Carlsen pierde por 1ª vez en 800 días y 125 partidas
El campeón cae ante Duda y termina 3º la primera vuelta, por detrás de Aronián y Firouzja
Magnus Carlsen no es solo el indiscutible campeón del mundo. También merece ser loado por su tendencia al riesgo y la creatividad, que está revolucionando el ajedrez. Pero tal estilo exige una precisión que hoy no tuvo, y por eso perdió ante el polaco Jan Duda, 15º del mundo, en la 5ª ronda del torneo Altibox Norway Chess, que se disputa en Stavanger (Noruega) con seis jugadores a doble vuelta. Completada la primera, el armenio Levón Aronián es el líder, seguido del asombroso iraní Alireza Firouzja, de 17 años.
Carlsen no había perdido una partida en la modalidad clásica (sin contar rápidas ni relámpago) desde el 31 de julio de 2018, cuando fue derrotado por el azerbaiyano Shajriyar Mamediárov en el torneo de Biel (Suiza). Su récord queda en 125 partidas invicto; si se tiene en cuenta la altísima fuerza media de sus rivales, se trata sin duda de una hazaña sin parangón en la historia del ajedrez.
Esa marca era aún más meritoria si se resalta que, desde enero de 2019, Carlsen cambió su estilo ultra-posicional (partidas muy largas en las que explotaba ventajas mínimas) por otro mucho más innovador y arriesgado, bajo la influencia de las partidas del revolucionario programa AlphaZero. Sobre todo, sacrificios de material a largo plazo, a cambio de armonía, iniciativa, dinamismo o ataque.
De hecho, su partida de hoy contra Duda es un ejemplo de extraordinario interés y gran profundidad de conceptos. El escandinavo entregó primero un peón y poco después la calidad (diferencia de valor entre una torre y un alfil) para conseguir una buena coordinación ofensiva de sus piezas. Pero ese proceso desembocó en una posición clave, y muy delicada: la única jugada que mantenía la compensación para las piezas negras de Carlsen implicaba meterse en una posición que solo las máquinas pueden evaluar correctamente. Además, había una variante en la que Duda podía conformarse con forzar el empate u obligar a su rival a meterse en posiciones ilógicas.
El campeón pensó sobre todo ello durante más de media hora, y finalmente optó por otra idea, que le dejó prácticamente perdido. Sería injusto no resaltar que Duda jugó muy bien en los momentos más difíciles, a pesar de que la posición era muy complicada. Después, durante la entrevista en Chess24 con el excampeón del mundo Vladímir Krámnik y su compatriota Péter Svídler, octacampeón de Rusia, el polaco se mostró modesto y muy tranquilo dadas las circunstancias, aunque dijo que se sentía “muy feliz”.
Quien con toda seguridad debe sentirse dichoso es Firouzja, tras ganar una impecable faena de aliño contra el noruego Aryán Tari, el colista del torneo. Contrariamente a su estilo habitual de alto riesgo, el iraní, que juega con la bandera de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) desde que se escapó a Francia, planteó con blancas una estructura muy sólida, a la espera del error del adversario, que terminó llegando. El triunfo de Aronián con negras frente al 2º del mundo, el estadounidense Fabiano Caruana, llegó tras una lucha muy técnica, y confirma que el armenio, de 38 años, está listo para volver a su máximo nivel (en estas cinco rondas ha ganado 14,7 puntos, que le sitúan como 6º del mundo) tras el trágico fallecimiento de su esposa en un accidente de carretera.
Además de obligar a que cada enfrentamiento tenga un ganador (las tablas son seguidas de inmediato por la muerte súbita), los organizadores de Stavanger han establecido un orden de emparejamientos en la segunda vuelta distinto de la primera. De tal modo que este domingo se jugarán las mismas partidas del sábado, pero con los colores cambiados. Por tanto, Carlsen tendrá su oportunidad de revancha en menos de 24 horas.
Clasificación: 1º Aronián 11; 2º Firouzja 10; 3º Carlsen 9 puntos; 4º Caruana 7; 5º Duda 4; 6º Tari 1,5.
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