“Simeone logra que te sientas como un soldado”

“Lo más importante de Simeone como entrenador es que transmite una energía positiva, contagia las ganas de trabajar, crees todo lo que te dice, te convence, te lleva a su terreno, hubiera sido el mejor comercial del mundo”. Quien así se expresa es Juanfran Torres (Crevillente, Alicante; 35 años), que en siete temporadas y media a sus órdenes disputó 323 partidos, el cuarto en ese periodo tras Koke, Godín y Gabi, y acabó cautivado por el cholismo en su máxima expresión. No fue el único en un ciclo de 500 partidos de Simeone como entrenador del Atlético de Madrid, desde su llegada en diciembre de 2011, un aniversario coronado ahora con el liderato liguero.

Filipe Luis (Santa Catarina, Brasil; 35 años), 273 partidos como militante de Simeone traducidos a 23.673 minutos, camina sobre las huellas de su compañero Juanfran. De lateral derecho a lateral izquierdo. “El Cholo nos hacía sentir como soldados y todos nos tirábamos de cabeza a lo que nos decía. Como dice Juanfran, lo vende bien. Es su forma de vivir el fútbol y la vida. Acaba haciéndote creer que es la única forma de conquistar los triunfos. Fue el entrenador que más me enseñó. Aprendí muchísimo. Vende el producto y te convence de lo que tienes que hacer. La gente me dice que estuve con él ocho años y solo defendía, y yo les digo que no. Los partidos que solo defendíamos lo hacíamos con placer porque lo hacíamos juntos, como equipo, como hermanos. Era lo que nos hacía sentir. En las finales entrábamos como si fuera el último partido de nuestras vidas. No eran uno más. Es un técnico espectacular y es un orgullo haber trabajado con él”.

Diego Godín (Rosario, Uruguay; 34 años) es otro pretoriano del Cholo. Segundo jugador, después de Koke, con más partidos (344) y minutos (30.196) en la era Simeone, se rinde a la evidencia. “Lo más admirable de él y lo que más valoro del trato que tuvimos es que después de tantos partidos y años en los que conseguimos tanto, siempre encontró la forma de motivarnos, más allá del discurso táctico de cómo preparar los partidos. Siempre tenía una gran visualización del prepartido. Cómo hacer daño, cómo defendernos. Nos daba mucha información. Después es fútbol y unas veces sale bien y otras mal, pero en su caso nos salió muchas más veces bien”, recuerda.

Godín coincide con sus compañeros en el aspecto de la motivación. “En la parte anímica tenía una fuerza que nos transmitía pasión. Sabe sacar siempre lo mejor de cada uno. Es su gran logro, transmitir al vestuario la facultad de tirar adelante, al margen de la parte táctica de toda la semana. Si un vestuario no está convencido, es muy difícil conseguir objetivos. Se puede ganar partidos pero no logros a largo plazo. Y él lo consiguió durante muchísimos años, es una de sus grandes virtudes como técnico”.

Son nueve años de Simeone partido a partido hasta sumar los 500. Tiene contrato firmado hasta 2022 y una negociación abierta para ampliarlo. “Esta trayectoria significa mucho porque vine con la idea absoluta y segura de llevar al Atlético de Madrid a lo más grande del fútbol. En mi cabeza y en mi pensamiento, el día que me fui del Atlético como jugador, sabía que iba a volver. Y me preparé para lo que me está pasando”. Palabra de Diego Pablo Simeone (50 años).

De esos 500 partidos, una pequeña elección de cinco de ellos puede resumir perfectamente su gestión en el banquillo rojiblanco. Dos títulos (Copa y Liga), dos finales de Champions perdidas y un partido inolvidable por motivos deportivos y emocionales, la victoria en Anfield de marzo pasado. El último encuentro disputado antes de la suspensión generalizada de las competiciones futbolísticas.

Final de Copa. Real Madrid-Atlético (1-2). 17-5-2013. No fue el primer título de la era Simeone, pues ya había ganado la Europa League y la Supercopa de Europa el año anterior, pero para los rojiblancos vencer al eterno rival en su estadio siempre tuvo un valor singular. Y más cuando venían de 25 partidos sin ganar a los blancos y la última Copa la habían conquistado en el 96… con Simeone como jugador. La imagen del capitán Gabi hincando una bandera en el césped es tan recordada como los goles de Diego Costa y Miranda, de cabeza en la prórroga, que sirvieron para remontar el tempranero tanto de Cristiano.

Juanfran, ahora jugador del São Paulo, no tiene dudas: “Fue el partido más importante de la historia reciente del Atleti. Llevábamos 14 años sin ganar al Madrid y a partir de ese momento nos dimos cuenta de que podíamos conseguir lo que nos propusiéramos. La celebración del vestuario fue inolvidable. Fue un punto de inflexión”.

Filipe Luis coincide con su compañero. “Nos concentramos en San Rafael y cuando íbamos hacia el Bernabéu comenzó a nevar y nos dijeron que había pasado lo mismo en el año del doblete. La noche anterior el Cholo y el Mono Burgos me llamaron a su habitación y comenzaron a hablarme. Yo tenía la sensación de que no era tan importante en el Atleti como ellos me convencieron esa noche. Me dijeron que era un fijo en la alineación y que no se entendía un Atleti sin mí. Me hicieron sentir importantísimo. Al día siguiente cuando llegamos al vestuario nos puso un vídeo de la película Un domingo cualquiera y estaba súper emocionado. Ese día me hice atlético de verdad. El día que conquistamos el Bernabéu fue el día más importante de mi carrera”.

Barcelona-Atlético. Último partido de Liga (1-1). 17-5-2014. Justo un año después, los de Simeone viajaron al Camp Nou con el comodín del empate para proclamarse campeones de Liga. El Barcelona tenía que ganar para llegar al título. El partido no pudo comenzar peor para los rojiblancos. A los 13 minutos se lesionó Diego Costa. Entró Adrián. A los 23 cayó Turan. Juanfran recuerda lo sucedido en el descanso. “Nos podíamos haber proclamado campeones el partido anterior contra el Málaga en casa y no lo hicimos. Entramos en el descanso y las sensaciones no eran del todo malas. Simeone nos reunió y nos dijo: ‘Vamos a empatar y salir campeones’. Nada más. Nos lo creímos y salimos enchufadísimos. Nos cambió la cara. Así de sencillo fue”.

Filipe Luis recuerda ese partido como uno de los mejores de su carrera. “Corrí 90 minutos a tope. El Cholo nos preparó muy bien. Sentía que íbamos a ganar a pesar de todo lo que tenía el Barça. El fútbol nos lo debía por la temporada que habíamos hecho. Nos lo habíamos merecido. Estábamos bien y sabíamos que íbamos a tener una oportunidad y la teníamos que aprovechar y lo hicimos con el gol de Godín”. El autor de ese gol recuerda: “Fue la sensación de sentirte lleno de todo. De felicidad, de haber cumplido, de sentirte realizado. Solo nosotros sabemos lo que fue aquel año larguísimo y duro y lo que significaba ganar la Liga ante el mejor Barça de aquellos años. Lo pasamos muy mal. Se lesionó Costa, se lesionó Arda. Marcó Alexis. Todo nos parecía negro. Pero ese equipo tenía una fuerza mental, un hambre, que nos llevó donde nos llevó. Ahora todavía veo venir el centro de Gabi y la felicidad interior de la celebración a pesar de que quedaban minutos. Fue impresionante”.

Final de la Champions. R. Madrid-Atlético (4-1). 24-5-2014. Con la Liga en Neptuno, Simeone asaltó la Champions. Final en Lisboa contra el Real Madrid. Arda, lesionado, fue baja. El resto del once fue el mismo del Camp Nou con Raúl García. Diego Costa forzó para jugar y se lesionó a los nueve minutos. Otra vez entró Adrián. El gol de cabeza de Diego Godín valió hasta que en el 93 empató Sergio Ramos y después, en la prórroga, llegó la debacle rojiblanca. Juanfran cambia de tono de voz cuando viaja en el tiempo. “Me dolió perder más la primera que la segunda. La teníamos ganada. Era nuestra, pero llegó aquel gol de Ramos”.

Filipe Luis tenía otras sensaciones. “Sentía que íbamos a ganar sin sufrir. Marcamos pronto, pensé que la historia estaba de nuestro lado. El Madrid falló muchas ocasiones, pero nos encontramos con un destino que les llevó al triunfo. A pesar de la derrota sentí que esa no iba a ser mi última final de la Champions. Me iba al Chelsea. Fue muy duro. Cuando llegué al autobús no tenía la dimensión de lo que había pasado y me di cuenta de todo cuando les vi celebrándolo en nuestra ciudad delante de nuestras narices. Fue el momento más duro de mi carrera, pero me hizo crecer mucho y entender la derrota. Me cambió totalmente la personalidad”.

Final de la Champions. Real Madrid-Atlético (1-1, 5-3 en penaltis). 28-5-2016. Simeone aún contaba con cinco supervivientes de los tres partidos anteriores (Juanfran, Godín, Filipe Luis, Gabi y Koke). Entraron en acción Oblak, Savic, Augusto, Torres y Griezmann. Después, con los cambios, Carrasco, Thomas y Lucas. Esta vez se adelantó el Madrid con gol de Ramos y empató Carrasco, no sin que antes Griezmann hubiera fallado un penalti. Tras la prórroga, los penaltis, y ahí Juanfran todavía tiene mucho que lamentar. “Hicimos más méritos que en Lisboa. Fuimos mejores pero no apretamos lo suficiente, los teníamos muertos. Me criticaron mucho por el penalti que fallé, lo pasé mal, pero entonces dije que esas dos finales perdidas nos harían más fuertes y así fue. Les ganamos la Supercopa”.

Filipe Luis apuntilla: “Es el recuerdo más vivo que tengo. Volvía del Chelsea. Hicimos una temporada parecida a la de 2014 y llegamos a la final jugando impresionante. Eliminamos a todos los campeones de su país y perdimos la final con el único que no había sido campeón de su Liga. Preparamos dos semanas el partido. Todos estábamos a tope. Llegué a ese partido muy preparado. Ensayamos todo. Sabíamos lo que iba a pasar en cada centímetro del campo. Fuimos superiores en todo el partido a pesar de ir por debajo en el marcador. Nos ganaron en el último penalti”.

Y de esa final en Milán, un apunte importante. “El Cholo estuvo a punto de salir. Sabía lo difícil que iba a ser recomponer un equipo después de perder una segunda Champions, pero el Cholo era y es el jugador más importante del Atlético como entrenador. Era fundamental para nosotros y se lo hicimos saber. Yo sabía que no iba a tener otra oportunidad. Lloré delante de mis hijos. No tengo explicación para lo que pasó”.

Octavos Champions. Liverpool-Atlético. (2-3). 11-3-2020. El 1-0 del Metropolitano invitaba a pensar que Simeone y los suyos iban a sufrir en Anfield. El técnico apostó por un once valiente. Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Lodi; Correa, Koke, Thomas, Saúl; João Félix y Diego Costa. El gol de Wijnaldum forzó la prórroga y el de Firmino dejaba a los rojiblancos fuera de Europa. Cuando peor pintaba apareció Llorente, que había sustituido a Costa en la segunda parte, y con dos latigazos protagonizó una remontada épica. Morata aún tuvo tiempo de abrochar la victoria. Hacía tiempo que Simeone no exteriorizaba tanto la alegría como esa noche en Anfield.