilla apenas ofreció resistencia en un primer tiempo demasiado plano, más incluso de lo que acostumbra el equipo de Lopetegui, que acelera en los tramos finales de los partidos tras desgastar a sus rivales. Se notó la ausencia de Fernando, con un centro del campo donde entró Óliver Torres incapaz de superar la ordenada presión de un Betis muy motivado.
El Betis, por lo tanto, se rebeló contra su condición de perdedor, sometiendo a un Sevilla inexistente y desesperadamente lento. El equipo verdiblanco gozó, además, de dos clarísimas ocasiones de gol, producto de un buen juego de combinación. Fekir dispuso prácticamente de un penalti con el balón en movimiento tras un buen pase de Lainez. Unos minutos más tarde, otro disparo de Canales desde el borde del área rozó en Gudelj y el balón no entró de milagro en la meta de un batido Bono. Mejor en fútbol y en actitud, el Betis, sin embargo, se marchaba al descanso con un cero a cero y tres jugadores importantes como Guido, Miranda y Víctor Ruiz con tarjeta amarilla. El Sevilla, un gigante dormido, podía despertar en cualquier momento.
Y lo hizo a los tres minutos de la segunda parte después de un error de Mandi que aprovechó En-Nesyri para asistir a Suso. El gaditano marcó con un toque preciso. El Sevilla fue incapaz de mantener la ventaja en el marcador, excesiva para sus méritos. No fue su día. El Betis empató de penalti después de una acción de Diego Carlos sobre Loren en la que el defensa tocó al futbolista bético y también al balón. Del Cerro Grande no lo dudó. Canales marcó con precisión y el Betis siguió siendo mejor. Un disparo de Loren salió fuera por poco y llegó el otro penalti de Acuña sobre Fekir, que esta vez Del Cerro pitó tras revisión del VAR. Se lo pidió el propio Fekir y Bono respondió con una gran parada. Se salvó el Sevilla, incapaz de atacar con peligro, con cambios insustanciales a pesar de su aparente entidad y sin aprovechar el gran número de amonestados que tenía el Betis en sus filas. Este decepcionante Sevilla todavía pudo perder en una jugada en la que de nuevo Bono salvó un disparo de Lainez. El derbi acabó en empate, poco botín para este buen Betis, lleno de personalidad y rebelde. Un resultado más que aceptable para el Sevilla después de lo que ofreció en el Villamarín. Su consuelo radica en que, a pesar de lo mal que jugó, se llevó un punto en territorio comanche.
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