La primera crisis del Sevilla de Lopetegui
El equipo ha caído en Copa, está fuera de la Champions y no domina las áreas
El pasado 15 de marzo, el Sevilla destituía a Pablo Machín, el entrenador que había sido elegido para devolver al equipo andaluz a la Champions. El Sevilla llegó a ser líder bajo la dirección del soriano. A partir de enero, el equipo empezó a perder fuerza. Cayó en la Copa ante el Barcelona, se alejó de la cuarta plaza y el Sparta de Praga lo echó de la Liga Europa. “No hay síndrome Machín”, se recalca ahora desde las altas esferas del club. El Sevilla del regreso de Monchi a la dirección deportiva y de Julen Lopetegui como su gran apuesta para el banquillo vive su primera crisis. Justo en el mismo momento en el que se tambaleó el proyecto del pasado ejercicio.
El Sevilla solo ha logrado cinco de los últimos 15 puntos en disputa. El equipo andaluz, desde que empezó 2020, ha empatado en casa con Athletic (1-1) y Alavés (1-1); ha caído fuera contra el Madrid (2-1) y el Celta (2-1); y solo ha derrotado al Granada (2-0). Arrancó el año en la tercera plaza a cuatro puntos del Getafe y ahora los madrileños son terceros y le sacan tres. El Atlético, en mal momento, también le ha superado. Además, la eliminación copera ante el Mirandés (3-1) abrió una herida que todavía no se ha cerrado. El equipo de Lopetegui es quinto, empatado a puntos con el Atlético, pero fuera de los puestos que dan acceso a la Champions tres meses después.
Si a lo largo de la primera vuelta había mostrado solidez defensiva, el Sevilla recibe ahora goles hasta a balón parado. Solo ha dejado la portería a cero en dos de los ocho partidos que ha jugado en 2020. Uno de ellos fue contra el Escobedo, en Copa (0-5). El otro, ante el Granada. Athletic, Madrid, Levante, Mirandés, Alavés y Celta han batido a un equipo que hace muy poco se mostraba intratable en el aspecto defensivo. “El análisis que se hace de puertas adentro es que se trata de un asunto pasajero, una pequeña crisis. Al equipo siempre le costó marcar y en cuando ha concedido algo atrás han llegado los malos resultados”, insisten desde dentro de la entidad. “Estamos seguros de que el míster tocará lo que tenga que tocar y el equipo volverá a rendir”, aseguran las mismas fuentes.
Monchi sigue confiando en Lopetegui, pero las mismas fuentes que recalcan esta confianza también afirman que si la crisis de resultados pone en peligro el objetivo de pelear con garantías por la cuarta plaza, al director deportivo, con un amplio historial de éxitos y una total autoridad, no le temblará el pulso.
Lopetegui ha tocado teclas que, de momento, no le han dado resultado. Por ejemplo, sacó del once a Banega en Vigo. Al argentino le ha hecho daño ante el exterior el anuncio de su marcha a Arabia Saudí el próximo verano. El técnico ha utilizado a Sergi Gómez en defensa ante la lesión de Carriço y la irregularidad de Koundé. También empleó a Escudero por Reguilón en el lateral izquierdo. Se echa en falta profundidad, desborde y talento cuando los equipos se encierran atrás. En esta faceta, se añora a Oliver Torres incluso a pesar de su irregularidad. El centrocampista lleva dos choques fuera por lesión.
Lo que parece irresoluble es la falta de acierto de sus delanteros de cara al gol. Fuera ya de la plantilla Dabbur y Chicharito, De Jong lleva cuatro goles en 20 partidos, Munir dos en 10 y solo el tanto logrado por En-Nesyri en la última jornada contra el Celta abre la puerta a la esperanza. Jugadores como Rony Lopes (20 millones al Mónaco) ni siquiera se han estrenado. Para paliar esa ausencia de gol en sus delanteros, Monchi no dudó en gastarse 20 millones en el delantero marroquí. “La clave es llegar bien de cabeza al final, aunque reconozco que en estamos en un pequeño ciclo negativo”, afirmó el propio Lopetegui a Radio Marca.
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