Jorge Lorenzo vuelve a Yamaha como piloto de pruebas
La casa japonesa se prepara para el adiós de Valentino en 2021 y se refuerza con Quartararo, su nuevo fichaje, y el español, que les ayudará a desarrollar la nueva M1
Yamaha ya ha hecho todos los deberes. Y todavía ni ha empezado realmente el curso. Si el martes anunciaba la renovación de Maverick Viñales por dos años más, hasta 2022, como piloto número uno de la casa japonesa; el miércoles le mostraba la puerta de salida a Valentino Rossi, que se ha quedado sin equipo aunque no sin moto para el 2021 –Yamaha promete darle una M1 en toda regla si decide seguir corriendo– e informaba también del fichaje de Fabio Quartararo, el nuevo niño bonito de MotoGP, para sustituir al 46; este jueves ha hecho otro anuncio: el del regreso a la fábrica de Iwata de Jorge Lorenzo como piloto probador.
El cinco veces campeón del mundo, que se retiró al final del curso pasado a pesar de contar con un año más de contrato con Honda, vuelve a la casa que le llevó a la categoría reina en 2008 y con la que ganó tres mundiales de MotoGP. Lorenzo, que tras su adiós a la competición ha pasado largos meses de vacaciones, de playa en playa, ya lleva unas semanas en Lugano (Suiza), donde tiene su residencia, preparándose para volver a enfundarse el mono de Yamaha. Lo hará, de momento, solo en condición de piloto de tests. Aunque en el comunicado remitido la mañana de este jueves Yamaha no descarta que, si el deportista quiere, pueda participar en alguna carrera del Mundial de motociclismo como invitado.
El regreso del mallorquín al equipo Yamaha, donde pasó nueve exitosos años, es inminente. En apenas unas horas volará hasta Sepang (Malasia), donde se celebran los primeros entrenamientos de pretemporada entre los días 2 y 4 de febrero. En la pista malasia será donde vuelva subirse a la M1 por primera vez. Pero lo hará en más ocasiones. Participará de los tests oficiales y de los entrenamientos privados de Yamaha con el objetivo de ayudar a la constructora a desarrollar la moto para este curso.
“La Yamaha encaja perfectamente en mi estilo de pilotaje, será muy interesante reencontrarme con mi vieja moto”, indica Lorenzo en el comunicado. “Sus estadísticas y todo lo que consiguió con Yamaha en nueve años hablan por sí solas. Lorenzo es el hombre perfecto para este trabajo. Se le conoce por su estilo suave y preciso y por lo bien que comparte la información con los ingenieros”, señala el director del equipo, Lin Jarvis, en la nota. Al español le acompañará siempre en el garaje Silvano Galbusera, quien fuera hasta el año pasado el jefe técnico del equipo de Valentino Rossi.
Escarmentado como salió de su última a ventura en el Mundial como piloto de Honda, pues nunca fue capaz de entenderse con una máquina a la que le terminó teniendo demasiado respecto, Lorenzo aprovechará su experiencia y su profundo conocimiento de la M1 para ayudar a Yamaha a volver a la senda del triunfo. Casualidad o no, el departamento de carreras de la fábrica japonesa entró en una profunda crisis cuando el piloto se marchó en 2015, precisamente después de conseguir su tercera corona. Yamaha, con Viñales y Rossi en sus filas, no ha vuelto a pelear por el campeonato del mundo desde entonces.
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